Nos ofrece Pere Gimferrer en las cuatrocientas páginas de esta antología total una amplia selección de los doce libros poéticos de Aleixandre, desde el inicial Ambito, que vio la luz en 1928, hasta Diálogos del conocimiento, el último de sus libros hasta ahora aparecidos, publicado en 1974. En total, 323 poemas, fruto escogido de una tarea poética que ha alcanzado ya el medio siglo, si se tiene en cuenta que los primeros poemas de Ambito fueron compuestos en 1924. Una tan amplia antología permite al lector interesado en la obra de Aleixandre no sólo recorrer paso a paso sus etapas sucesivas, deteniéndose en sus libros culminantes, sino también deducir de ese largo recorrido, una serie de consecuencias y clarificaciones sobre la personal visión del mundo y la metafísica del universo que esa extraordinaria obra nos revela, y que la crítica, desde Damasco Alonso y más detenidamente desde Carlos Bousoño en su magistral libro sobre Aleixandre hasta Pere Gimferrer en su prólogo a esta Antología total, ha venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos veinticinco años (la primera edición del libro de Bousoño se publicó en 1950).------------------------hola su vision totalizadora de la filosofia es ke tiene
una tndencia universal
totalidad de sentido
consiste x si mismo su objeto d estudio
no tiene obstakulos para konocer, aplikar y utilizar todo lo que esta en el universo trata de ubicar y explicar del ser en todas sus manifestaciones utiliza su propio metodo
explika la realidad por medio de la razon es el konocimiento llevando asu maximo intento es sistematica y analitica.
en las cuatrocientas páginas de esta antología total una amplia selección de los doce libros poéticos de Aleixandre, desde el inicial Ambito, que vio la luz en 1928, hasta Diálogos del conocimiento, el último de sus libros hasta ahora aparecidos, publicado en 1974. En total, 323 poemas, fruto escogido de una tarea poética que ha alcanzado ya el medio siglo, si se tiene en cuenta que los primeros poemas de Ambito fueron compuestos en 1924. Una tan amplia antología permite al lector interesado en la obra de Aleixandre no sólo recorrer paso a paso sus etapas sucesivas, deteniéndose en sus libros culminantes, sino también deducir de ese largo recorrido, una serie de consecuencias y clarificaciones sobre la personal visión del mundo y la metafísica del universo que esa extraordinaria obra nos revela, y que la crítica, desde Damasco Alonso y más detenidamente desde Carlos Bousoño en su magistral libro sobre Aleixandre hasta Pere Gimferrer en su prólogo a esta Antología total, ha venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos veinticinco años (la primera edición del libro de Bousoño se publicó en 1950).
Visión metafísica
Se trata, como es sabido, de una visión metafísica de universo contemplado como unidad integradora cuyo árbol sustentador es el impulso amoroso. De aquí que se haya hablado de panteismo erótico o de panerotismo a propósito de la poesía de Aleixandre, sobre todo, en su primera fase que se cierra con Sombra del paraíso. Pues, como ha visto bien Gimferrer, la reivindicación del cuerpo y de la materia como sustancia dinámica amorosa, como fuerza erótica que rompe las barreras, los límites que intenta separar y no unir, es la raíz de la cosmovisión aleixandrina.
Diversidad :
Unidad, sí, pero también diversidad. Hace más de cuarenta años, en 1932, publicaba Luis Cernuda en la revista «Los cuatro vientos» un trabajo sobre la poesía de Juan Ramón Jiménez con este título: Unidad y diversidad, que podría servir también para definirla poesía de Aleixandre. Siempre he pensado que el alto prestigio de que hoy goza el autor de Sombra del Paraíso, sobre todo, entre los jóvenes, y también en la crítica más exigente, se debe en buena parte a su capacidad para renovar su pensamiento poético y su expresión, sin dejar por ello de ser fiel a sí mismo: a su «oculto fuego originario». Porque esa diversidad a que acabo de referirme no alude sólo a la variedad de temas y visiones de la existencia, sino también a las formas, a la expresión.
