La Xenofobia es uno de los prejuicios con recelo, odio, fobia y rechazo contra los extranjeros, o, en general, contra los grupos étnicos diferentes, o contra personas cuya fisonomía social, política y cultural se desconoce.
El término homofobia se refiere a la aversión, odio, miedo, prejuicio o discriminación contra hombres o mujeres homosexuales, aunque también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual.
La xenofobia es el rechazo a los extranjeros o a grupos étnicos o religiosos diferentes. Un buen ejemplo es el rechazo a los judios por parte de los alemanes, en la segunda guerra mundial.
La vida es tuya, no la dejas en las manos de la ansiedad porque la puedes curar con este método https://tr.im/Tz5f3 . Son muchas las personas que sufren de ansiedad y entre ellos, fui y yo. Descubrir este método fue el mejor que me ha pasado en la vida porque gracias a ella he podido hacer frente a la ansiedad y curarla para siempre.
Ambas son aversiones a la alteridad, es decir al otro.
Ambas emergen porque existen representaciones sociales de cómo debe ser una persona. Aquí en México la imagen de la masculinidad es fundamentalista y el ataque al homosexual no es hacia el individuo, sin no a la posibilidad de que existen otras posibilidades de masculinidad.
La xenofobia mexicana la encuentras en los conceptos de chilango, cholo, jarocho, sinaloaita, oaxaco, yuca. todos estos despectivos indican que la distancia de comprensión y entendimiento se limita a un margen regional muy cerrado. Incluso en cada colonia o municipio vecino hay rivalidades.
La homofobia es una enfermedad psico-social que se define por tener odio a los homosexuales. La homofobia pertenece al mismo grupo que otras enfermedades parecidas, como el racismo, la xenofobia o el machismo. Este grupo de enfermedades se conoce con el nombre genérico de fascismo, y se fundamenta en el odio al otro, entendido éste como una entidad ajena y peligrosa, con valores particulares y extraños, amenzadores para la sociedad, y -lo que es peor- contagiosos.
La homofobia, como las demás variantes del fascismo, prepara siempre las condiciones del exterminio. Pasiva o activamente crea y consolida un marco de referencias agresivo contra los gais y las lesbianas, identificándoles como personas peligrosas, viciosas, ridículas, anormales, y enfermas, marcándoles con un estigma específico que es el cimiento para las acciones de violencia política (desigualdad legal), social (exclusión y escarnio públicos) o física (ataques y asesinatos).
Mientras que a lo largo del siglo XX los movimientos por la igualdad han conseguido importantes avances en los derechos de otros colectivos estigmatizados o excluidos, como las minorías raciales o las mujeres, la homofobia sigue perviviendo en la sociedad impunemente, sin que haya una conciencia colectiva de su peligro. Muestra de esta situación es que, por ejemplo, todavía en muchos países las relaciones homosexuales están penalizadas, se escuchan chistes de mariquitas en los medios de comunicación, lesbianas y gais son agredidos por bandas de neonazis, se hacen redadas policiales en los locales de ambiente gais, y sus derechos no están equiparados a los de las personas heterosexuales. Todo el mundo recuerda que los nazis exterminaron a varios millones de judíos; nadie recuerda que también exterminaron a cientos de miles de homosexuales, y que tras la derrota nazi muchos de ellos siguieron en prisión porque en Alemania (antes y después de la 2ª Guerra Mundial) la homosexualidad era delito. A nadie se le ocurre hoy hacer un chiste antisemita en la radio o en la televisión; en cambio, todas las semanas escuchamos chistes homófobos en estos medios. ¿Por qué?
Porque aún no hay instrumentos suficientes para que la homofobia sea nombrada, pensada, combatida con rotundidad. 1997 fue el Año Europeo contra el racismo y la xenofobia, hubo cientos de actos para concienciar a la sociedad contra estas variantes del fascismo; no se celebró ningún acto contra la homofobia. La Real Academia se ha negado a incluir el término "homofobia" en el diccionario, tras solicitarlo varias veces distintos colectivos gais y antirracistas.
