La tragedia griega proviene del antiguo ritual llamado "ditirambo", que era un sacrificio en honor al dios Dionisos. Lo más importante en estos rituales era la danza y el canto, interpretados por un grupo de personas. Con el paso del tiempo, uno de los hombres comenzó a cantar solo, y se estableció una relación de "pregunta y respuesta" entre el hombre y el futuro coro.
Llega el siglo V aC y se inician los concursos de tragedias, en honor a Dionisos. Eran fiestas que rememoraban estas antiguas ceremonias griegas. En el concurso se presentaban tres tragedias (una trilogía) y una comedia satírica. El primer poeta griego reconocido en llevarse el premio es Esquilo. La única trilogía completa conservada de los griegos es la Orestía, escrita por él.
Esquilo es el más arcaico de los tres trágicos griegos principales (Esquilo, Sófocles y Eurípides). Con Esquilo, sólo hay un único personaje por escena (más el coro).
Los años pasan y en los concursos, el viejo Esquilo compienza a competir contra un joven que parece tener talento: Sófocles. Esquilo representa el clasicismo, el arcaísmo griego y Sófocles la frescura, la innovación. Sófocles introduce el segundo personaje. Así pues, interactúan dos personajes y el coro.
El último de los tres trágicos es Eurípides quien, en cierto modo, completa el círculo y vuelve a los orígenes de la tragedia (que recaen en la fiesta, la danza, el sacrificio, la embriaguez) con una de sus obras más emblemáticas, "Las bacantes", con la cual recupera ese espíritu Dionisíaco del que la tragedia griega se ha empapado a lo largo de los años. Eurípides introduce el tercer personaje.
Está bastante resumido, pero es que es bastante largo, piensa que yo me tiré cuatro meses en la universidad sólo para hablar de la tragedia griega... si necesitas más información no dudes en contactar conmigo. Espero que te haya ayudado de alguna manera, aunque sólo sea para introducirte.
El tiempo a pasado, pero las antiguas tragedias griegas conservan plenamente su vigencia. En el artÃculo realizado por Karina Donángelo se describe su aparición y las caracterÃsticas de esos creadores que, como EurÃpides, han dejado una fuerte impronta en la cultura.
Por Karina Donángelo
Mucho antes que Sócrates se preguntara sobre el Bien y el Mal, sobre el destino de la vida y sobre la realidad de la muerte, muchos otros filósofos y escritores habÃan indagado acerca de los secretos de la existencia humana.
A lo largo de la historia, el hombre ha dirigido su atención hacia su propio mundo interior. Gracias a esta búsqueda de lo intrÃnsecamente humano hemos podido disfrutar de grandes producciones artÃsticas, como las tragedias griegas. Pues en ellas, se narran las aventuras del hombre, que explora los abismos y vericuetos del alma.
En el año 334 a.C. Aristóteles postuló que la tragedia (mediante una serie de circunstancias que suscitan piedad o terror) es capaz de lograr que el alma se eleve y se purifique de sus pasiones.
Este proceso, que se denomina "catarsis", es la purificación interior que logra el espectador a la vista de las miserias humanas.
El fondo común de lo trágico será la lucha contra un destino inexorable, que determina la vida de los mortales; y el conflicto que se abre entre el hombre, el poder, las pasiones y los dioses.
Sus temas, sin duda grandilocuentes, no solo no han perdido vigencia, sino que además se resignifican y materializan continuamente, en los distintos sucesos que padece la humanidad.
Sócrates
El nacimiento de la tragedia.
Los griegos fueron los creadores de la tragedia. En un principio, le confirieron un profundo sentido religioso, ya que la obra trágica nació como representación del sacrificio de Dionisios (Baco) y formaba parte del culto público.
Los teatros debÃan edificarse en las inmediaciones del templo del dios. Los actores y cantores eran considerados por los sacerdotes, personajes inviolables y sagrados.
Representaban a los "hombres cabrones" o "sátiros" (seres mitológicos que tenÃan cuerpo de hombre y piernas de cabra) que lamentaban el sepelio del dios.
