¿alguien leyó "el juguete rabioso" de Roberto arlt?
Tengo que analizar la tematica de lo real y lo ireal, el deseo y el deber de silvio. Pero no se a que se refiere con eso. Si alguen me puede ayudar se lo agradeceria mucho.
La primera novela de Roberto Arlt narra en cuatro episodios la lucha de un adolescente (Silvio Astier) por escapar de la miseria y humillación a la que se ve sometido como consecuencia de su condición social, marcada por la marginación y la pobreza. Como en los claros referentes de la novela picaresca, el héroe —o antihéroe— trata de conquistar el paraíso de la abundancia sin obtener más que tropiezos caricaturescos en un entramado hostil, repleto de personajes patéticos, ruines y desesperados que Silvio soporta con aires de resignación con tonos masoquistas: «Ya no tengo ni encuentro palabras con las que pedir misericordia. Baldía y fea como una rodilla desnuda es mi alma.». La evolución del personaje a través de la experiencia, le conduce nada más que a un pozo negro y grande idéntico a su barrio, un mundo triste de valores y absurdas situaciones donde la injusticia dicta las leyes en cada gremio y estamento: «Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo».
Y así, el papel donde Astier describe su lucha por la vida, cada día está más humedecido. El pesimismo agarrota sus sentidos: «A mis oídos llegan voces distantes, resplandores pirotécnicos, pero yo estoy aquí, solo, agarrado por mi tierra de miseria como con nueve pernos».
Cuando Silvio Astier toma conciencia de que nunca formará parte de ese otro mundo es derrotado por la rabia: «Estremecido de odio, encendí un cigarrillo y malignamente arrollé la colilla encendida encima de un bulto humano que dormía acurrucado en un pórtico».
Finalmente, decide matarse, y en su defecto —también fracasa— hacer de sí mismo un muerto en vida, renunciando a la lucha y alejándose a través de una traición aparentemente contradictoria, ya que acepta a la vez que modifica las convenciones sociales —«si hago eso destruiré al hombre más noble que he conocido»— condenándose a no tener nada para partir de cero en una nueva búsqueda, quizás para romper el último lazo que le pudiera unir al mundo que desprecia.
Astier, o Arlt por las tantas similitudes, toma el camino del orgullo y la venganza: su victoria económica es menor. Se trata de ser un ser excepcional, único, por un extremo o el contrario: «yo, por mi inquietud me siento, a pesar de mi canallería, superior a usted», y es así, a través de la infamia, como Arlt, o Astier, se sitúan por encima de consideraciones morales, siendo la hipocresía, la perversidad y por supuesto, la ironía, las armas de su triunfo: «El recuerdo, semejante a un diente podrido, estaría en mí, y su hedor me enturbiaría todas las fragancias de la tierra, pero a medida que ubicaba el hecho en la distancia, mi perversidad encontraba interesante la infamia».
La obra nos habla de algún modo de la propia historia de Arlt. No siendo exactamente autobiográfica, la vida de Silvio Astier, el protagonista, posee ciertos referentes imposibles de evadir si de la historia de su autor se trata; una marca concreta es el empleo de Astier como vendedor en una librería. Pero referirse a esta novela en términos de relaciones biográficas sería un error, pues este juguete está envuelto en grandes capas de grueso y rugoso papel.
Los envoltorios de este juguete son ásperos, duelen. La pobreza, la marginación, la imposibilidad de ascender y concretar sueños, son apenas algunas de las heridas marcadas en la piel de Astier, y serán estas lesiones y la incapacidad de doblegar las ansias y el orgullo, las que lo conducirán a robar. Silvio Astier verá no sólo lacerados sus sueños, sino que dolida su vida.
El trabajo humilde y salariado es el único remedio que ve la madre, pero aunque Silvio opte por él, finalmente conducirá sus pasos por el crimen, la envidia y vivirá traiciones y humillación en aquellos lugares donde el latrocinio es lo que se impone, lo que él se impuso.
El escritor juega con un artefacto, es decir, toma un instrumento y le quita sus funciones normales para convertirlo en otra cosa. Pero esta cosa no es algo inerte, sino que se subleva de modo enrabiado contra su autor y contra sus lectores. Les estalla en las manos, los obliga a ponerse activos, defenderse o complicarse con el curioso artefacto.