La homofobia tiene una larga tradición en la historia de la humanidad, no tiene un origen único, ni una cabeza visible, ni un objetivo, ni una razón histórica, está enraizada en diferentes culturas, épocas, clases sociales, instituciones. ¿Cómo combatirla? He aquí algunos frentes:
- Desde la infancia: los niños aprenden de lo que ven y oyen. En un hogar donde los padres (o uno de ellos) son homófobos, donde se escuchan comentarios o insultos contra los homosexuales, se está fomentando la futura homofobia de los niños. Esto tiene dos graves consecuencias para ellos: si el niño/niña tiene deseos homosexuales, se verá traumatizado por ese ambiente hostil y será incapaz de poder asumir con naturalidad su deseo; además -independientemente de su opción sexual- estaremos criando a un futuro homófobo, y reproduciendo por tanto un sistema fascista. Los padres deben tomar consciencia de esta situación.
- Desde la escuela: la escuela es un lugar fundamental de socialización y adquisición de valores; es imprescindible introducir en las escuelas programas educativos tolerantes con las diferemtes opciones sexuales y críticos contra la homofobia, y que los docentes se comprometan en esa misma crítica.
- Desde el lenguaje: el lenguaje cotidiano está lleno de expresiones homófobas, que traducen y legitiman ese estado de odio y agresión: maricón, dar por el culo, bollera, tortillera, ir a tomar por el culo, bujarrón, sarasa, moña... la riqueza del castellano en este ámbito es casi ilimitada, fiel reflejo de nuestra igualmente rica tradición homófoba. Hay que denunciar ese lenguaje, desenmascarando su violencia interna, e incluir el término "homofobia" en el diccionario.
- Desde las instituciones: el Estado, el Ejército y la Iglesia son tres instituciones tradicionalmente homófobas. El Estado aprueba el matrimonio entre parejas de distinto sexo, concediendo unos derechos legítimos a estos ciudadanos, y margina por razones de orientación sexual a otras personas, lo cual es inconstitucional. El Ejército persigue activamente a las personas homosexuales cuando están bajo su jurisdicción, e inculca valores homófobos y machistas. La Iglesia Católica, fiel a su histórica tradición de promotora de exterminios, sigue atacando las relaciones homosexuales con declaraciones agresivas, y promoviendo el odio hacia las personas homosexuales. Lo mismo ocurre con la mayoría de las demás religiones del mundo. Por tanto, hay que exigir a estas instituciones que abandonen sus posiciones homófobas y que colaboren a erradicar la persecución contra gais y lesbianas.
- Desde los movimientos sociales y políticos: los grupos de crítica social, tradicionalmente identificados con el nombre genérico de izquierda (socialismo, comunismo, anarquismo, etc), siempre han dejado de lado el problema de la homofobia, cuando no han participado activamente en ella (Castro, Stalin). Las ONGs antirracistas tampoco han tomado conciencia hasta hace poco de la necesidad de incluir el trabajo contra la homofobia como uno de sus objetivos. Los grupos políticos conservadores siempre han estado a favor de la homofobia (Reagan, Tatcher), financiando a grupos parafascistas homófobos, o rechazando iniciativas legales de igualdad (Felipe González, Aznar).
- Desde el mundo académico-científico: el discurso médico tomó el relevo en el siglo XIX a la religión en la tarea de estigmatizar y reprimir ciertas opciones sexuales: de ahí nace a finales del XIX la categoría de homosexualidad como enfermedad, una de las raíces de la homofobia del siglo XX. Los discursos médicos, psiquiátricos, sociológicos, y de la ciencia en general deben abandonar sus estrategias de segregación y dejar de señalar la homosexualidad como algo específico, desviado, anormal o enfermizo.
- Desde los medios de comunicación: la radio, la prensa, la televisión, transmiten continuamente imágenes y contenidos homófobos. Por ejemplo, cuando hay un asesinato, si el asesino es gai, se incluye este dato como relevante en el titular, si es heterosexual se omite. Esa manera de dar una noticia es abiertamente homófoba, y manipuladora. La radio y la televisión emiten chistes que hacen escarnio y burla de lesbianas y gais, e introducen imágenes pintorescas para ridiculizar a los homosexuales. Los profesionales de estos medios deben comprometerse para abandonar ese tipo de prácticas homofóbicas.
- Desde los propios homosexales: gais y lesbianas tenemos la responsabilidad de luchar contra la homofobia, organizándonos, manifestándonos, saliendo del armario, perdiendo el miedo, reivindicando nuestros derechos, denunciando las agresiones, haciéndonos visibles para atacar a los homófobos, para que el resto de la sociedad sepa que existimos y entienda que la lucha contra el fascismo es una lucha de todos.
