Mira aquí te dejo esta información aunque es un poco larga pero es importante que la leas antes de querer exterminarlas, por algo existen. Espero no te sea muy tedioso leer y espero te sirva. Saludos.
Las palomitas de San Juan
Un lector pregunta qué son esos insectos voladores, con aspecto de hormigas, que en estos días de lluvia aparecen en grandes números como surgidos de la nada y a menudo se introducen en las casas, dejando por todas partes las alas que se les caen.
Ya hace algunos años hablamos de ellos, pero vale la pena recordar que se trata de las llamadas palomitas de San Juan.
En realidad no son palomillas —es decir, mariposas nocturnas— ni tampoco hormigas como muchos creen, sino termitas, termes o comejenes. K’amas se les denomina en lengua maya. Las especies más comunes y abundantes en México y en general en el mundo, son las del género Nasutitermes, que construyen en lo alto de los árboles grandes nidos más o menos esféricos con apariencia de masas de lodo seco.
Estos insectos —famosos y considerados una plaga porque se alimentan de celulosa y devoran muebles, puertas y estructuras de madera, así como libros y documentos de papel— pasan casi toda su vida al abrigo de la luz solar, pues requieren un ambiente húmedo y si se exponen a los rayos solares se deshidratan rápidamente y mueren. Por eso se mantienen ocultos en sus madrigueras o desplazándose hacia los territorios de forrajeo por senderos a manera de túneles, que tienen la apariencia de líneas oscuras, como de lodo seco, en los troncos de los árboles y las paredes. Si se destruye parcialmente el túnel, las termitas no pasan por la zona dañada, sino que comienzan febrilmente a repararlo desde ambos extremos de la abertura antes de volver a transitar.
Tanto los termiteros como los túneles los construyen con un material parecido al cartón formado por la madera que mastican, mezclada con un adhesivo que segregan con sus excrementos. Los termiteros pueden estar bajo tierra o, como decíamos, en lo alto de los árboles, donde resultan muy conspicuos. A pesar de su frágil aspecto son excepcionalmente duros y resistentes. Los llamados osos hormigueros —que se alimentan con termitas— tienen que esforzarse mucho para romperlos con sus poderosas y puntiagudas uñas.
Las termitas o k’amas viven en colonias de entre 50 mil y 200 mil individuos divididos en castas de obreras, guerreras y reproductoras y regidas por una reina y un macho consorte. Las reproductoras, que poseen dos pares de alas, son las que aparecen en grandes números a comienzos de la temporada de lluvias. Lo hacen al parecer estimuladas por la alta humedad ambiente y con el propósito de establecerse en otros lugares para formar nuevas colonias. Esta salida en masa —los enjambres surgen simultáneamente de todos los termiteros de la zona— constituye una protección contra los depredadores. Al haber tantas termitas volando por aquí y por allá, sus enemigos no pueden acabar con todas y sobreviven las suficientes para formar nuevas colonias.
A pesar de su importancia tanto positiva como negativa —ayudan a reciclar la materia orgánica al descomponer la madera muerta en selvas y bosques, pero también son plagas caseras y en cultivos como la caña de azúcar o las plantaciones de eucalipto—, las termitas han sido muy poco estudiadas en México. Sólo se tiene registro en nuestro país de 79 de las 2 750 especies conocidas en el mundo (de las cuales unas 750 en América), aunque se estima que debemos tener entre 110 y 150, y únicamente se han realizado tres estudios regionales acerca de ellas. Uno en el sureste, donde se encontraron 23 especies en Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Son, por lo demás, estudios limitados, basados en colectas aisladas.
Así pues, ya lo sabe usted: las palomitas de San Juan son parte de esa pequeña fauna muy importante pero poco conocida que sólo de tiempo en tiempo se deja ver.
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Mira aquí te dejo esta información aunque es un poco larga pero es importante que la leas antes de querer exterminarlas, por algo existen. Espero no te sea muy tedioso leer y espero te sirva. Saludos.