Para trabajar con tan riesgosa maquinaria, Arlt contaba con un dispositivo aparentemente escaso. No era un escritor de la tradición letrada, sobreescrita, culterana, que había cobrado identidad «profesional» a partir del modernismo. No contaba con la enciclopedia lingüística y literaria de un Lugones o un Larreta, con la ambición de polígrafos que animaba a Ricardo Rojas o a Manuel Gálvez. Tampoco sumaba las astucias de biblioteca de su contemporáneo Borges. Ni siquiera lo inquietaban las novedades técnicas y las densas justificaciones doctrinarias de las vanguardias, que proliferaban en los tiempos de su juventud.
No es considerada una novela de hoy, pero “El rabioso juguete” sigue funcionando, estallando en rabietas e interesando a gentes que están lejos de los lugares y los instantes que rodearon su aparición. Sus aventureros, sus delirantes, sus locos, sus mujercitas, sus mujerzuelas, sus maniáticos, sus revolucionarios, sus déspotas, sus ladronzuelos, sus rufianes, pertenecen para siempre al siglo XX que, fue problemático. Nos vuelven capaces de horrorizarnos de sus desvaríos hasta la compasión porque son los nuestros. No lo sabíamos hasta que Roberto Arlt fue capaz de mostrárnoslos.
“El rabioso juguete” da en la cara de la modernidad con su sentido crítico, su sensibilidad, su denuncia, el rescate de los personajes marginales, la otra cara de la idealización, el realismo crudo y lúcido, la esperanza módica y las grandes pasiones albergadas en los pequeños cuerpos de sus protagonistas inolvidables. Por otro lado merece ser destacado la actualidad que presenta para los habitantes de la Argentina del siglo XXI.
Por lo que observamos en la novela, la manifestación hostil de la ciudad hacia Silvio, el hecho de que lo expulsa de un lado a otro y lo degenera, podemos situara Roberto Arlt como precursor de la narrativa urbana, ya que éste eleva la ciudad del estatuto de escenario y ambiente, para el de personaje.
La novela, es por tema y tratamiento una novela de formación con muchos recursos, donde se describe las andanzas picarescas de Silvio Astier por los arrabales bonaerenses, y aunque tiene la sinceridad de mostrar un mundo que hasta entonces había sido poco tratado por los argentinos , la marginalidad urbana. Su verdadero interés estriba en el final de la obra, cuando Astier delata el robo que planea hacer su mejor amigo y lanza una perturbadora apología de la traición: "Hay momentos en nuestra vida", dice Astier, "en que tenemos necesidad de ser canallas, de ensuciarnos hasta adentro, de hacer alguna infamia (...) de destrozar para siempre la vida de un hombre (...) y después de hecho eso podremos volver a caminar tranquilos".
Al igual que en la novela picaresca, el héroe —o antihéroe— trata de conquistar el paraíso de la abundancia sin obtener más que tropiezos caricaturescos en un entramado hostil, repleto de personajes patéticos, ruines y desesperados que Silvio soporta con aires de resignación con tonos masoquistas: «Ya no tengo ni encuentro palabras con las que pedir misericordia. Baldía y fea como una rodilla desnuda es mi alma.». La evolución del personaje a través de la experiencia, le conduce nada más que a un pozo negro y grande idéntico a su barrio, un mundo triste de valores y absurdas situaciones donde la injusticia dicta las leyes en cada gremio y estamento: «Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo».
Así, el papel donde Astier describe su lucha por la vida, cada día está más humedecido. El pesimismo agarrota sus sentidos, asi lo muestra el fragmento: «A mis oídos llegan voces distantes, resplandores pirotécnicos, pero yo estoy aquí, solo, agarrado por mi tierra de miseria como con nueve pernos».
Cuando Silvio Astier toma conciencia de que nunca formará parte de ese otro mundo es derrotado por la rabia: «Estremecido de odio, encendí un cigarrillo y malignamente arrollé la colilla encendida encima de un bulto humano que dormía acurrucado en un pórtico».
Astier, toma el camino del orgullo y la venganza: su victoria económica es menor, se trata de ser un ser excepcional, único, por un extremo o el contrario: «yo, por mi inquietud me siento, a pesar de mi canallería, superior a usted», y es así, a través de la infamia, como Arlt, o Astier, se sitúan por encima de consideraciones morales, siendo la hipocresía, la perversidad y por supuesto, la ironía, las armas de su triunfo: «El recuerdo, semejante a un diente podrido, estaría en mí, y su hedor me enturbiaría todas las fragancias de la tierra, pero a medida que ubicaba el hecho en la distancia, mi perversidad encontraba interesante la infamia».
Para concluir cabe destacar el carácter realista que presenta la novela, reflejado en el protagonista ( Astier) como si se tratase de la propia historia de Arlt.
Se trata de una obra con una gran cantidad de recursos ,que es lo que le da ese carácter tan real, donde Arlt trata con toda naturalidad los temas que realmente le preocupan y han formado parte de su vida.
