La matanza del templo mayor [editar]Cuando Cortés tuvo que ausentarse para enfrentar a la expedición de Pánfilo de Narváez dejó como sustituto a Pedro de Alvarado, al cargo de una compañía de 80 soldados que deberían resguardar y proteger al prisionero Moctezuma II, preciado cautivo que les aseguraba la neutralidad de los nativos, ya que el emperador los consideraba enviados divinos y les pedía a sus vasallos los trataran con respeto (aunque la moderna historiografía no acepta una visión tan simplificadora de los auténticos motivos de Moctezuma). La situación de los españoles era en extremo delicada, sabían que eran muy pocos hombres como para contrarrestar un ataque de los mexicas. Alvarado, ante las continuas noticias (o quizás bulos) aportadas por sus aliados tlaxcaltecas y totonacas sobre las intenciones agresivas de sus huéspedes, recurrió a la táctica que tantos éxitos le depararía en el futuro: atacar primero. No está documentado, pero a la vista de los resultados, parece que Tonatiuh trató de descabezar la posible rebelión eliminando la clase dirigente tenochca. La orden de atacar a los señores, que estaban indefensos celebrando un festival religioso para el cual el mismo Alvarado había dado permiso, acabó en una masacre de la clase dirigente de la ciudad. Los aliados indígenas aumentaron el horror de la matanza dando muerte a decenas de mujeres y niños llevados por su inextinguible odio al imperio mexica.
Esta Matanza del Templo Mayor, encendió la mecha de la rebelión. Ésta comenzaría poco después de que Cortés regresara y tratara de calmar los ánimos. Para ello solicitó a Moctezuma II que se dirigiera a su pueblo para tranquilizarlo. En un intento para sofocar el violento tumulto, Moctezuma II se asomó a la azotea (o balconada) de su palacio, instando a sus seguidores a retirarse. La población contempló horrorizada la supuesta complicidad del emperador con los españoles, por lo que comenzaron a arrojarle piedras y flechas que lo hirieron mortalmente, falleciendo poco tiempo después del ataque. Parece claro que Cortés comprendió inmediatamente las funestas consecuencias que tendría lo sucedido. Intentó primero la mediación de Moctezuma, que no dio resultado. Más tarde lucharía por su vida y, después de Otumba, daría comienzo a su última gran campaña: la conquista de Tenochtitlán y la destrucción de su poder.
Según la versión azteca, todos los nobles aztecas que se encontraban en poder de los españoles fueron ejecutados al dejar de ser útiles. Sin embargo la realidad es que varios de ellos sobrevivieron. El Códice Ramírez, escrito después de la conquista por un azteca cristianizado, reclama que a Moctezuma no se le administraron los últimos sacramentos, pues los sacerdotes que acompañaban a Cortés estaban buscando oro, pero en verdad nada se sabe de cierto de los últimos momentos del emperador y parece seguro que no estaba bautizado.
Muerto Moctezuma II, los señores y los sacerdotes eligieron a Cuitláhuac como su gobernante y caudillo de guerra. Éste desplegó gran actividad para alistar tropas, buscar alianza con algunos pueblos cercanos al lago y con los tarascos (de los cuales recibió una clara y prácticamente unánime negativa), y tratar de destruir a los invasores españoles. Sin embargo moriría pronto, víctima de la viruela.
Los combates entre mexicas y españoles duraban ya una semana, los españoles y sus aliados indígenas estaban cercados en el palacio de Axayácatl y sus alrededores casi sin alimentos, por lo que decidieron huir al punto de la medianoche del 30 de junio de 1520. Cortés dio la señal de partida y bajo la consigna de silencio, marcharon por un puente de canoas en dirección a Tlacopan sigilosamente, cuidando del relincho de los caballos. Al llegar al canal Tolteca Acaloco, una anciana mexica que había salido a tomar agua en un cántaro advirtió la huida de los españoles y avisó a los guerreros aztecas. Pronto empezó a sonar el tambor de piel de serpiente del templo de Huitzilopochtli y los españoles se vieron rodeados por miles de embravecidos guerreros. En cuestión de minutos la laguna que rodeaba México-Tenochtitlan hirvió de canoas repletas de nativos armados de lanzas y flechas, en tanto desde las azoteas miles de guerreros atacaban la retaguardia, otros nativos cortaron los puentes a tierra firme, que estaban hechos de canoas amarradas unas con otras.