Las palomitas de San Juan
Un lector pregunta qué son esos insectos voladores, con aspecto de hormigas, que en estos días de lluvia aparecen en grandes números como surgidos de la nada y a menudo se introducen en las casas, dejando por todas partes las alas que se les caen.
Ya hace algunos años hablamos de ellos, pero vale la pena recordar que se trata de las llamadas palomitas de San Juan.
En realidad no son palomillas —es decir, mariposas nocturnas— ni tampoco hormigas como muchos creen, sino termitas, termes o comejenes. K’amas se les denomina en lengua maya. Las especies más comunes y abundantes en México y en general en el mundo, son las del género Nasutitermes, que construyen en lo alto de los árboles grandes nidos más o menos esféricos con apariencia de masas de lodo seco.
Estos insectos —famosos y considerados una plaga porque se alimentan de celulosa y devoran muebles, puertas y estructuras de madera, así como libros y documentos de papel— pasan casi toda su vida al abrigo de la luz solar, pues requieren un ambiente húmedo y si se exponen a los rayos solares se deshidratan rápidamente y mueren. Por eso se mantienen ocultos en sus madrigueras o desplazándose hacia los territorios de forrajeo por senderos a manera de túneles, que tienen la apariencia de líneas oscuras, como de lodo seco, en los troncos de los árboles y las paredes. Si se destruye parcialmente el túnel, las termitas no pasan por la zona dañada, sino que comienzan febrilmente a repararlo desde ambos extremos de la abertura antes de volver a transitar.
Tanto los termiteros como los túneles los construyen con un material parecido al cartón formado por la madera que mastican, mezclada con un adhesivo que segregan con sus excrementos. Los termiteros pueden estar bajo tierra o, como decíamos, en lo alto de los árboles, donde resultan muy conspicuos. A pesar de su frágil aspecto son excepcionalmente duros y resistentes. Los llamados osos hormigueros —que se alimentan con termitas— tienen que esforzarse mucho para romperlos con sus poderosas y puntiagudas uñas.
Las termitas o k’amas viven en colonias de entre 50 mil y 200 mil individuos divididos en castas de obreras, guerreras y reproductoras y regidas por una reina y un macho consorte. Las reproductoras, que poseen dos pares de alas, son las que aparecen en grandes números a comienzos de la temporada de lluvias. Lo hacen al parecer estimuladas por la alta humedad ambiente y con el propósito de establecerse en otros lugares para formar nuevas colonias. Esta salida en masa —los enjambres surgen simultáneamente de todos los termiteros de la zona— constituye una protección contra los depredadores. Al haber tantas termitas volando por aquí y por allá, sus enemigos no pueden acabar con todas y sobreviven las suficientes para formar nuevas colonias.
A pesar de su importancia tanto positiva como negativa —ayudan a reciclar la materia orgánica al descomponer la madera muerta en selvas y bosques, pero también son plagas caseras y en cultivos como la caña de azúcar o las plantaciones de eucalipto—, las termitas han sido muy poco estudiadas en México. Sólo se tiene registro en nuestro país de 79 de las 2 750 especies conocidas en el mundo (de las cuales unas 750 en América), aunque se estima que debemos tener entre 110 y 150, y únicamente se han realizado tres estudios regionales acerca de ellas. Uno en el sureste, donde se encontraron 23 especies en Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Son, por lo demás, estudios limitados, basados en colectas aisladas.
Así pues, ya lo sabe usted: las palomitas de San Juan son parte de esa pequeña fauna muy importante pero poco conocida que sólo de tiempo en tiempo se deja ver.
Fuente(s):
http://www.naturalezamaya.org/secciones/...
Son semejanza del aparecer de pronto
como el desaparecer luego de las lluvias,
arriesgando, biología de un tipo de termitas
las cuales tuvieran breve duración según el tiempo...