Xenofobia: Una fobia es un temor irracional y persistente hacia un objeto cualquiera. La xenofobia (odio u hostilidad hacia los extranjeros)está emparentada con el racismo y el etnocentrismo. Ha estado siempre presente en el ánimo humano(Los antropólogos lo han advertido en los pueblos arcaicos) En nuestros días existen brotes de xenofobia en Europa, EEUU y en el Japón. La explicación de la existencia de esta fobia radica en problemas o cuestiones de índole económico, los extranjeros aparecen como competidores desleales en la procura de trabajo y permiten que empleadores inescrupulosos los utilicen para disminuir sus costos.
Mucho se ha escrito acerca de las ventajas y las desventajas de las migraciones internacionales. Quienes están en contra señalan que la presencia de mano de obra extranjera barata es en definitiva un perjuicio económico pues retrasa la modernización, crea problemas sociales de todo tipo (delincuencia y violencia urbana principalmente), y deterioran las estructuras demográficas (los migrantes son primordialmente hombres jóvenes); agregan que los países de emigración también se perjudiacan pues pierden sus trabajadores más activos. En cambio, quienes están a favor argumentan que las migraciones internacionales equilibran el mercado mundial del trabajo y en algunos casos permiten la sobrevivencia de quienes no migran y en tal sentido citan el caso representado por los 2000000 de senegaleses que trabajan en el exterior y que, con sus remesas de dinero, permiten sobrevivir a los 5000000 de compatriotas que no migraron.
La migración es la válvula de escape para los pueblos pobres y es difícil prever una finalización de esos desplazamientos en plazo breve e incluso es posible que aumenten progresivamente. Un ejemplo característico es el caso correspondiente a los Estados Unidos.
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La Xenofobia es uno de los prejuicios con recelo, odio, fobia y rechazo contra los extranjeros, o, en general, contra los grupos étnicos diferentes, o contra personas cuya fisonomía social, política y cultural se desconoce.
El término homofobia se refiere a la aversión, odio, miedo, prejuicio o discriminación contra hombres o mujeres homosexuales, aunque también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual.
espero te sirva
La homofobia es el rechazo a los homosexuales.
La xenofobia es el rechazo a los extranjeros o a grupos étnicos o religiosos diferentes. Un buen ejemplo es el rechazo a los judios por parte de los alemanes, en la segunda guerra mundial.
La vida es tuya, no la dejas en las manos de la ansiedad porque la puedes curar con este método https://tr.im/Tz5f3 . Son muchas las personas que sufren de ansiedad y entre ellos, fui y yo. Descubrir este método fue el mejor que me ha pasado en la vida porque gracias a ella he podido hacer frente a la ansiedad y curarla para siempre.
Homofobia es fobia y odio hacia homosexuales y lesbianas y xenofobia hacia otras razas
homofobia se refiere a la aversión, odio, miedo, prejuicio o discriminación contra hombres o mujeres homosexuales
homofobia Aversión obsesiva hacia las personas homosexuales.
xenofobia Odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros.
Ambas son aversiones a la alteridad, es decir al otro.
Ambas emergen porque existen representaciones sociales de cómo debe ser una persona. Aquí en México la imagen de la masculinidad es fundamentalista y el ataque al homosexual no es hacia el individuo, sin no a la posibilidad de que existen otras posibilidades de masculinidad.
La xenofobia mexicana la encuentras en los conceptos de chilango, cholo, jarocho, sinaloaita, oaxaco, yuca. todos estos despectivos indican que la distancia de comprensión y entendimiento se limita a un margen regional muy cerrado. Incluso en cada colonia o municipio vecino hay rivalidades.
la diferencia q existes es q homofobia es el terror,panico o odio que se tiene hacia los homosexuales y xenofobia es hacia los extranjeros.
hola,
mira homofobia es odio a los homosexsuales
y xenofobia odio a los extranjeros....
aki t lo explika
homofobia..........
http://es.wikipedia.org/wiki/Base_biol%C3%B3gica_d...
xenofobia..............
http://es.wikipedia.org/wiki/Xenofobia
buena pregunta.
