Te voy a contar tres fábulas cortas de LA FONTAINE
EL BURLÓN Y LOS PESCADORES
Búscase muchos a los hombres, pero yo los evito. Es un arte que exige mucho espíritu. Dios no creó a los maliciosos burlones sino para divertir a los necios, En esta fábula intento mostraros uno.
Un burlón comía a la mesa de un banquero, y en su plato sólo tenía los pescados más pequeños, los grandes estaban lejos. Finge entonces hablarles al oído, y después finge igualmente escuchar su respuesta. Todos quedan sorprendidos. Explica el burlón entonces, con un tono mesurado,, que temía que un amigo suyo, que había partido un año antes para las Indias, hubiera naufragado, por lo cual preguntaba a los pescaditos:
Todos exclamaban al mismo tiempo que no tienen edad bastante para poder conocer la suerte de su amigo, quizá los grandes lo supieran:
----¡Ah, señores! ¿Podía preguntar a uno de ésos?
Excuso decir si la broma gustó a los comensales, pero lo cierto es que supo forzarlos a servirle un monstruo marino, lo bastante viejo como para poderle decir a los nombres de todos los descubridores de mundo ignotos que desde hacia 100 años no habían vuelto.
LOS DOS AMIGOS
En el país de Monomopata (comarca del África Central) vivían dos amigos verdaderos, todo lo que poseía uno le pertenecía al otro. Los amigos de ese país, dicen, valen tanto como los del nuestro.
Una noche que los dos se entregaban al sueño, aprovechando la ausencia del Sol radiante, uno de los amigos salta del lecho alarmado, corre a casa de su íntimo y despierta a los criados. Asómbrase el amigo dormido, toma la bolsa y las armas y sale al encuentro del otro:
----No os suele acontecer que corráis cuando los demás se hallan durmiendo, creo que sois hombre para aprovechar mejor el tiempo consagrado al reposo. ¡Es qué habéis perdido todo vuestro dinero en el juego? : aquí tenéis el mio, si habéis tenido alguna disputa, aquí tenéis mi espada, vamos adonde sea; ¿os sentís triste por dormir siempre solo? en mi lecho tengo una esclava bastante hermosa ¿queréis que la llame?
----No---contestó el amigo----no se trata de nada de eso, y os agradezco vuestra solicitud, me habéis aparecido en sueños entristecido, temí que fuera verdad, y vine corriendo a veros. ¡El maldito sueño tiene la culpa!
¿Cuál de los dos sentía mayor amistad por el otro? ¿Qué pensáis tú? ¡Bien se merece esta difilcultad pensar en ella! ¡Es dulce cosa un amigo verdadero! Éste busca vuestros deseos en el fondo de vuestro corazón; os evita la vergûenza de descubrirlos vosotros mismos. Un sueño, la menor cosa, le aterra al instante, tratándose de aquel a quien ama.
EL ESCULTOR Y LA ESTATUA DE JÚPITER
Era tan bello un bloque de mármol que el escultor lo compro de inmediato.
---¿Qué hará de él mi cincel?----se dijo----¿Un dios, una mesa o una jofaina? Haré un dios. Incluso le pondré en la mano un rayo. ¡Temblad, mortales! Preparad vuestras oraciones, ahí tenéis al señor del mundo.
Tan bien expresó el artista el carácter del ídolo, que todos encontraron que sólo le faltaba a Júpiter la palabra, dícese incluso que el obrero, apenas terminada la imagen, fue el primero en estremecerse y temer a su propia obra.
No fue menor que el pavor del escultor, en otros tiempos el del poeta, temiendo el odio y la ira de los dioses de que era el inventor, en la cual el primero era un niño, porque los niños sólo tiene el alma agitada por el continuo temor de no enfadar a su muñeca.
Sigue presto el corazón al espíritu, y de esta fuente proviene el error pagano que a tantos pueblos se extendió después, abrazando violentamente los intereses de su quimera, Pigmalión (se enamoro de la estatua de Galatea, que el hizo)se convirtió en el amante de la Venus (le dio la vida, casándose el escultor con ella) creada por el mismo,
Todos convertimos en realidad, en la medida que podemos, nuestros propios sueños. ¡El hombre es de hielo para las verdades, y para las mentiras, de fuego!