Peculiaridad :
Con razón escribe Gimferrer en su admirable prólogo: «Pocos poetas hispánicos contemporáneos son al tiempo tan peculiares en su expresión y tan diversos en ella a los largo de su carrera como Aleixandre; pocos tan reconociblemente fieles a sí mismos.» Ese poder de renovación, de enriquecimiento de la materia y el lenguaje de su poesía, a cada nueva etapa, explican quizá que el fervor y la admiración que los jóvenes poetas españoles sienten por la obra de Aleixandre continúen hoy vivos. Esos lectores, y otros menos jóvenes, pero no menos fieles, han podido presenciar el gradual ensanchamiento del ámbito y de la materia de una lírica que quería ser a la vez una aspiración hacia la luz y una profunda verdad comunicada, y que al mismo tiempo sabía renovar su técnica y su atmósfera, trascurriendo del irracionalismo surrealista al realismo, del paraíso a la historia, de la natura
hola su vision totalizadora de la filosofia es ke tiene
una tndencia universal
totalidad de sentido
consiste x si mismo su objeto d estudio
no tiene obstakulos para konocer, aplikar y utilizar todo lo que esta en el universo trata de ubicar y explicar del ser en todas sus manifestaciones utiliza su propio metodo
explika la realidad por medio de la razon es el konocimiento llevando asu maximo intento es sistematica y analitica.
en las cuatrocientas páginas de esta antología total una amplia selección de los doce libros poéticos de Aleixandre, desde el inicial Ambito, que vio la luz en 1928, hasta Diálogos del conocimiento, el último de sus libros hasta ahora aparecidos, publicado en 1974. En total, 323 poemas, fruto escogido de una tarea poética que ha alcanzado ya el medio siglo, si se tiene en cuenta que los primeros poemas de Ambito fueron compuestos en 1924. Una tan amplia antología permite al lector interesado en la obra de Aleixandre no sólo recorrer paso a paso sus etapas sucesivas, deteniéndose en sus libros culminantes, sino también deducir de ese largo recorrido, una serie de consecuencias y clarificaciones sobre la personal visión del mundo y la metafísica del universo que esa extraordinaria obra nos revela, y que la crítica, desde Damasco Alonso y más detenidamente desde Carlos Bousoño en su magistral libro sobre Aleixandre hasta Pere Gimferrer en su prólogo a esta Antología total, ha venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos veinticinco años (la primera edición del libro de Bousoño se publicó en 1950).
Visión metafísica
Se trata, como es sabido, de una visión metafísica de universo contemplado como unidad integradora cuyo árbol sustentador es el impulso amoroso. De aquí que se haya hablado de panteismo erótico o de panerotismo a propósito de la poesía de Aleixandre, sobre todo, en su primera fase que se cierra con Sombra del paraíso. Pues, como ha visto bien Gimferrer, la reivindicación del cuerpo y de la materia como sustancia dinámica amorosa, como fuerza erótica que rompe las barreras, los límites que intenta separar y no unir, es la raíz de la cosmovisión aleixandrina.
Diversidad :
Unidad, sí, pero también diversidad. Hace más de cuarenta años, en 1932, publicaba Luis Cernuda en la revista «Los cuatro vientos» un trabajo sobre la poesía de Juan Ramón Jiménez con este título: Unidad y diversidad, que podría servir también para definirla poesía de Aleixandre. Siempre he pensado que el alto prestigio de que hoy goza el autor de Sombra del Paraíso, sobre todo, entre los jóvenes, y también en la crítica más exigente, se debe en buena parte a su capacidad para renovar su pensamiento poético y su expresión, sin dejar por ello de ser fiel a sí mismo: a su «oculto fuego originario». Porque esa diversidad a que acabo de referirme no alude sólo a la variedad de temas y visiones de la existencia, sino también a las formas, a la expresión.