HOMOFOBIA
La homofobia es una enfermedad psico-social que se define por tener odio a los homosexuales. La homofobia pertenece al mismo grupo que otras enfermedades parecidas, como el racismo, la xenofobia o el machismo. Este grupo de enfermedades se conoce con el nombre genérico de fascismo, y se fundamenta en el odio al otro, entendido éste como una entidad ajena y peligrosa, con valores particulares y extraños, amenzadores para la sociedad, y -lo que es peor- contagiosos.
La homofobia, como las demás variantes del fascismo, prepara siempre las condiciones del exterminio. Pasiva o activamente crea y consolida un marco de referencias agresivo contra los gais y las lesbianas, identificándoles como personas peligrosas, viciosas, ridículas, anormales, y enfermas, marcándoles con un estigma específico que es el cimiento para las acciones de violencia política (desigualdad legal), social (exclusión y escarnio públicos) o física (ataques y asesinatos).
Mientras que a lo largo del siglo XX los movimientos por la igualdad han conseguido importantes avances en los derechos de otros colectivos estigmatizados o excluidos, como las minorías raciales o las mujeres, la homofobia sigue perviviendo en la sociedad impunemente, sin que haya una conciencia colectiva de su peligro. Muestra de esta situación es que, por ejemplo, todavía en muchos países las relaciones homosexuales están penalizadas, se escuchan chistes de mariquitas en los medios de comunicación, lesbianas y gais son agredidos por bandas de neonazis, se hacen redadas policiales en los locales de ambiente gais, y sus derechos no están equiparados a los de las personas heterosexuales. Todo el mundo recuerda que los nazis exterminaron a varios millones de judíos; nadie recuerda que también exterminaron a cientos de miles de homosexuales, y que tras la derrota nazi muchos de ellos siguieron en prisión porque en Alemania (antes y después de la 2ª Guerra Mundial) la homosexualidad era delito. A nadie se le ocurre hoy hacer un chiste antisemita en la radio o en la televisión; en cambio, todas las semanas escuchamos chistes homófobos en estos medios. ¿Por qué?
Porque aún no hay instrumentos suficientes para que la homofobia sea nombrada, pensada, combatida con rotundidad. 1997 fue el Año Europeo contra el racismo y la xenofobia, hubo cientos de actos para concienciar a la sociedad contra estas variantes del fascismo; no se celebró ningún acto contra la homofobia. La Real Academia se ha negado a incluir el término "homofobia" en el diccionario, tras solicitarlo varias veces distintos colectivos gais y antirracistas.
La homofobia tiene una larga tradición en la historia de la humanidad, no tiene un origen único, ni una cabeza visible, ni un objetivo, ni una razón histórica, está enraizada en diferentes culturas, épocas, clases sociales, instituciones. ¿Cómo combatirla? He aquí algunos frentes:
- Desde la infancia: los niños aprenden de lo que ven y oyen. En un hogar donde los padres (o uno de ellos) son homófobos, donde se escuchan comentarios o insultos contra los homosexuales, se está fomentando la futura homofobia de los niños. Esto tiene dos graves consecuencias para ellos: si el niño/niña tiene deseos homosexuales, se verá traumatizado por ese ambiente hostil y será incapaz de poder asumir con naturalidad su deseo; además -independientemente de su opción sexual- estaremos criando a un futuro homófobo, y reproduciendo por tanto un sistema fascista. Los padres deben tomar consciencia de esta situación.
- Desde la escuela: la escuela es un lugar fundamental de socialización y adquisición de valores; es imprescindible introducir en las escuelas programas educativos tolerantes con las diferemtes opciones sexuales y críticos contra la homofobia, y que los docentes se comprometan en esa misma crítica.
- Desde el lenguaje: el lenguaje cotidiano está lleno de expresiones homófobas, que traducen y legitiman ese estado de odio y agresión: maricón, dar por el culo, bollera, tortillera, ir a tomar por el culo, bujarrón, sarasa, moña... la riqueza del castellano en este ámbito es casi ilimitada, fiel reflejo de nuestra igualmente rica tradición homófoba. Hay que denunciar ese lenguaje, desenmascarando su violencia interna, e incluir el término "homofobia" en el diccionario.
