Un paladín es un protector de la hegemonía y legitimidad del rey. Los doce paladines representan en "La Canción de Roldán" las diferentes virtudes y defectos de los hombres corrientes, pero estereotipados en personajes cuya misión principal es salvaguardar el reinado carolingio.
El doce es un número mágico recogido de textos antiguos. Puedes verlo en los 12 signos del zodiaco, los 12 apóstoles de Cristo o las 12 tribus de Israel. Representa la universalidad, la esquematización del todo en la sociedad o en el cosmos. Por lo tanto, los doce paladines representan a todos los posibles defensores del estatus real de Carlomagno.
La espada de Roldán es una parte de la leyenda que se relata en "La canción de Roldán" (La Chanson de Roland) y en "El cantar de Roncesvalles" que supuestamente acompañó al emperador Carlomagno hasta que murió en combate. Es algo mítico que probablemente no existió, aunque se han hecho réplicas. Una de ellas puedes encontrarla en la ciudad de Toledo (España).
Espero que te sirva. Saludos.
PD: Aprovecho también para saludar a mis queridas amigas "Aquino" y "Victoria". Saludos a ellas también.
PaladÃn era cada uno de los doce legendarios guardianes de Carlomagno en los cantares de gesta de la denominada "materia de Francia" o ciclo carolingio. Su base histórica son los servidores del officium palatinum de la corte merovingia del siglo VIII y acontecimientos como la batalla de Roncesvalles y el enfrentamiento de los carolingios con los omeyas de Al-Ãndalus en la Marca Hispánica. A partir de su figura legendaria se creó la institución aristocrática de los Doce Pares de Francia.
Los nombres de los doce paladines varÃan de romance a romance, y a veces se cuentan más de doce paladines. Todas las historias hablan de paladines con los nombres Roland (castellanizado Roldán) y Olivier u Oliver. Otros recurren a personajes como el Arzobispo TurpÃn, Ogier de Dane, Huon de Burdeos, Fierabrás, Renaud de Montauban y Ganelón.
Las historias de los paladines de Carlomagno rivalizaron en popularidad con el ciclo artúrico de las historias del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda.
Cuenta la leyenda que el famoso Roland, llamado asà porque al nacer, cayó rodando al suelo (rouland). Era hijo de la princesa Berta, hermana de Carlomagno y del duque de Angers.
Cuando volvió en sÃ, y comprendio su precaria situación, se levantó con un sobrehumano esfuerzo apartando a su montura con ayuda de su poderosa espada Durandarte, y apoyándose sobre una roca. Dicen que todavia pueden verse las huellas de sus dedos sobre la piedra, como testimonio de su descomunal fortaleza.
Una vez allÃ, sólo tenÃa que trepar por las empinadas montañas que cerraban el valle. Pero el enemigo estaba cerca; ya podÃa escuchar el rumor de las tropas que lo perseguÃan, y notar el aliento de los perros que olfateban su rastro. No obstante al ver que la noche se acercaba, hizo un esfuerzo más y logró llegar ante el último repecho de la montaña.
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Un paladín es un protector de la hegemonía y legitimidad del rey. Los doce paladines representan en "La Canción de Roldán" las diferentes virtudes y defectos de los hombres corrientes, pero estereotipados en personajes cuya misión principal es salvaguardar el reinado carolingio.
El doce es un número mágico recogido de textos antiguos. Puedes verlo en los 12 signos del zodiaco, los 12 apóstoles de Cristo o las 12 tribus de Israel. Representa la universalidad, la esquematización del todo en la sociedad o en el cosmos. Por lo tanto, los doce paladines representan a todos los posibles defensores del estatus real de Carlomagno.
La espada de Roldán es una parte de la leyenda que se relata en "La canción de Roldán" (La Chanson de Roland) y en "El cantar de Roncesvalles" que supuestamente acompañó al emperador Carlomagno hasta que murió en combate. Es algo mítico que probablemente no existió, aunque se han hecho réplicas. Una de ellas puedes encontrarla en la ciudad de Toledo (España).
Espero que te sirva. Saludos.
PD: Aprovecho también para saludar a mis queridas amigas "Aquino" y "Victoria". Saludos a ellas también.
