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Antiguamente en las zonas rurales de chile, cuando fallecía un niño pequeño o un bebé, se tenía la costumbre de vestirlo de blanco (como a un angelito), y celebrar una especie de fiesta. Se le cantaba y bailaba. Se celebraba q llegaría al cielo debido a su inocencia, a haber muerto tan joven. Por eso nadie debía llorar, porque si no se le mojaban las alitas y no podía llegar al cielo.

La canción es de las q tocaban en esas ceremonias.