El Asalto a las tierras fue un acontecimiento organizado por los campesinos de la localidad para luchar por su derecho a poseer tierras, ya que éstas fueron concesionadas por el presidente Porfirio Díaz a latifundistas estadounidenses.
El Asalto a las tierras se dio el 27 de enero de 1937, gracias a las comunidades rurales encabezadas por Hipólito Rentería y Leonardo Guillén, las cuales se organizaron después de varios años de pedir las tierras al Gobierno.
Las comunidades de campesinos se juntaban en la Escuela Emiliano Zapata, que es donde deciden llevar a cabo el asalto a las tierras.
Los campesinos se trasladaron a los ranchos que eran trabajados por chinos y japoneses, para apoderarse de ellos y marcarlos con bandera roja, señalando las tierras que desde ese momento consideraron suyas.
Una vez que los terratenientes estadounidenses se retiraron, muchos mexicanos, en su mayoría hombres y mujeres del campo provenientes de todos los rincones de la República, fueron apoyados para instalarse en el Valle de Mexicali.
Estas personas alcanzaron un importante nivel en su economía y años más tarde cuando a escala mundial incrementó la demanda de algodón, este lugar fue convertido en la principal fuente de recursos y beneficios para la región.
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Asalto a las tierras, el 27 de enero de 1937.
El Asalto a las tierras fue un acontecimiento organizado por los campesinos de la localidad para luchar por su derecho a poseer tierras, ya que éstas fueron concesionadas por el presidente Porfirio Díaz a latifundistas estadounidenses.
El Asalto a las tierras se dio el 27 de enero de 1937, gracias a las comunidades rurales encabezadas por Hipólito Rentería y Leonardo Guillén, las cuales se organizaron después de varios años de pedir las tierras al Gobierno.
Las comunidades de campesinos se juntaban en la Escuela Emiliano Zapata, que es donde deciden llevar a cabo el asalto a las tierras.
Los campesinos se trasladaron a los ranchos que eran trabajados por chinos y japoneses, para apoderarse de ellos y marcarlos con bandera roja, señalando las tierras que desde ese momento consideraron suyas.
Una vez que los terratenientes estadounidenses se retiraron, muchos mexicanos, en su mayoría hombres y mujeres del campo provenientes de todos los rincones de la República, fueron apoyados para instalarse en el Valle de Mexicali.
Estas personas alcanzaron un importante nivel en su economía y años más tarde cuando a escala mundial incrementó la demanda de algodón, este lugar fue convertido en la principal fuente de recursos y beneficios para la región.