Portugal, por una bula papal y la firma del Tratado de Tordecillas se repartió el mundo con España. Sin embargo, fue importante aliado de Inglaterra, conquistó y colonizó Brasil, de allí que el portugués sea el idioma oficial de ambos países y también de alguna colonia africana o asiática donde dejaron su sello de crueldad, especialmente con el tráfico de esclavos.
España fue país descubridor (Cristóbal Colón, 1492), conquistador y colonizador por excelencia. Su idioma, sus costumbres, leyes, arte, quedaron grabadas en la mayoría de las regiones de nuestra América Latina, a excepción de Brasil. Su gran pecado fue destruir las culturas precolombinas más importantes como la azteca, maya e inca, tal vez más avanzadas que las europeas en muchos aspectos, además del fanatismo religioso cuyo más triste recuerdo es la inquisición traspolada a nuestro continente.. Fue el mayor imperio del mundo occidental en el siglo XVI.
Inglaterra es un país que desde tiempos de Elizabeth I (1558-1603) se dedicó a la piratería y a saquear galeones españoles para quedarse con su oro. Su importancia como imperio llegó a su esplendor en el Siglo XIX, bajo el reinado de Victoria, que se convirtió incluso en emperatriz de la India tras horribles masacres, dominaba los mares y tenía muchas colonias. También fue una nación esclavista en sus dominios. Inició la revolución industrial que cambió al mundo, no se si para bien, pero lo cambió.
De Francia puedo decir que lo mejor que hizo en su prolongada historia fue la Revolución Francesa de 1789, que proyecto sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad hasta nuestros días. Si hoy vivimos en democracia, debemos recordar que el auténtico puntapie inicial lo dio ese movimiento.
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Portugal, por una bula papal y la firma del Tratado de Tordecillas se repartió el mundo con España. Sin embargo, fue importante aliado de Inglaterra, conquistó y colonizó Brasil, de allí que el portugués sea el idioma oficial de ambos países y también de alguna colonia africana o asiática donde dejaron su sello de crueldad, especialmente con el tráfico de esclavos.
España fue país descubridor (Cristóbal Colón, 1492), conquistador y colonizador por excelencia. Su idioma, sus costumbres, leyes, arte, quedaron grabadas en la mayoría de las regiones de nuestra América Latina, a excepción de Brasil. Su gran pecado fue destruir las culturas precolombinas más importantes como la azteca, maya e inca, tal vez más avanzadas que las europeas en muchos aspectos, además del fanatismo religioso cuyo más triste recuerdo es la inquisición traspolada a nuestro continente.. Fue el mayor imperio del mundo occidental en el siglo XVI.
Inglaterra es un país que desde tiempos de Elizabeth I (1558-1603) se dedicó a la piratería y a saquear galeones españoles para quedarse con su oro. Su importancia como imperio llegó a su esplendor en el Siglo XIX, bajo el reinado de Victoria, que se convirtió incluso en emperatriz de la India tras horribles masacres, dominaba los mares y tenía muchas colonias. También fue una nación esclavista en sus dominios. Inició la revolución industrial que cambió al mundo, no se si para bien, pero lo cambió.
De Francia puedo decir que lo mejor que hizo en su prolongada historia fue la Revolución Francesa de 1789, que proyecto sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad hasta nuestros días. Si hoy vivimos en democracia, debemos recordar que el auténtico puntapie inicial lo dio ese movimiento.
Portugal se repartió el mundo con España en el Tratado de Tordesillas.
Inglaterra tuvo la Revolución Industrial, las Trece Colonias y el imperio más grande que se haya conocido.
Francia, la Revolución y el desarrollo de la Ilustración.
Son los hechos más importantes.