Un mosquito se acercó a un león y le dijo: No te temo, y además, no eres más fuerte q' yo. Si crees lo contrario demuéstralo.¿Q' arañas con tus garras y muerdes con tus dientes ? ¡ Eso también lo hace una mujer defendiéndose de 1 ladrón ! Soy más fuerte que tú, y si quieres, ahora mismo te desafío a combate, haciendo sonar su zumbido cayó el mosquito sobre el león, picándole repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.El león empezó a arañarse con sus garras, hasta q' renunció al combate.El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.Al tiempo q' era devorado por la araña
se lamentaba de él, q' luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña. No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida, cuida siempre q' la dicha por haber obtenido 1de ellos, no lo arruine todo.
Subido en un alto roble, un ruiseñor cantaba como de costumbre. Lo vio un gavilán hambriento, y lanzándose inmediatamente sobre él, lo apresó en sus garras.Seguro de su próxima muerte, el ruiseñor le rogó que le soltara, diciéndole que con sólo él no bastaría para llenar su vientre, y que si en verdad tenía hambre, debería de apresar a otros más grandes. El gavilán le repuso:Necio sería si te oyera y dejara escapar la presa que tengo, por ir a buscar a la que ni siquiera he visto.No dejemos los bienes que ya tenemos, por ilusiones que ni siquiera divisamos.
Lanzándose desde una cima, 1 águila arrebató a un corderito.La vio 1cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre 1carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte q' sus garras se enredaron en la lana batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.Viendo el pastor lo q' sucedía, cogió al cuervo y cortando las puntas de sus alas lo llevó a sus niños.Le preguntaron sus hijos acerca q' clase de ave era aquella, y les dijo: Para mí, sólo es 1 cuervo; pero él, se cree águila.Pon tu esfuerzo y dedicación en lo q' realmente estás preparado no en lo q' no te corresponde.
Admirado Zeus de la inteligencia y finura de la zorra, le confirió el reinado sobre los animales.Quiso, no obstante saber si al cambiar de fortuna había mudado también de inclinaciones, hallándose el nuevo rey de paseo en su litera, dejó Zeus caer 1 escarabajo ante sus ojos.Entonces la zorra, incapaz de contenerse, viendo al escarabajo revolotear alrededor de su litera, saltó fuera de ésta y, despreciando las conveniencias, intentó atrapar al escarabajo.Indignado Zeus de su conducta, volvió a la zorra a su antiguo estado.La naturaleza, o modo de ser de las personas, no se cambian al cambiar de título.
Esta fabulilla, salga bien o mal, me ha ocurrido ahora por casualidad. Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualidad. Una flauta en ellos halló, que un zagal se dejó olvidada por casualidad. Acercóse a olerla el dicho animal y dio un resoplido por casualidad.
En la flauta el aire se hubo de colar, y sonó la flauta por casualidad. «¡Oh!», dijo el borrico. «¡Qué bien sé tocar! ¡Y dirán que es mala la música asnal!» Sin reglas del arte borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad.
MORALEJA:
Sin reglas del arte, el que en algo acierta, acierta por casualidad.
Un hombre, pasando por un monte, encontró una culebra que ciertos pastores habían atado al tronco de un árbol, y, compadeciéndose de ella, la soltó y calentó. Recobrada su fuerza y libertad, la culebra se volvió contra el hombre y se enroscó fuertemente en su cuello.
El hombre, sorprendido, le dijo: - ¿Qué haces? ¿Por qué me pagas tan mal? Y ella respondió: - No hago sino obedecer las leyes de mi instinto. Entretanto pasó una raposa, a la que los litigantes eligieron por juez de la contienda. - Mal podría juzgar - exclamó la zorra -, lo que mis ojos no vieron desde el comienzo. Hay que reconstruir los hechos. Entonces el hombre ató a la serpiente, y la zorra, después de comprobar lo sucedido, pronunció su fallo. - Ahora tú - dirigiéndose al hombre, le dijo -: no te dejes llevar por corazonadas, y tú - añadió, dirigiéndose a la serpiente -, si puedes escapar, vete.