Peculiaridad :
Con razón escribe Gimferrer en su admirable prólogo: «Pocos poetas hispánicos contemporáneos son al tiempo tan peculiares en su expresión y tan diversos en ella a los largo de su carrera como Aleixandre; pocos tan reconociblemente fieles a sí mismos.» Ese poder de renovación, de enriquecimiento de la materia y el lenguaje de su poesía, a cada nueva etapa, explican quizá que el fervor y la admiración que los jóvenes poetas españoles sienten por la obra de Aleixandre continúen hoy vivos. Esos lectores, y otros menos jóvenes, pero no menos fieles, han podido presenciar el gradual ensanchamiento del ámbito y de la materia de una lírica que quería ser a la vez una aspiración hacia la luz y una profunda verdad comunicada, y que al mismo tiempo sabía renovar su técnica y su atmósfera, trascurriendo del irracionalismo surrealista al realismo, del paraíso a la historia, de la naturaleza al hombre, del yo al tú y al ellos, del compromiso a la meditación, y del monólogo alucinado a los diálogos del conocimiento. La mirada del poeta y su expresión podían cambiar con la aventura del tiempo, pero el poeta era siempre el mismo. Y su voz -lo que vale tanto como decir su verdad poética- la reconocemos sin vacilar tanto si escuchamos los poemas irracionalistas, cercanos al surrealismo, de sus primeros libros -Espadas como labios, Pasión de la tierra-, como los de aquellos otros en que el poeta ha cantado las fuerzas elementales de la Naturaleza y la unidad amorosa del mundo -La destrucción o el amor, Sombra del Paraíso-, o los temas del vivir humano y de la solidaridad -Historia del corazón, En un vasto dominio-.
Grupo autónomo :
Acierta Gimferrer al señalar en su prólogo que los dos últimos libros de Aleixandre -Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento- vienen a formar un grupo autónomo dentro de su obra, y al mismo tiempo son la culminación de ella. Se podría hablar, quizá, a partir de esos libros, de un nuevo Aleixandre de una nueva y sorprendente etapa de su lírica, que enlaza, por algún cabo, la atmósfera alucinada e irra
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hola su vision totalizadora de la filosofia es que tiene:
una tendencia universal
totalidad de sentido
consiste x si mismo su objeto d estudio
no tiene obstakulos para konocer, aplikar y utilizar todo lo que esta en el universo
trata de ubicar y explicar del ser en todas sus manifestaciones
utiliza su propio metodo
explika la realidad por medio de la razon
es el konocimiento llevando asu maximo intento
es sistematica y analitica
bueno eso es algo y espero y te sirva
Nos ofrece Pere Gimferrer en las cuatrocientas páginas de esta antología total una amplia selección de los doce libros poéticos de Aleixandre, desde el inicial Ambito, que vio la luz en 1928, hasta Diálogos del conocimiento, el último de sus libros hasta ahora aparecidos, publicado en 1974. En total, 323 poemas, fruto escogido de una tarea poética que ha alcanzado ya el medio siglo, si se tiene en cuenta que los primeros poemas de Ambito fueron compuestos en 1924. Una tan amplia antología permite al lector interesado en la obra de Aleixandre no sólo recorrer paso a paso sus etapas sucesivas, deteniéndose en sus libros culminantes, sino también deducir de ese largo recorrido, una serie de consecuencias y clarificaciones sobre la personal visión del mundo y la metafísica del universo que esa extraordinaria obra nos revela, y que la crítica, desde Damasco Alonso y más detenidamente desde Carlos Bousoño en su magistral libro sobre Aleixandre hasta Pere Gimferrer en su prólogo a esta Antología total, ha venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos veinticinco años (la primera edición del libro de Bousoño se publicó en 1950).------------------------hola su vision totalizadora de la filosofia es ke tiene
una tndencia universal
totalidad de sentido
consiste x si mismo su objeto d estudio
no tiene obstakulos para konocer, aplikar y utilizar todo lo que esta en el universo trata de ubicar y explicar del ser en todas sus manifestaciones utiliza su propio metodo
explika la realidad por medio de la razon es el konocimiento llevando asu maximo intento es sistematica y analitica.