- Desde las instituciones: el Estado, el Ejército y la Iglesia son tres instituciones tradicionalmente homófobas. El Estado aprueba el matrimonio entre parejas de distinto sexo, concediendo unos derechos legítimos a estos ciudadanos, y margina por razones de orientación sexual a otras personas, lo cual es inconstitucional. El Ejército persigue activamente a las personas homosexuales cuando están bajo su jurisdicción, e inculca valores homófobos y machistas. La Iglesia Católica, fiel a su histórica tradición de promotora de exterminios, sigue atacando las relaciones homosexuales con declaraciones agresivas, y promoviendo el odio hacia las personas homosexuales. Lo mismo ocurre con la mayoría de las demás religiones del mundo. Por tanto, hay que exigir a estas instituciones que abandonen sus posiciones homófobas y que colaboren a erradicar la persecución contra gais y lesbianas.
- Desde los movimientos sociales y políticos: los grupos de crítica social, tradicionalmente identificados con el nombre genérico de izquierda (socialismo, comunismo, anarquismo, etc), siempre han dejado de lado el problema de la homofobia, cuando no han participado activamente en ella (Castro, Stalin). Las ONGs antirracistas tampoco han tomado conciencia hasta hace poco de la necesidad de incluir el trabajo contra la homofobia como uno de sus objetivos. Los grupos políticos conservadores siempre han estado a favor de la homofobia (Reagan, Tatcher), financiando a grupos parafascistas homófobos, o rechazando iniciativas legales de igualdad (Felipe González, Aznar).
- Desde el mundo académico-científico: el discurso médico tomó el relevo en el siglo XIX a la religión en la tarea de estigmatizar y reprimir ciertas opciones sexuales: de ahí nace a finales del XIX la categoría de homosexualidad como enfermedad, una de las raíces de la homofobia del siglo XX. Los discursos médicos, psiquiátricos, sociológicos, y de la ciencia en general deben abandonar sus estrategias de segregación y dejar de señalar la homosexualidad como algo específico, desviado, anormal o enfermizo.
- Desde los medios de comunicación: la radio, la prensa, la televisión, transmiten continuamente imágenes y contenidos homófobos. Por ejemplo, cuando hay un asesinato, si el asesino es gai, se incluye este dato como relevante en el titular, si es heterosexual se omite. Esa manera de dar una noticia es abiertamente homófoba, y manipuladora. La radio y la televisión emiten chistes que hacen escarnio y burla de lesbianas y gais, e introducen imágenes pintorescas para ridiculizar a los homosexuales. Los profesionales de estos medios deben comprometerse para abandonar ese tipo de prácticas homofóbicas.
- Desde los propios homosexales: gais y lesbianas tenemos la responsabilidad de luchar contra la homofobia, organizándonos, manifestándonos, saliendo del armario, perdiendo el miedo, reivindicando nuestros derechos, denunciando las agresiones, haciéndonos visibles para atacar a los homófobos, para que el resto de la sociedad sepa que existimos y entienda que la lucha contra el fascismo es una lucha de todos.
Xenofobia: Una fobia es un temor irracional y persistente hacia un objeto cualquiera. La xenofobia (odio u hostilidad hacia los extranjeros)está emparentada con el racismo y el etnocentrismo. Ha estado siempre presente en el ánimo humano(Los antropólogos lo han advertido en los pueblos arcaicos) En nuestros días existen brotes de xenofobia en Europa, EEUU y en el Japón. La explicación de la existencia de esta fobia radica en problemas o cuestiones de índole económico, los extranjeros aparecen como competidores desleales en la procura de trabajo y permiten que empleadores inescrupulosos los utilicen para disminuir sus costos.
Mucho se ha escrito acerca de las ventajas y las desventajas de las migraciones internacionales. Quienes están en contra señalan que la presencia de mano de obra extranjera barata es en definitiva un perjuicio económico pues retrasa la modernización, crea problemas sociales de todo tipo (delincuencia y violencia urbana principalmente), y deterioran las estructuras demográficas (los migrantes son primordialmente hombres jóvenes); agregan que los países de emigración también se perjudiacan pues pierden sus trabajadores más activos. En cambio, quienes están a favor argumentan que las migraciones internacionales equilibran el mercado mundial del trabajo y en algunos casos permiten la sobrevivencia de quienes no migran y en tal sentido citan el caso representado por los 2000000 de senegaleses que trabajan en el exterior y que, con sus remesas de dinero, permiten sobrevivir a los 5000000 de compatriotas que no migraron.
La migración es la válvula de escape para los pueblos pobres y es difícil prever una finalización de esos desplazamientos en plazo breve e incluso es posible que aumenten progresivamente. Un ejemplo característico es el caso correspondiente a los Estados Unidos.