MORALEJA:
Atajar al principio el mal, procura; si llega a echar raíz, tarde se cura.
LLamaron los lobos a los perros y les dijeron:
-- Oigan, siendo ustedes y nosotros tan semejantes, ¿ por qué no nos entendemos como hermanos, en vez de pelearnos ? Lo único que tenemos diferente es cómo vivimos. Nosotros somos libres; en cambio ustedes sumisos y sometidos en todo a los hombres: aguantan sus golpes, soportan los collares y les guardan los rebaños. Cuando sus amos comen, a ustedes sólo les dejan los huesos. Les proponemos lo siguiente: dennos los rebaños y los pondremos en común para hartarnos.
Creyeron los perros las palabras de los lobos traicionando a sus amos, y los lobos, ingresando en los corrales, lo primero que hicieron fue matar a los perros.
Nunca des la espalda o traiciones a quien verdaderamente te brinda ayuda y confía en tí.
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Te voy a contar tres fábulas cortas de LA FONTAINE
EL BURLÓN Y LOS PESCADORES
Búscase muchos a los hombres, pero yo los evito. Es un arte que exige mucho espíritu. Dios no creó a los maliciosos burlones sino para divertir a los necios, En esta fábula intento mostraros uno.
Un burlón comía a la mesa de un banquero, y en su plato sólo tenía los pescados más pequeños, los grandes estaban lejos. Finge entonces hablarles al oído, y después finge igualmente escuchar su respuesta. Todos quedan sorprendidos. Explica el burlón entonces, con un tono mesurado,, que temía que un amigo suyo, que había partido un año antes para las Indias, hubiera naufragado, por lo cual preguntaba a los pescaditos:
Todos exclamaban al mismo tiempo que no tienen edad bastante para poder conocer la suerte de su amigo, quizá los grandes lo supieran:
----¡Ah, señores! ¿Podía preguntar a uno de ésos?
Excuso decir si la broma gustó a los comensales, pero lo cierto es que supo forzarlos a servirle un monstruo marino, lo bastante viejo como para poderle decir a los nombres de todos los descubridores de mundo ignotos que desde hacia 100 años no habían vuelto.
LOS DOS AMIGOS
En el país de Monomopata (comarca del África Central) vivían dos amigos verdaderos, todo lo que poseía uno le pertenecía al otro. Los amigos de ese país, dicen, valen tanto como los del nuestro.
Una noche que los dos se entregaban al sueño, aprovechando la ausencia del Sol radiante, uno de los amigos salta del lecho alarmado, corre a casa de su íntimo y despierta a los criados. Asómbrase el amigo dormido, toma la bolsa y las armas y sale al encuentro del otro:
----No os suele acontecer que corráis cuando los demás se hallan durmiendo, creo que sois hombre para aprovechar mejor el tiempo consagrado al reposo. ¡Es qué habéis perdido todo vuestro dinero en el juego? : aquí tenéis el mio, si habéis tenido alguna disputa, aquí tenéis mi espada, vamos adonde sea; ¿os sentís triste por dormir siempre solo? en mi lecho tengo una esclava bastante hermosa ¿queréis que la llame?
----No---contestó el amigo----no se trata de nada de eso, y os agradezco vuestra solicitud, me habéis aparecido en sueños entristecido, temí que fuera verdad, y vine corriendo a veros. ¡El maldito sueño tiene la culpa!
¿Cuál de los dos sentía mayor amistad por el otro? ¿Qué pensáis tú? ¡Bien se merece esta difilcultad pensar en ella! ¡Es dulce cosa un amigo verdadero! Éste busca vuestros deseos en el fondo de vuestro corazón; os evita la vergûenza de descubrirlos vosotros mismos. Un sueño, la menor cosa, le aterra al instante, tratándose de aquel a quien ama.
EL ESCULTOR Y LA ESTATUA DE JÚPITER
Era tan bello un bloque de mármol que el escultor lo compro de inmediato.