Se dice que lograron salvarse los soldados que prefirieron deshacerse de las joyas y oro que cargaban, en tanto que muchos de los que iban lastrados por armadura de acero, barras de oro y joyas murieron ricos. Pero también hay aquí algo de leyenda: en una batalla nocturna sobre una calzada estrecha trazada sobre el agua y atacados por miles de enemigos, a la vez por ambos flancos y por la retaguardia, la salvación sólo pudo proporcionarla el valor o la fortuna. El mismo Alvarado fue salvado por Martín de Gamboa que lo subió a la grupa de su caballo y que declararía luego que éste llevaba únicamente una armadura de algodón de confección mexica y su espada toledana al cinto. Hombres y caballos se ahogaron en las acequias y pozas, se perdió la artillería, los indios aliados de Cortés fueron masacrados (el término es exacto, de más de mil tlaxcaltecas aliados sobrevivieron apenas un centenar) y la mitad de la tropa española quedó muerta y heridos casi todos los demás (Bernal Díaz del Castillo afirma que murieron seiscientos cristianos, más de la mitad de la hueste de Cortés). Se afirmó que el 90% del producto del saqueo del tesoro de Moctezuma se perdió (lo más probable es, sin embargo, que se salvara una cantidad mucho mayor que iría sin duda a parar en las bolsas de los conquistadores, dando así comienzo a una tenaz y razonable tradición de autodefensa americana: engañar a la Hacienda Pública).
Cortés, quien se había quedado en la calzada de Tacuba hasta el amanecer, tratando de rescatar a sus compañeros, se sentó bajo un gran árbol, un ahuehuete, a llorar la pérdida de Tenochtitlan y de la mitad de su ejército. A esa noche los cronistas la llamaron con acierto la Noche Triste porque fue la más amarga de todas las noches pasadas por los conquistadores en esas tierras.
El arbol de la noche triste es un Ahuehuete, arbol que se encuentra a cercanias de los rios y de los afluentes de la antigua Tenochtitlan. Despues de la Matanza del templo Mayor por parte de subordinados de Hernan Cortes, y que lapidaron a Moctezuma, asume al poder Cuitlahuac, quien como estratega militar logra sacara de la ciudad de los aztecas a todas las fuerzas de Hernan Cortes, contrario a lo que dice la otra respuesta, Hernan Cortes llora por que fue una amarga derrota ya que los aztecas y no "indios" como lo llama el otro "respondedor", le ganaron con estrategias y con armas inferiores a los que ellos estaba muy superiores; pro esos Cortes llora desconsolado y reaiza estrategias crueles como tapar los afluentes de aguas para que mueran de sed los aztecas y que se lleve una pandemia de viruela del cual muere Cuitlahuac, llora Cortes por que los aztecas les ganaron con corazon, coraje e inteligencia, no por las fuerzas y las armas, eso le duele a todos los españoles. Buen Dia Gracias
Porque ese dia perdio la batalla y casi la guerra si no es porque algo sobrenatural lo ayudo despues, no es cierto que alla llorado ahi puesto que tenia una mano muy mal herida (casi la pierde), y ni siquiera se podia bajar del caballo
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La matanza del templo mayor [editar]Cuando Cortés tuvo que ausentarse para enfrentar a la expedición de Pánfilo de Narváez dejó como sustituto a Pedro de Alvarado, al cargo de una compañía de 80 soldados que deberían resguardar y proteger al prisionero Moctezuma II, preciado cautivo que les aseguraba la neutralidad de los nativos, ya que el emperador los consideraba enviados divinos y les pedía a sus vasallos los trataran con respeto (aunque la moderna historiografía no acepta una visión tan simplificadora de los auténticos motivos de Moctezuma). La situación de los españoles era en extremo delicada, sabían que eran muy pocos