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Si, lo he leído y es maravilloso.
espero te sirva,
db
La primera novela de Roberto Arlt narra en cuatro episodios la lucha de un adolescente (Silvio Astier) por escapar de la miseria y humillación a la que se ve sometido como consecuencia de su condición social, marcada por la marginación y la pobreza. Como en los claros referentes de la novela picaresca, el héroe —o antihéroe— trata de conquistar el paraíso de la abundancia sin obtener más que tropiezos caricaturescos en un entramado hostil, repleto de personajes patéticos, ruines y desesperados que Silvio soporta con aires de resignación con tonos masoquistas: «Ya no tengo ni encuentro palabras con las que pedir misericordia. Baldía y fea como una rodilla desnuda es mi alma.». La evolución del personaje a través de la experiencia, le conduce nada más que a un pozo negro y grande idéntico a su barrio, un mundo triste de valores y absurdas situaciones donde la injusticia dicta las leyes en cada gremio y estamento: «Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo».
Y así, el papel donde Astier describe su lucha por la vida, cada día está más humedecido. El pesimismo agarrota sus sentidos: «A mis oídos llegan voces distantes, resplandores pirotécnicos, pero yo estoy aquí, solo, agarrado por mi tierra de miseria como con nueve pernos».
Cuando Silvio Astier toma conciencia de que nunca formará parte de ese otro mundo es derrotado por la rabia: «Estremecido de odio, encendí un cigarrillo y malignamente arrollé la colilla encendida encima de un bulto humano que dormía acurrucado en un pórtico».
Finalmente, decide matarse, y en su defecto —también fracasa— hacer de sí mismo un muerto en vida, renunciando a la lucha y alejándose a través de una traición aparentemente contradictoria, ya que acepta a la vez que modifica las convenciones sociales —«si hago eso destruiré al hombre más noble que he conocido»— condenándose a no tener nada para partir de cero en una nueva búsqueda, quizás para romper el último lazo que le pudiera unir al mundo que desprecia.
Astier, o Arlt por las tantas similitudes, toma el camino del orgullo y la venganza: su victoria económica es menor. Se trata de ser un ser excepcional, único, por un extremo o el contrario: «yo, por mi inquietud me siento, a pesar de mi canallería, superior a usted», y es así, a través de la infamia, como Arlt, o Astier, se sitúan por encima de consideraciones morales, siendo la hipocresía, la perversidad y por supuesto, la ironía, las armas de su triunfo: «El recuerdo, semejante a un diente podrido, estaría en mí, y su hedor me enturbiaría todas las fragancias de la tierra, pero a medida que ubicaba el hecho en la distancia, mi perversidad encontraba interesante la infamia».
La obra nos habla de algún modo de la propia historia de Arlt. No siendo exactamente autobiográfica, la vida de Silvio Astier, el protagonista, posee ciertos referentes imposibles de evadir si de la historia de su autor se trata; una marca concreta es el empleo de Astier como vendedor en una librería. Pero referirse a esta novela en términos de relaciones biográficas sería un error, pues este juguete está envuelto en grandes capas de grueso y rugoso papel.
Los envoltorios de este juguete son ásperos, duelen. La pobreza, la marginación, la imposibilidad de ascender y concretar sueños, son apenas algunas de las heridas marcadas en la piel de Astier, y serán estas lesiones y la incapacidad de doblegar las ansias y el orgullo, las que lo conducirán a robar. Silvio Astier verá no sólo lacerados sus sueños, sino que dolida su vida.
El trabajo humilde y salariado es el único remedio que ve la madre, pero aunque Silvio opte por él, finalmente conducirá sus pasos por el crimen, la envidia y vivirá traiciones y humillación en aquellos lugares donde el latrocinio es lo que se impone, lo que él se impuso.
El escritor juega con un artefacto, es decir, toma un instrumento y le quita sus funciones normales para convertirlo en otra cosa. Pero esta cosa no es algo inerte, sino que se subleva de modo enrabiado contra su autor y contra sus lectores. Les estalla en las manos, los obliga a ponerse activos, defenderse o complicarse con el curioso artefacto.
Para trabajar con tan riesgosa maquinaria, Arlt contaba con un dispositivo aparentemente escaso. No era un escritor de la tradición letrada, sobreescrita, culterana, que había cobrado identidad «profesional» a partir del modernismo. No contaba con la enciclopedia lingüística y literaria de un Lugones o un Larreta, con la ambición de polígrafos que animaba a Ricardo Rojas o a Manuel Gálvez. Tampoco sumaba las astucias de biblioteca de su contemporáneo Borges. Ni siquiera lo inquietaban las novedades técnicas y las densas justificaciones doctrinarias de las vanguardias, que proliferaban en los tiempos de su juventud.