---¿Qué hará de él mi cincel?----se dijo----¿Un dios, una mesa o una jofaina? Haré un dios. Incluso le pondré en la mano un rayo. ¡Temblad, mortales! Preparad vuestras oraciones, ahí tenéis al señor del mundo.
Tan bien expresó el artista el carácter del ídolo, que todos encontraron que sólo le faltaba a Júpiter la palabra, dícese incluso que el obrero, apenas terminada la imagen, fue el primero en estremecerse y temer a su propia obra.
No fue menor que el pavor del escultor, en otros tiempos el del poeta, temiendo el odio y la ira de los dioses de que era el inventor, en la cual el primero era un niño, porque los niños sólo tiene el alma agitada por el continuo temor de no enfadar a su muñeca.
Sigue presto el corazón al espíritu, y de esta fuente proviene el error pagano que a tantos pueblos se extendió después, abrazando violentamente los intereses de su quimera, Pigmalión (se enamoro de la estatua de Galatea, que el hizo)se convirtió en el amante de la Venus (le dio la vida, casándose el escultor con ella) creada por el mismo,
Todos convertimos en realidad, en la medida que podemos, nuestros propios sueños. ¡El hombre es de hielo para las verdades, y para las mentiras, de fuego!
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F
A
B
U
L
A
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allA para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva es te invierno
esta triste Cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo tenierlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias
por el nombre que tengo.»
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana
¿qué has hecho en el buen tiempo?
«Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento»
«¡Hola! ¿con que, cantabas
cuando yo andaba al remo»
Pues ahora, que yo como,
baila pese a tu cuerpo.»
EL MUCHACHO Y LA FORTUNA
A la orilla de un Pozo,
sobre la fresca yerba,
un incauto Mancebo
domía a pierna suelta.
«Gritóle la Fortuna:
Insensato, despierta;
¿no ves que ahogarte puedes,
a poco que te muevas?
Por ti y otros canallas
a veces me motejan,
los unos de inconstante,
y los otros de adversa.
Reveses de Fortuna
llamAis a las miserias;
¿por qué, si son reveses
de la conducta necia?
LA SERPIENTE Y LA LIMA
En casa de un cerrajero
entró la serpiente un día,
y la insensata mordía
en una Lima de acero.
Díóle la Lima: «El mal,
necia, será para ti;
¿Cómo has de hacer mella en mí..
que hago polvos el metal?»
Quien pretende sin razón
al más fuerte derribar,
no consigue sino dar
coces contra el aguijón.
EL LABRADOR Y LA CIGUEÑA
Un Labrador miraba
con duelo su sembrado,
porque gansos y grullas
de su trigo solían hacer pasto.
Armó sin más tardanza
diestramente sus lazos,
y cayeron en ellos
la Cigüeña, las grullas y los gansos.
«Señor rústico, dijo
la Cigueña temblando,
quíteme las prisiones,
pues no merezco pena de culpados:
la diosa Ceres sabe
que, lejos de hacer daño,
limpio de sabandijas,
de culebras y víboras los campos.»
«Nada me satisface,
respondió el hombre airado;
te hallé con delincuentes,
con ellos morirás entre mis manos.»
La inocente Cigüeña
tuvo el fin desgraciado
que pueden prometerse
los buenos que se juntan con los malos.
Un mosquito se acercó a un león y le dijo: No te temo, y además, no eres más fuerte q' yo. Si crees lo contrario demuéstralo.¿Q' arañas con tus garras y muerdes con tus dientes ? ¡ Eso también lo hace una mujer defendiéndose de 1 ladrón ! Soy más fuerte que tú, y si quieres, ahora mismo te desafío a combate, haciendo sonar su zumbido cayó el mosquito sobre el león, picándole repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo.El león empezó a arañarse con sus garras, hasta q' renunció al combate.El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.Al tiempo q' era devorado por la araña
se lamentaba de él, q' luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña. No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida, cuida siempre q' la dicha por haber obtenido 1de ellos, no lo arruine todo.