Los 12 paladines de Carlomagno aparecen en el Cantar de Roldán:
Roland — sobrino de Carlomagno y lÃder de los paladines
Olivier — amigo de Roland y aliado más fuerte
Gérin
Gérier
Bérengier
Otton
Samson
Engelier
Ivon
Ivoire
Anséis
Girard
La palabra PaladÃn proviene del latin palatinus ("oficial del palacio)
Durandal es el nombre de la espada de Roldán. http://es.wikipedia.org/wiki/Durandarte
La espada, no se encontró. Hay una leyenda que dice que está en el fondo del lago de Carucedo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Lago_de_Carucedo
Hay otra versión que dice que el caballero leonés Bernardo del Carpio tras vencer a Roldán cogió la espada Durandarte con la cual posteriormente fue enterrado en Peña Longa (Aguilar de Campoo).
Esta espada tenia el poder de convertir en piedra, todo aquello que la tocaba por la hoja norte.
Saludos!!!
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Saludos para ti también Miki!!! un placer encontrarte por estos lados y leer tus estupendas respuestas.
PaladÃn era cada uno de los doce legendarios guardianes de Carlomagno en los cantares de gesta de la denominada "materia de Francia" o ciclo carolingio. Su base histórica son los servidores del officium palatinum de la corte merovingia del siglo VIII y acontecimientos como la batalla de Roncesvalles y el enfrentamiento de los carolingios con los omeyas de Al-Ãndalus en la Marca Hispánica. A partir de su figura legendaria se creó la institución aristocrática de los Doce Pares de Francia.
Los nombres de los doce paladines varÃan de romance a romance, y a veces se cuentan más de doce paladines. Todas las historias hablan de paladines con los nombres Roland (castellanizado Roldán) y Olivier u Oliver. Otros recurren a personajes como el Arzobispo TurpÃn, Ogier de Dane, Huon de Burdeos, Fierabrás, Renaud de Montauban y Ganelón.
Las historias de los paladines de Carlomagno rivalizaron en popularidad con el ciclo artúrico de las historias del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda.
Ludovico Ariosto y Torquato Tasso, utilizaron en sus poemas épicos las hazañas de los paladines; y lo propio hizo Miguel de Cervantes en Don Quijote de la Mancha.
En lengua castellana hubo varias obras literarias que especÃficamente desarrollaban la leyenda de los paladines: en el siglo XVI apareció La historia del emperador Carlomagno y de los doce pares de Francia; en el siglo XVII, el poema épico El Bernardo, escrito en el Virreinato de la Nueva España, (hoy México), por Bernardo de Balbuena y publicado en las prensas de Diego Flamenco en Madrid en 1624.
Cuenta la leyenda que el famoso Roland, llamado asà porque al nacer, cayó rodando al suelo (rouland). Era hijo de la princesa Berta, hermana de Carlomagno y del duque de Angers.
Roland vivió su infancia en parajes campestres de Italia y Francia, en contacto abierto con la Naturaleza. Pasados los años, se convirtió en uno de los más famosos caballeros de la época, por su destresza, su porte arrogante y su extraordinaria bravura.
Con su tÃo Carlomagno, marchó un dÃa al histórico combate que habÃa de dar lugar a la derrota de Roncesvalles, en la que el emperador, viendo próxima la derrota y su ejército desvencijado, huyó por los montes. Roland, como un cadaver más, quedó allÃ, abandonado y herido, sepultado por el cuerpo inerte de su caballo.
Cuando volvió en sÃ, y comprendio su precaria situación, se levantó con un sobrehumano esfuerzo apartando a su montura con ayuda de su poderosa espada Durandarte, y apoyándose sobre una roca. Dicen que todavia pueden verse las huellas de sus dedos sobre la piedra, como testimonio de su descomunal fortaleza.
Roland contempló unos momentos el terrible panorama y trató de orientarse para buscar el camino a Francia; pero tuvo que hacerlo con cautela, porque el enemigo estaba al acecho. Después de dos dÃas y dos noches, de grandes penalidades, trepando y escondiéndose entre los riscos, Roland consiguió llegar hasta el valle de Ordesa.
Una vez allÃ, sólo tenÃa que trepar por las empinadas montañas que cerraban el valle. Pero el enemigo estaba cerca; ya podÃa escuchar el rumor de las tropas que lo perseguÃan, y notar el aliento de los perros que olfateban su rastro. No obstante al ver que la noche se acercaba, hizo un esfuerzo más y logró llegar ante el último repecho de la montaña.
Los doce paladines de Carlomagno, tal como aparecen en el Cantar de Roldán son:
Roland — sobrino de Carlomagno y lÃder de los paladines
Rhobar — amigo de Roland y aliado más fuerte
Gérin
Gérier
Bérengier
Otton
Samson
Engelier
Ivon
Ivoire
Anséis
Girard
Cecil