hombres como para contrarrestar un ataque de los mexicas. Alvarado, ante las continuas noticias (o quizás bulos) aportadas por sus aliados tlaxcaltecas y totonacas sobre las intenciones agresivas de sus huéspedes, recurrió a la táctica que tantos éxitos le depararía en el futuro: atacar primero. No está documentado, pero a la vista de los resultados, parece que Tonatiuh trató de descabezar la posible rebelión eliminando la clase dirigente tenochca. La orden de atacar a los señores, que estaban indefensos celebrando un festival religioso para el cual el mismo Alvarado había dado permiso, acabó en una masacre de la clase dirigente de la ciudad. Los aliados indígenas aumentaron el horror de la matanza dando muerte a decenas de mujeres y niños llevados por su inextinguible odio al imperio mexica.
Esta Matanza del Templo Mayor, encendió la mecha de la rebelión. Ésta comenzaría poco después de que Cortés regresara y tratara de calmar los ánimos. Para ello solicitó a Moctezuma II que se dirigiera a su pueblo para tranquilizarlo. En un intento para sofocar el violento tumulto, Moctezuma II se asomó a la azotea (o balconada) de su palacio, instando a sus seguidores a retirarse. La población contempló horrorizada la supuesta complicidad del emperador con los españoles, por lo que comenzaron a arrojarle piedras y flechas que lo hirieron mortalmente, falleciendo poco tiempo después del ataque. Parece claro que Cortés comprendió inmediatamente las funestas consecuencias que tendría lo sucedido. Intentó primero la mediación de Moctezuma, que no dio resultado. Más tarde lucharía por su vida y, después de Otumba, daría comienzo a su última gran campaña: la conquista de Tenochtitlán y la destrucción de su poder.
Según la versión azteca, todos los nobles aztecas que se encontraban en poder de los españoles fueron ejecutados al dejar de ser útiles. Sin embargo la realidad es que varios de ellos sobrevivieron. El Códice Ramírez, escrito después de la conquista por un azteca cristianizado, reclama que a Moctezuma no se le administraron los últimos sacramentos, pues los sacerdotes que acompañaban a Cortés estaban buscando oro, pero en verdad nada se sabe de cierto de los últimos momentos del emperador y parece seguro que no estaba bautizado.
Muerto Moctezuma II, los señores y los sacerdotes eligieron a Cuitláhuac como su gobernante y caudillo de guerra. Éste desplegó gran actividad para alistar tropas, buscar alianza con algunos pueblos cercanos al lago y con los tarascos (de los cuales recibió una clara y prácticamente unánime negativa), y tratar de destruir a los invasores españoles. Sin embargo moriría pronto, víctima de la viruela.
Los combates entre mexicas y españoles duraban ya una semana, los españoles y sus aliados indígenas estaban cercados en el palacio de Axayácatl y sus alrededores casi sin alimentos, por lo que decidieron huir al punto de la medianoche del 30 de junio de 1520. Cortés dio la señal de partida y bajo la consigna de silencio, marcharon por un puente de canoas en dirección a Tlacopan sigilosamente, cuidando del relincho de los caballos. Al llegar al canal Tolteca Acaloco, una anciana mexica que había salido a tomar agua en un cántaro advirtió la huida de los españoles y avisó a los guerreros aztecas. Pronto empezó a sonar el tambor de piel de serpiente del templo de Huitzilopochtli y los españoles se vieron rodeados por miles de embravecidos guerreros. En cuestión de minutos la laguna que rodeaba México-Tenochtitlan hirvió de canoas repletas de nativos armados de lanzas y flechas, en tanto desde las azoteas miles de guerreros atacaban la retaguardia, otros nativos cortaron los puentes a tierra firme, que estaban hechos de canoas amarradas unas con otras.