Las ofrendas del público consistÃan generalmente en un macho cabrÃo, que era consagrado a Dionisios. Etimológicamente, la palabra "tragedia" tiene mucho que ver con este ritual. El nombre deriva de "trago dÃa" (del griego tragos, que significa macho cabrÃo y de oda, que significa canto).
El primer trágico fue Tespis, que triunfó en el ano 536 a.C. en el Primer Concurso Trágico instituido por PisÃstrato para las grandes dionisÃacas (fiestas que se celebraban durante los primeros dÃas de abril y que duraban 6 dÃas).
Los creadores eran verdaderos artesanos, la abertura de la boca era grande y prolongada como un embudo hecho de cobre. Este formato contribuÃa a aumentar el volumen de la voz en escena.
Hubo varias clases de máscaras: cómicas, trágicas y satÃricas. Las primeras eran ridÃculamente toscas, con los ojos bizcos, la boca torcida y las mejillas desvencijadas. Las trágicas eran notablemente grandes, tenÃan la mirada furiosa, los cabellos erizados y las sienes o la frente deformes. Las satÃricas eran las más repugnantes y representaban solamente figuras extravagantes y fantásticas, tales como cÃclopes, centauros, faunos y sátiros.
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La tragedia griega proviene del antiguo ritual llamado "ditirambo", que era un sacrificio en honor al dios Dionisos. Lo más importante en estos rituales era la danza y el canto, interpretados por un grupo de personas. Con el paso del tiempo, uno de los hombres comenzó a cantar solo, y se estableció una relación de "pregunta y respuesta" entre el hombre y el futuro coro.
Llega el siglo V aC y se inician los concursos de tragedias, en honor a Dionisos. Eran fiestas que rememoraban estas antiguas ceremonias griegas. En el concurso se presentaban tres tragedias (una trilogía) y una comedia satírica. El primer poeta griego reconocido en llevarse el premio es Esquilo. La única trilogía completa conservada de los griegos es la Orestía, escrita por él.
Esquilo es el más arcaico de los tres trágicos griegos principales (Esquilo, Sófocles y Eurípides). Con Esquilo, sólo hay un único personaje por escena (más el coro).
Los años pasan y en los concursos, el viejo Esquilo compienza a competir contra un joven que parece tener talento: Sófocles. Esquilo representa el clasicismo, el arcaísmo griego y Sófocles la frescura, la innovación. Sófocles introduce el segundo personaje. Así pues, interactúan dos personajes y el coro.
El último de los tres trágicos es Eurípides quien, en cierto modo, completa el círculo y vuelve a los orígenes de la tragedia (que recaen en la fiesta, la danza, el sacrificio, la embriaguez) con una de sus obras más emblemáticas, "Las bacantes", con la cual recupera ese espíritu Dionisíaco del que la tragedia griega se ha empapado a lo largo de los años. Eurípides introduce el tercer personaje.
Está bastante resumido, pero es que es bastante largo, piensa que yo me tiré cuatro meses en la universidad sólo para hablar de la tragedia griega... si necesitas más información no dudes en contactar conmigo. Espero que te haya ayudado de alguna manera, aunque sólo sea para introducirte.
Saludos des del Olimpo
.Teatro clásico.
El origen de la tragedia griega y sus autores.
El tiempo a pasado, pero las antiguas tragedias griegas conservan plenamente su vigencia. En el artÃculo realizado por Karina Donángelo se describe su aparición y las caracterÃsticas de esos creadores que, como EurÃpides, han dejado una fuerte impronta en la cultura.
Por Karina Donángelo
Mucho antes que Sócrates se preguntara sobre el Bien y el Mal, sobre el destino de la vida y sobre la realidad de la muerte, muchos otros filósofos y escritores habÃan indagado acerca de los secretos de la existencia humana.
A lo largo de la historia, el hombre ha dirigido su atención hacia su propio mundo interior. Gracias a esta búsqueda de lo intrÃnsecamente humano hemos podido disfrutar de grandes producciones artÃsticas, como las tragedias griegas. Pues en ellas, se narran las aventuras del hombre, que explora los abismos y vericuetos del alma.
