Las tragedias marcaron la vida del escritor: su padre murió en un accidente de caza, y su padrastro y posteriormente su primera esposa se suicidaron; además, Quiroga mató accidentalmente de un disparo a su amigo Federico Ferrando.
En 1927 contrajo segundas nupcias con una joven amiga de su hija Eglé, con quien tuvo una niña. Dos años después publicó la novela Pasado amor, sin mucho éxito. Sintiendo el rechazo de las nuevas generaciones literarias, regresó a Misiones para dedicarse a la floricultura. En 1935 publicó su último libro de cuentos, Más allá. Hospitalizado en Buenos Aires, se le descubrió un cáncer gástrico, enfermedad que parece haber sido la causa que lo impulsó al suicidio, ya que puso fin a sus días ingiriendo cianuro.
Sin embargo el exilio misionero puede mirarse también como una voluntad de negar el transcurrir del tiempo, repleto de acontecimientos, con el fin de enfrentarse al único acontecimiento que importa: la muerte, despojada ya de morbosa bijouterie poeniana o parnasiana, tal como reina en la paz de la "selva ensangrentada". Kathleen March y Majul Tobio sostienen que Quiroga pendula entre el individualismo más cerrado y extremo y la comunión supraindividual o panteísta con el cosmos, marginando significativamente el estadio intermedio: la sociedad, la historia.
H.Q. llevó a su primera esposa a Misiones, pero ella odiaba vivir en la selva, y quiso castigar a su esposo porque no la querÃa regresar a Montevideo, asà que tomó un veneno para que Quiroga se sintiera culpable por su muerte. El veneno era de efectos lentos, y la agonÃa de la joven duró 3 dÃas, tiempo en el cual ambos esposos se reconciliaron, pero ella de todas formas murió.
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Las tragedias marcaron la vida del escritor: su padre murió en un accidente de caza, y su padrastro y posteriormente su primera esposa se suicidaron; además, Quiroga mató accidentalmente de un disparo a su amigo Federico Ferrando.
En 1927 contrajo segundas nupcias con una joven amiga de su hija Eglé, con quien tuvo una niña. Dos años después publicó la novela Pasado amor, sin mucho éxito. Sintiendo el rechazo de las nuevas generaciones literarias, regresó a Misiones para dedicarse a la floricultura. En 1935 publicó su último libro de cuentos, Más allá. Hospitalizado en Buenos Aires, se le descubrió un cáncer gástrico, enfermedad que parece haber sido la causa que lo impulsó al suicidio, ya que puso fin a sus días ingiriendo cianuro.
Sin embargo el exilio misionero puede mirarse también como una voluntad de negar el transcurrir del tiempo, repleto de acontecimientos, con el fin de enfrentarse al único acontecimiento que importa: la muerte, despojada ya de morbosa bijouterie poeniana o parnasiana, tal como reina en la paz de la "selva ensangrentada". Kathleen March y Majul Tobio sostienen que Quiroga pendula entre el individualismo más cerrado y extremo y la comunión supraindividual o panteísta con el cosmos, marginando significativamente el estadio intermedio: la sociedad, la historia.
El almohadon de plumas fe un hecho real que tomó Quiroga para su cuento.
Una vida signada de muertes, suicidios. Quizas esto nos haga comprender porque ese gran tÃtulo: Cuentos de amor, locura y muerte.
Saludos!
Hola! Además de lo que te dijo Finar.:
Cuando H.Q: era un bebé, su madre lo tenÃa en brazos mientras su papá limpiaba un rifle que se disparó matando al señor, la mamá, de la impresión, dejó caer al bebé que se golpeó fuertemente la cabeza.
H.Q. llevó a su primera esposa a Misiones, pero ella odiaba vivir en la selva, y quiso castigar a su esposo porque no la querÃa regresar a Montevideo, asà que tomó un veneno para que Quiroga se sintiera culpable por su muerte. El veneno era de efectos lentos, y la agonÃa de la joven duró 3 dÃas, tiempo en el cual ambos esposos se reconciliaron, pero ella de todas formas murió.
A su segunda esposa también la llevó a Misiones, pero ésta fue más lista: no se suicidó sino que lo abandonó.
La tragedia persiguió a Quiroga más allá de la muerte: su hijo también se suicidó.
Este autor presenta muchas similiitudes con Edgar Allan Poe, a quien admiró mucho. Saludos.
y ese wey quien es tu?