Se dice que lograron salvarse los soldados que prefirieron deshacerse de las joyas y oro que cargaban, en tanto que muchos de los que iban lastrados por armadura de acero, barras de oro y joyas murieron ricos. Pero también hay aquí algo de leyenda: en una batalla nocturna sobre una calzada estrecha trazada sobre el agua y atacados por miles de enemigos, a la vez por ambos flancos y por la retaguardia, la salvación sólo pudo proporcionarla el valor o la fortuna. El mismo Alvarado fue salvado por Martín de Gamboa que lo subió a la grupa de su caballo y que declararía luego que éste llevaba únicamente una armadura de algodón de confección mexica y su espada toledana al cinto. Hombres y caballos se ahogaron en las acequias y pozas, se perdió la artillería, los indios aliados de Cortés fueron masacrados (el término es exacto, de más de mil tlaxcaltecas aliados sobrevivieron apenas un centenar) y la mitad de la tropa española quedó muerta y heridos casi todos los demás (Bernal Díaz del Castillo afirma que murieron seiscientos cristianos, más de la mitad de la hueste de Cortés). Se afirmó que el 90% del producto del saqueo del tesoro de Moctezuma se perdió (lo más probable es, sin embargo, que se salvara una cantidad mucho mayor que iría sin duda a parar en las bolsas de los conquistadores, dando así comienzo a una tenaz y razonable tradición de autodefensa americana: engañar a la Hacienda Pública).
Cortés, quien se había quedado en la calzada de Tacuba hasta el amanecer, tratando de rescatar a sus compañeros, se sentó bajo un gran árbol, un ahuehuete, a llorar la pérdida de Tenochtitlan y de la mitad de su ejército. A esa noche los cronistas la llamaron con acierto la Noche Triste porque fue la más amarga de todas las noches pasadas por los conquistadores en esas tierras.
El arbol de la noche triste es un Ahuehuete, arbol que se encuentra a cercanias de los rios y de los afluentes de la antigua Tenochtitlan. Despues de la Matanza del templo Mayor por parte de subordinados de Hernan Cortes, y que lapidaron a Moctezuma, asume al poder Cuitlahuac, quien como estratega militar logra sacara de la ciudad de los aztecas a todas las fuerzas de Hernan Cortes, contrario a lo que dice la otra respuesta, Hernan Cortes llora por que fue una amarga derrota ya que los aztecas y no "indios" como lo llama el otro "respondedor", le ganaron con estrategias y con armas inferiores a los que ellos estaba muy superiores; pro esos Cortes llora desconsolado y reaiza estrategias crueles como tapar los afluentes de aguas para que mueran de sed los aztecas y que se lleve una pandemia de viruela del cual muere Cuitlahuac, llora Cortes por que los aztecas les ganaron con corazon, coraje e inteligencia, no por las fuerzas y las armas, eso le duele a todos los españoles. Buen Dia Gracias
Porque ese dia perdio la batalla y casi la guerra si no es porque algo sobrenatural lo ayudo despues, no es cierto que alla llorado ahi puesto que tenia una mano muy mal herida (casi la pierde), y ni siquiera se podia bajar del caballo
La matanza del templo mayor
por que lo derrotaron los mexicanos un pueblo indijena que no tenia tanto poder para ganar como ellos
ja
por que su mama no lo enseño a perder, y le dio corajin que
se quedo sin oro y sin sus compadres.
Noseeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
por la derrota ante los aztekas
Por que en la lucha contra los Indios, perdio gran parte del botin. (oro y esas cosas)
Todo sea por la avaricia.
Porque le dio la gana