en las cuatrocientas páginas de esta antología total una amplia selección de los doce libros poéticos de Aleixandre, desde el inicial Ambito, que vio la luz en 1928, hasta Diálogos del conocimiento, el último de sus libros hasta ahora aparecidos, publicado en 1974. En total, 323 poemas, fruto escogido de una tarea poética que ha alcanzado ya el medio siglo, si se tiene en cuenta que los primeros poemas de Ambito fueron compuestos en 1924. Una tan amplia antología permite al lector interesado en la obra de Aleixandre no sólo recorrer paso a paso sus etapas sucesivas, deteniéndose en sus libros culminantes, sino también deducir de ese largo recorrido, una serie de consecuencias y clarificaciones sobre la personal visión del mundo y la metafísica del universo que esa extraordinaria obra nos revela, y que la crítica, desde Damasco Alonso y más detenidamente desde Carlos Bousoño en su magistral libro sobre Aleixandre hasta Pere Gimferrer en su prólogo a esta Antología total, ha venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos veinticinco años (la primera edición del libro de Bousoño se publicó en 1950).
Visión metafísica
Se trata, como es sabido, de una visión metafísica de universo contemplado como unidad integradora cuyo árbol sustentador es el impulso amoroso. De aquí que se haya hablado de panteismo erótico o de panerotismo a propósito de la poesía de Aleixandre, sobre todo, en su primera fase que se cierra con Sombra del paraíso. Pues, como ha visto bien Gimferrer, la reivindicación del cuerpo y de la materia como sustancia dinámica amorosa, como fuerza erótica que rompe las barreras, los límites que intenta separar y no unir, es la raíz de la cosmovisión aleixandrina.
Diversidad :
Unidad, sí, pero también diversidad. Hace más de cuarenta años, en 1932, publicaba Luis Cernuda en la revista «Los cuatro vientos» un trabajo sobre la poesía de Juan Ramón Jiménez con este título: Unidad y diversidad, que podría servir también para definirla poesía de Aleixandre. Siempre he pensado que el alto prestigio de que hoy goza el autor de Sombra del Paraíso, sobre todo, entre los jóvenes, y también en la crítica más exigente, se debe en buena parte a su capacidad para renovar su pensamiento poético y su expresión, sin dejar por ello de ser fiel a sí mismo: a su «oculto fuego originario». Porque esa diversidad a que acabo de referirme no alude sólo a la variedad de temas y visiones de la existencia, sino también a las formas, a la expresión.
Peculiaridad :
Con razón escribe Gimferrer en su admirable prólogo: «Pocos poetas hispánicos contemporáneos son al tiempo tan peculiares en su expresión y tan diversos en ella a los largo de su carrera como Aleixandre; pocos tan reconociblemente fieles a sí mismos.» Ese poder de renovación, de enriquecimiento de la materia y el lenguaje de su poesía, a cada nueva etapa, explican quizá que el fervor y la admiración que los jóvenes poetas españoles sienten por la obra de Aleixandre continúen hoy vivos. Esos lectores, y otros menos jóvenes, pero no menos fieles, han podido presenciar el gradual ensanchamiento del ámbito y de la materia de una lírica que quería ser a la vez una aspiración hacia la luz y una profunda verdad comunicada, y que al mismo tiempo sabía renovar su técnica y su atmósfera, trascurriendo del irracionalismo surrealista al realismo, del paraíso a la historia, de la natura
hola su vision totalizadora de la filosofia es ke tiene
una tndencia universal
totalidad de sentido
consiste x si mismo su objeto d estudio
no tiene obstakulos para konocer, aplikar y utilizar todo lo que esta en el universo trata de ubicar y explicar del ser en todas sus manifestaciones utiliza su propio metodo
explika la realidad por medio de la razon es el konocimiento llevando asu maximo intento es sistematica y analitica.
en las cuatrocientas páginas de esta antología total una amplia selección de los doce libros poéticos de Aleixandre, desde el inicial Ambito, que vio la luz en 1928, hasta Diálogos del conocimiento, el último de sus libros hasta ahora aparecidos, publicado en 1974. En total, 323 poemas, fruto escogido de una tarea poética que ha alcanzado ya el medio siglo, si se tiene en cuenta que los primeros poemas de Ambito fueron compuestos en 1924. Una tan amplia antología permite al lector interesado en la obra de Aleixandre no sólo recorrer paso a paso sus etapas sucesivas, deteniéndose en sus libros culminantes, sino también deducir de ese largo recorrido, una serie de consecuencias y clarificaciones sobre la personal visión del mundo y la metafísica del universo que esa extraordinaria obra nos revela, y que la crítica, desde Damasco Alonso y más detenidamente desde Carlos Bousoño en su magistral libro sobre Aleixandre hasta Pere Gimferrer en su prólogo a esta Antología total, ha venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos veinticinco años (la primera edición del libro de Bousoño se publicó en 1950).