Subido en un alto roble, un ruiseñor cantaba como de costumbre. Lo vio un gavilán hambriento, y lanzándose inmediatamente sobre él, lo apresó en sus garras.Seguro de su próxima muerte, el ruiseñor le rogó que le soltara, diciéndole que con sólo él no bastaría para llenar su vientre, y que si en verdad tenía hambre, debería de apresar a otros más grandes. El gavilán le repuso:Necio sería si te oyera y dejara escapar la presa que tengo, por ir a buscar a la que ni siquiera he visto.No dejemos los bienes que ya tenemos, por ilusiones que ni siquiera divisamos.
Lanzándose desde una cima, 1 águila arrebató a un corderito.La vio 1cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre 1carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte q' sus garras se enredaron en la lana batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.Viendo el pastor lo q' sucedía, cogió al cuervo y cortando las puntas de sus alas lo llevó a sus niños.Le preguntaron sus hijos acerca q' clase de ave era aquella, y les dijo: Para mí, sólo es 1 cuervo; pero él, se cree águila.Pon tu esfuerzo y dedicación en lo q' realmente estás preparado no en lo q' no te corresponde.
Admirado Zeus de la inteligencia y finura de la zorra, le confirió el reinado sobre los animales.Quiso, no obstante saber si al cambiar de fortuna había mudado también de inclinaciones, hallándose el nuevo rey de paseo en su litera, dejó Zeus caer 1 escarabajo ante sus ojos.Entonces la zorra, incapaz de contenerse, viendo al escarabajo revolotear alrededor de su litera, saltó fuera de ésta y, despreciando las conveniencias, intentó atrapar al escarabajo.Indignado Zeus de su conducta, volvió a la zorra a su antiguo estado.La naturaleza, o modo de ser de las personas, no se cambian al cambiar de título.
Esta fabulilla, salga bien o mal, me ha ocurrido ahora por casualidad. Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualidad. Una flauta en ellos halló, que un zagal se dejó olvidada por casualidad. Acercóse a olerla el dicho animal y dio un resoplido por casualidad.
En la flauta el aire se hubo de colar, y sonó la flauta por casualidad. «¡Oh!», dijo el borrico. «¡Qué bien sé tocar! ¡Y dirán que es mala la música asnal!» Sin reglas del arte borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad.
MORALEJA:
Sin reglas del arte, el que en algo acierta, acierta por casualidad.
Un hombre, pasando por un monte, encontró una culebra que ciertos pastores habían atado al tronco de un árbol, y, compadeciéndose de ella, la soltó y calentó. Recobrada su fuerza y libertad, la culebra se volvió contra el hombre y se enroscó fuertemente en su cuello.
El hombre, sorprendido, le dijo: - ¿Qué haces? ¿Por qué me pagas tan mal? Y ella respondió: - No hago sino obedecer las leyes de mi instinto. Entretanto pasó una raposa, a la que los litigantes eligieron por juez de la contienda. - Mal podría juzgar - exclamó la zorra -, lo que mis ojos no vieron desde el comienzo. Hay que reconstruir los hechos. Entonces el hombre ató a la serpiente, y la zorra, después de comprobar lo sucedido, pronunció su fallo. - Ahora tú - dirigiéndose al hombre, le dijo -: no te dejes llevar por corazonadas, y tú - añadió, dirigiéndose a la serpiente -, si puedes escapar, vete.
MORALEJA:
Atajar al principio el mal, procura; si llega a echar raíz, tarde se cura.
LLamaron los lobos a los perros y les dijeron:
-- Oigan, siendo ustedes y nosotros tan semejantes, ¿ por qué no nos entendemos como hermanos, en vez de pelearnos ? Lo único que tenemos diferente es cómo vivimos. Nosotros somos libres; en cambio ustedes sumisos y sometidos en todo a los hombres: aguantan sus golpes, soportan los collares y les guardan los rebaños. Cuando sus amos comen, a ustedes sólo les dejan los huesos. Les proponemos lo siguiente: dennos los rebaños y los pondremos en común para hartarnos.
Creyeron los perros las palabras de los lobos traicionando a sus amos, y los lobos, ingresando en los corrales, lo primero que hicieron fue matar a los perros.
Nunca des la espalda o traiciones a quien verdaderamente te brinda ayuda y confía en tí.