En el año 334 a.C. Aristóteles postuló que la tragedia (mediante una serie de circunstancias que suscitan piedad o terror) es capaz de lograr que el alma se eleve y se purifique de sus pasiones.
Este proceso, que se denomina "catarsis", es la purificación interior que logra el espectador a la vista de las miserias humanas.
El fondo común de lo trágico será la lucha contra un destino inexorable, que determina la vida de los mortales; y el conflicto que se abre entre el hombre, el poder, las pasiones y los dioses.
Sus temas, sin duda grandilocuentes, no solo no han perdido vigencia, sino que además se resignifican y materializan continuamente, en los distintos sucesos que padece la humanidad.
Sócrates
El nacimiento de la tragedia.
Los griegos fueron los creadores de la tragedia. En un principio, le confirieron un profundo sentido religioso, ya que la obra trágica nació como representación del sacrificio de Dionisios (Baco) y formaba parte del culto público.
Los teatros debÃan edificarse en las inmediaciones del templo del dios. Los actores y cantores eran considerados por los sacerdotes, personajes inviolables y sagrados.
Para los antiguos griegos, Dionisios era la divinidad protectora de la vida y sÃmbolo del placer, el dolor y la resurrección. Durante la época de la vendimia en su honor se cantaban a coro distintos himnos llamados ditirambos. En los poblados y en las plazas, donde el público danzaba, 50 coreutas hacÃan una ronda alrededor del altar.
Representaban a los "hombres cabrones" o "sátiros" (seres mitológicos que tenÃan cuerpo de hombre y piernas de cabra) que lamentaban el sepelio del dios.
Primitivamente, sólo se trataba de una ceremonia mimética, pero con el correr de los años, las técnicas fueron evolucionando y la magia del disfraz enriqueció la puesta en escena.
Cuando los actores interrumpÃan sus lamentos para tomar aliento, se introducÃa entre las estrofas el "solo" de un recitante.
A partir de esta primera innovación, ya no sólo se conmemoraba la pasión de un dios sino también, todos los rasgos de la leyenda, que eran interpretados por gemidos que emitÃa la concurrencia a modo de acompañamiento. Esta ceremonia recibÃa el nombre de "coro cÃclico".
Las ofrendas del público consistÃan generalmente en un macho cabrÃo, que era consagrado a Dionisios. Etimológicamente, la palabra "tragedia" tiene mucho que ver con este ritual. El nombre deriva de "trago dÃa" (del griego tragos, que significa macho cabrÃo y de oda, que significa canto).
El primer trágico fue Tespis, que triunfó en el ano 536 a.C. en el Primer Concurso Trágico instituido por PisÃstrato para las grandes dionisÃacas (fiestas que se celebraban durante los primeros dÃas de abril y que duraban 6 dÃas).
Tespis reemplazó el pintarrajeo grosero de los coreutas por una máscara de género estucado. Las máscaras representaban las facciones de los distintos personajes. Las más primitivas estaban hechas de corteza de árbol luego de cuero forrado con tela y finalmente, de madera.
Los creadores eran verdaderos artesanos, la abertura de la boca era grande y prolongada como un embudo hecho de cobre. Este formato contribuÃa a aumentar el volumen de la voz en escena.
Hubo varias clases de máscaras: cómicas, trágicas y satÃricas. Las primeras eran ridÃculamente toscas, con los ojos bizcos, la boca torcida y las mejillas desvencijadas. Las trágicas eran notablemente grandes, tenÃan la mirada furiosa, los cabellos erizados y las sienes o la frente deformes. Las satÃricas eran las más repugnantes y representaban solamente figuras extravagantes y fantásticas, tales como cÃclopes, centauros, faunos y sátiros.
Con las innovaciones que introdujo Tespis, la máscara griega dejó de lado el bestiario fabuloso y la tragedia adquirió un tenor más humano. A comienzos del siglo V a.C, la tragedia ya se habÃa instalado como género dentro de la literatura.
PodrÃa decirse que el eje central de toda obra trágica es el restablecimiento doloroso del orden, y el alumbrami