La religión de los olmecas era politeísta, es decir, adoraban a varios dioses relacionados con fenómenos naturales, los astros y algunos animales de la región.
El dios de la lluvia estaba representado por el jaguar, que era su animal favorito, porque representaba el misterio de la selva y la fuerza para vencer los obstáculos de vivir en ella.
Los olmecas creían en el nahualismo, es decir en la capacidad del hombre para transformarse en animal, o del animal para transformarse en hombre y así lo demuestran muchas de sus figuras que son representadas así, mitad hombre y mitad jaguar. También utilizaban a la serpientes y a las aves para representar o combinar a sus deidades.
Otro de sus dioses fue Huehuetéotl, dios del fuego. Cada 52 años los olmecas realizaban una ceremonia para encender el fuego nuevo, de esta forma simbolizaban el término o inicio de un nuevo "siglo" o periodo.
Como en todas las culturas el culto a los muertos fue muy importante, porque pensaban de había otra vida después de esta.
Los olmecas enterraban a sus muertos en cuartos rectangulares con paredes largas compuestas por 12 columnas cada una, los pisos eran de mosaico y representaban caras de jaguar. Al enterrarlo colocaban también figurillas y hachas de jade recubiertas con arcilla amarilla y cerca de la tumba se colocaba un pequeño tubo vertical para que pudiera salir el alma del difunto.
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Religión de los olmecas
por: Bertha Sola Valdés
Fuente: EsMas.com
La religión de los olmecas era politeísta, es decir, adoraban a varios dioses relacionados con fenómenos naturales, los astros y algunos animales de la región.
El dios de la lluvia estaba representado por el jaguar, que era su animal favorito, porque representaba el misterio de la selva y la fuerza para vencer los obstáculos de vivir en ella.
Los olmecas creían en el nahualismo, es decir en la capacidad del hombre para transformarse en animal, o del animal para transformarse en hombre y así lo demuestran muchas de sus figuras que son representadas así, mitad hombre y mitad jaguar. También utilizaban a la serpientes y a las aves para representar o combinar a sus deidades.
Otro de sus dioses fue Huehuetéotl, dios del fuego. Cada 52 años los olmecas realizaban una ceremonia para encender el fuego nuevo, de esta forma simbolizaban el término o inicio de un nuevo "siglo" o periodo.
Como en todas las culturas el culto a los muertos fue muy importante, porque pensaban de había otra vida después de esta.
Los olmecas enterraban a sus muertos en cuartos rectangulares con paredes largas compuestas por 12 columnas cada una, los pisos eran de mosaico y representaban caras de jaguar. Al enterrarlo colocaban también figurillas y hachas de jade recubiertas con arcilla amarilla y cerca de la tumba se colocaba un pequeño tubo vertical para que pudiera salir el alma del difunto.