Visión metafísica
Se trata, como es sabido, de una visión metafísica de universo contemplado como unidad integradora cuyo árbol sustentador es el impulso amoroso. De aquí que se haya hablado de panteismo erótico o de panerotismo a propósito de la poesía de Aleixandre, sobre todo, en su primera fase que se cierra con Sombra del paraíso. Pues, como ha visto bien Gimferrer, la reivindicación del cuerpo y de la materia como sustancia dinámica amorosa, como fuerza erótica que rompe las barreras, los límites que intenta separar y no unir, es la raíz de la cosmovisión aleixandrina.
Diversidad :
Unidad, sí, pero también diversidad. Hace más de cuarenta años, en 1932, publicaba Luis Cernuda en la revista «Los cuatro vientos» un trabajo sobre la poesía de Juan Ramón Jiménez con este título: Unidad y diversidad, que podría servir también para definirla poesía de Aleixandre. Siempre he pensado que el alto prestigio de que hoy goza el autor de Sombra del Paraíso, sobre todo, entre los jóvenes, y también en la crítica más exigente, se debe en buena parte a su capacidad para renovar su pensamiento poético y su expresión, sin dejar por ello de ser fiel a sí mismo: a su «oculto fuego originario». Porque esa diversidad a que acabo de referirme no alude sólo a la variedad de temas y visiones de la existencia, sino también a las formas, a la expresión.
Peculiaridad :
Con razón escribe Gimferrer en su admirable prólogo: «Pocos poetas hispánicos contemporáneos son al tiempo tan peculiares en su expresión y tan diversos en ella a los largo de su carrera como Aleixandre; pocos tan reconociblemente fieles a sí mismos.» Ese poder de renovación, de enriquecimiento de la materia y el lenguaje de su poesía, a cada nueva etapa, explican quizá que el fervor y la admiración que los jóvenes poetas españoles sienten por la obra de Aleixandre continúen hoy vivos. Esos lectores, y otros menos jóvenes, pero no menos fieles, han podido presenciar el gradual ensanchamiento del ámbito y de la materia de una lírica que quería ser a la vez una aspiración hacia la luz y una profunda verdad comunicada, y que al mismo tiempo sabía renovar su técnica y su atmósfera, trascurriendo del irracionalismo surrealista al realismo, del paraíso a la historia, de la naturaleza al hombre, del yo al tú y al ellos, del compromiso a la meditación, y del monólogo alucinado a los diálogos del conocimiento. La mirada del poeta y su expresión podían cambiar con la aventura del tiempo, pero el poeta era siempre el mismo. Y su voz -lo que vale tanto como decir su verdad poética- la reconocemos sin vacilar tanto si escuchamos los poemas irracionalistas, cercanos al surrealismo, de sus primeros libros -Espadas como labios, Pasión de la tierra-, como los de aquellos otros en que el poeta ha cantado las fuerzas elementales de la Naturaleza y la unidad amorosa del mundo -La destrucción o el amor, Sombra del Paraíso-, o los temas del vivir humano y de la solidaridad -Historia del corazón, En un vasto dominio-.
Grupo autónomo :
Acierta Gimferrer al señalar en su prólogo que los dos últimos libros de Aleixandre -Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento- vienen a formar un grupo autónomo dentro de su obra, y al mismo tiempo son la culminación de ella. Se podría hablar, quizá, a partir de esos libros, de un nuevo Aleixandre de una nueva y sorprendente etapa de su lírica, que enlaza, por algún cabo, la atmósfera alucinada e irra