En Argentina no existe la optometría como profesión reconocida. En los últimos tiempos incluso se han generado fuertes polémicas al respecto, ya que el examen, diagnóstico y prescripción de problemas de salud ocular y visual es un acto médico, según la legislación argentina. Sin embargo, la Fundación Salud Visual de Argentina sostiene que la optometría no es un acto médico y por tanto debe ser considerada de interés público, más allá de que pueda o no afectar intereses individuales o sectoriales.
No obstante, en países donde la optometría está ampliamente desarrollada, está totalmente diferenciada de la labor de dispensación, siendo el optometrista el profesional de la salud dedicado a la atención visual primaria, prescribiendo las graduaciones que luego se harán en las ópticas (tanto para gafas como para lentes de contacto) y derivando a los oftalmólogos los casos patológicos (como una especie de "médico de cabecera" de los ojos). En otros como España, se solapan ambas facetas, la prescripción y la dispensación, al llevar poco tiempo como profesión reconocida.
EXISTE desde 1995 con la graduación de los primeros optometras con un plan y alcances reconocidos por el ministerio de educación. Actualmente se ha incorporado también la Univ Nac de La Plata. Hay quien pretende que para poder ejercerla exista una ley o reniegan de ella por no estar contemplada en viejas leyes anteriores a su creación y reconocimiento. ( como podría?). Parte de la Oftalmologia también reniega de ella no sólo por una competencia calificada sino por una situación de corrupcion existente en la que se exige a algunas Opticas un porcentaje de sus ganancias. En un mundo globalizado como el de hoy resulta anacrónico seguir tapando el sol con la mano.
En la Argentina rige el principio "el que receta no puede vender, el que vende no puede recetar".
Ni siquiera pueden coexistir en un mismo local una óptica y un consultorio.
La prescripción de anteojos o lentes de contacto tiene prácticamente el mismo rango que la prescripción de psicofármacos: la receta se copia, y se archiva en libros foliados.
A mí me parece bien.
Hasta aquí la teoría.
La práctica es que muchos técnicos ópticos recetan lentes, unos pocos por codicia pero las más de las veces presionados por pacientes que no quieren acudir a un médico oftalmólogo, ya sea por falta de tiempo, dinero o ganas.
El problema de base está en que el paciente promedio no tiene claro cuáles son las incumbencias de cada profesional. Muchos pacientes se sorprenden al saber que un oftalmólogo es, ante todo, un médico.
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En Argentina no existe la optometría como profesión reconocida. En los últimos tiempos incluso se han generado fuertes polémicas al respecto, ya que el examen, diagnóstico y prescripción de problemas de salud ocular y visual es un acto médico, según la legislación argentina. Sin embargo, la Fundación Salud Visual de Argentina sostiene que la optometría no es un acto médico y por tanto debe ser considerada de interés público, más allá de que pueda o no afectar intereses individuales o sectoriales.
No obstante, en países donde la optometría está ampliamente desarrollada, está totalmente diferenciada de la labor de dispensación, siendo el optometrista el profesional de la salud dedicado a la atención visual primaria, prescribiendo las graduaciones que luego se harán en las ópticas (tanto para gafas como para lentes de contacto) y derivando a los oftalmólogos los casos patológicos (como una especie de "médico de cabecera" de los ojos). En otros como España, se solapan ambas facetas, la prescripción y la dispensación, al llevar poco tiempo como profesión reconocida.
EXISTE desde 1995 con la graduación de los primeros optometras con un plan y alcances reconocidos por el ministerio de educación. Actualmente se ha incorporado también la Univ Nac de La Plata. Hay quien pretende que para poder ejercerla exista una ley o reniegan de ella por no estar contemplada en viejas leyes anteriores a su creación y reconocimiento. ( como podría?). Parte de la Oftalmologia también reniega de ella no sólo por una competencia calificada sino por una situación de corrupcion existente en la que se exige a algunas Opticas un porcentaje de sus ganancias. En un mundo globalizado como el de hoy resulta anacrónico seguir tapando el sol con la mano.
No, no los hay.
En la Argentina rige el principio "el que receta no puede vender, el que vende no puede recetar".
Ni siquiera pueden coexistir en un mismo local una óptica y un consultorio.
La prescripción de anteojos o lentes de contacto tiene prácticamente el mismo rango que la prescripción de psicofármacos: la receta se copia, y se archiva en libros foliados.
A mí me parece bien.
Hasta aquí la teoría.
La práctica es que muchos técnicos ópticos recetan lentes, unos pocos por codicia pero las más de las veces presionados por pacientes que no quieren acudir a un médico oftalmólogo, ya sea por falta de tiempo, dinero o ganas.
El problema de base está en que el paciente promedio no tiene claro cuáles son las incumbencias de cada profesional. Muchos pacientes se sorprenden al saber que un oftalmólogo es, ante todo, un médico.