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Te quiero porque me querés y tal vez me quieras porque te quiero. La definición circular, que no sirve para nada más, funciona en estos casos.

Y entonces te quiero porque sé que tu mirada es especial, pero cuando viene hacia mí se ilumina no sé por qué... sin que yo lo merezca... pero hace eso.

Y entonces esa mirada es un resquicio que se abre a otro mundo al que nadie tiene acceso, salvo vos y yo.

-Pero ¿y los cantos? ¿y los sesos? ¿y el humor? ¿y el morfi? (dice ella)

-Bueno: en la tele hay mejores cantos, en los brolis hay mejores sesos, en el tiatro están lo lelutier y el Gato Dumas era macho... (dice él)

-¿qué querés decir con eso?

-Que si vamos a las cualidades, siempre se va a encontrar a alguien mejor en cada cosa...

-¿y?

-Tonta... que entonces no te amo por tus cualidades -que las adoro-, sino porque vos sos vos (la suma de tus cualidades y de tu esencia) y me mirás como me mirás. Y porque tenemos ese mundo en común, que es nuestro solo. ¿te parece poco?

-No... tenés razón... a mí me pasa lo mismo...

Y así se marcharon para cosechar el beso que crece en la penumbra.

... mírate al espejo del alma y dime, ¿cómo podría yo hacer para no amarte?

Le diría y se lo digo con frecuencia (y se lo estoy volviendo a decir ahora mismo):

Te amo por ser como eres.

Te amo por tu carácter y tu inteligencia. Te amo porque te admiro y porque en cinco minutos te puedes convertir en un tarad0 y también eso me gusta (eso lo dijiste tú, pero es cierto). Te amo porque te apareciste en mi vida como caído del cielo. Te amo porque cuando estoy contigo todo se me olvida, sólo existes tú. Te amo porque confío en ti a ciegas y a pesar de todo y te creo todo lo que me digas, sin importar si sea cierto o no. Te amo porque eres adorable y porque nunca me había sentido así antes, y porque eres lo último en que pienso cuando me voy a dormir y sueño contigo y también eres lo primero cuando despierto. Te amo por ser tú.

Oh, qué trágica mi respuesta...

Por tonto.

Un abrazo.

Te amo por tus cualidades, tus defectos, lo que aprendo de tí y lo que me haces avanzar en mi propio crecimiento. Porque con tus recriminaciones me haces ver mis errores, porque me reconvienes, y con la misma ternura con que me abrazas, así también me confrontas al espejo de mis propias realidades, a veces demasiado grandes o pequeñas para verlas por mí sola. Te amo no porque me completas, ni porque me haces feliz, sino porque compartimos la tranquilidad del amor, y todo lo que éste nos regala: el saber que nos pertenecemos y sentirnos plenos en un abrazo, tomados de la mano, o lejanos. Es no NECESITARTE, sino admirarte por ser, precisamente, así como sos.

Un saludo, Orkídea, gracias por el instante de reflexión.

Creo que hay una diferencia marcada entre sentir amor por alguien y sentir el deseo de darle amor a ese alguien.

Si me pregunto por qué amo a alguien, lo primero que me viene a la mente es ese cúmulo de cualidades del otro que me hacen tanto bien a mi.

Si en cambio me pregunto por qué le ofrezco mi amor a alguien, imagino que es en virtud de esas mismas cualidades pero ya no para mi placer.

Valga un ejemplo: cuando un artista me hace reir, me río porque me hace gracia "a mí", pero si me pongo de pié y lo aplaudo, esa entrega es solo para él.

pues kle diria (kosa ke ya he respondido)

yo no decido a kien amar, pero me tope kon la fortuna de ke seas tu

NO SE, TE QUIERO, Y PUNTO.SALUDOS

Orkidea te contesto con un pequeño poema

Si me preguntan

¿por qué te amo?

les diré que es un secreto

que en mi corazón llevo

y solo tu sabes

cuan grande es mi amor por ti

y cuánto de sincero.

porque eres espcial y unico asi te lo resumo