No es considerada una novela de hoy, pero “El rabioso juguete” sigue funcionando, estallando en rabietas e interesando a gentes que están lejos de los lugares y los instantes que rodearon su aparición. Sus aventureros, sus delirantes, sus locos, sus mujercitas, sus mujerzuelas, sus maniáticos, sus revolucionarios, sus déspotas, sus ladronzuelos, sus rufianes, pertenecen para siempre al siglo XX que, fue problemático. Nos vuelven capaces de horrorizarnos de sus desvaríos hasta la compasión porque son los nuestros. No lo sabíamos hasta que Roberto Arlt fue capaz de mostrárnoslos.
“El rabioso juguete” da en la cara de la modernidad con su sentido crítico, su sensibilidad, su denuncia, el rescate de los personajes marginales, la otra cara de la idealización, el realismo crudo y lúcido, la esperanza módica y las grandes pasiones albergadas en los pequeños cuerpos de sus protagonistas inolvidables. Por otro lado merece ser destacado la actualidad que presenta para los habitantes de la Argentina del siglo XXI.
Por lo que observamos en la novela, la manifestación hostil de la ciudad hacia Silvio, el hecho de que lo expulsa de un lado a otro y lo degenera, podemos situara Roberto Arlt como precursor de la narrativa urbana, ya que éste eleva la ciudad del estatuto de escenario y ambiente, para el de personaje.
La novela, es por tema y tratamiento una novela de formación con muchos recursos, donde se describe las andanzas picarescas de Silvio Astier por los arrabales bonaerenses, y aunque tiene la sinceridad de mostrar un mundo que hasta entonces había sido poco tratado por los argentinos , la marginalidad urbana. Su verdadero interés estriba en el final de la obra, cuando Astier delata el robo que planea hacer su mejor amigo y lanza una perturbadora apología de la traición: "Hay momentos en nuestra vida", dice Astier, "en que tenemos necesidad de ser canallas, de ensuciarnos hasta adentro, de hacer alguna infamia (...) de destrozar para siempre la vida de un hombre (...) y después de hecho eso podremos volver a caminar tranquilos".
Al igual que en la novela picaresca, el héroe —o antihéroe— trata de conquistar el paraíso de la abundancia sin obtener más que tropiezos caricaturescos en un entramado hostil, repleto de personajes patéticos, ruines y desesperados que Silvio soporta con aires de resignación con tonos masoquistas: «Ya no tengo ni encuentro palabras con las que pedir misericordia. Baldía y fea como una rodilla desnuda es mi alma.». La evolución del personaje a través de la experiencia, le conduce nada más que a un pozo negro y grande idéntico a su barrio, un mundo triste de valores y absurdas situaciones donde la injusticia dicta las leyes en cada gremio y estamento: «Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo».
Así, el papel donde Astier describe su lucha por la vida, cada día está más humedecido. El pesimismo agarrota sus sentidos, asi lo muestra el fragmento: «A mis oídos llegan voces distantes, resplandores pirotécnicos, pero yo estoy aquí, solo, agarrado por mi tierra de miseria como con nueve pernos».
Cuando Silvio Astier toma conciencia de que nunca formará parte de ese otro mundo es derrotado por la rabia: «Estremecido de odio, encendí un cigarrillo y malignamente arrollé la colilla encendida encima de un bulto humano que dormía acurrucado en un pórtico».
Astier, toma el camino del orgullo y la venganza: su victoria económica es menor, se trata de ser un ser excepcional, único, por un extremo o el contrario: «yo, por mi inquietud me siento, a pesar de mi canallería, superior a usted», y es así, a través de la infamia, como Arlt, o Astier, se sitúan por encima de consideraciones morales, siendo la hipocresía, la perversidad y por supuesto, la ironía, las armas de su triunfo: «El recuerdo, semejante a un diente podrido, estaría en mí, y su hedor me enturbiaría todas las fragancias de la tierra, pero a medida que ubicaba el hecho en la distancia, mi perversidad encontraba interesante la infamia».
Para concluir cabe destacar el carácter realista que presenta la novela, reflejado en el protagonista ( Astier) como si se tratase de la propia historia de Arlt.
Se trata de una obra con una gran cantidad de recursos ,que es lo que le da ese carácter tan real, donde Arlt trata con toda naturalidad los temas que realmente le preocupan y han formado parte de su vida.
fijate si encontras un resumen y análisis en
www.elrincondelvago.com