Según parece, la palabra talahumali o tarahumari significa «corredor de a pie»; de tala o tara, pie, y huma, correr. Este nombre alude a cierta costumbre de los tarahumares, que es la de correr parejas con mucha ligereza, tirando, al correr, con el pie, una bola de madera.
Sólo diez y nueve letras tiene el alfabeto tarahumar.
a, b, ch, e, g, i, j, k, l, m, n, o, p, r, s, t, u, v, y.
Sin embargo, debe advertirse que este alfabeto corresponde al dialecto de la Baja Tarahumara o Chinipas, —247â que es del que especialmente trata Tellechea; en otros dialectos se ve h en lugar de j o r, z por s, y ll que parece ser una sola letra y no dos77.
2. Pronunciación:
La e y la i son tan poco marcadas que frecuentemente se confunden; la r es suave en principio de dicción y fuerte en medio; la l y la r, la p y la b son promiscuas; pero lo común y más correcto es usar r y b; asimismo son promiscuas otras letras en la pronunciación o escritura, como j que suele usarse por y; verbi gratia, je en lugar de ye; g por k, o k por g, etc.
Hablando en general, y según las propias palabras del padre Tellechea, «para pronunciar al uso tarahumar las letras, se ha de retirar hacia dentro y afuera el labio de arriba o abajo: cuando se pronuncian diptongos, se pone la lengua como para pronunciar la que comienza, y al echar el resuello, se pronuncia la otra; verbi gratia, bigiie, limpiar».
3. Acentos:
Se encuentran palabras agudas, graves, esdrújulas y aun con el acento en la cuarta sÃlaba:
Narâ, el hijo.
KusÃki, vara.
Parámugo, tener sed.
KusÃgameke, los que manejan bastón.
Las palabras compuestas suelen conservar los varios acentos de sus componentes; verbi gratia, pogómurá, mandar bautizar.
«Hay varios vocablos -dice Tellechea- que aunque tengan en una misma vocal el acento (aunque son pocos), significan diferentes cosas, por pronunciarse el acento, o suavemente, o por las narices, o llanamente; v. g., raná, llanamente significa parir, y pronunciándolo con admiración o ganga, significa tronar o estallar».
4. Combinación de letras:
En el dialecto a que principalmente se refiere Tellechea no se encuentran dos consonantes juntas, sino que cada una tiene su correspondiente vocal, lo cual hace muy suave el idioma. Asà es que al adoptar, por ejemplo, la palabra española cruz, se volvió curusi. Todas las palabras acaban en vocal, exceptuando una que otra que termina en k; por eso es que se dice curusi, y no curus.
Sin embargo, estas observaciones encuentran excepción en algunos dialectos; en uno de ellos se ve, por ejemplo, breguegal que termina en consonante y tiene b y r juntas. Esto parece propio del dialecto o dialectos de la parte alta.
En el segundo ejemplo del Padre nuestro, que adelante veremos, tomado del Mithridates, se encontrarán varias consonantes juntas; pero en este caso más bien parecen un defecto de la ortografÃa alemana que del idioma.
5. SÃlabas:
El tarahumar es polisilábico, aunque no por eso deja de tener monosÃlabos. Ejemplos:
Tellechea dice (página 39) que la partÃcula gua, entre otros usos, tiene el de formar abstractos. En otro lugar (página 6) pone el ejemplo de kusÃrere, que significa lugar de muchos palos, derivado de kusiki, palo o vara, por lo cual parece colectivo (aunque el autor equivocadamente le llama abstracto).
Por estas explicaciones parece que el tarahumar tiene nombres abstractos y colectivos derivados, y aun acaso de alguna otra significación, lo cual se confirma observando que hay nombres con terminaciones uniformes, como la que se ve, por ejemplo, en semarari, hermosura, que parece derivarse de sema, hermoso. Sin embargo, el padre Tellechea no hace bastante explicaciones para aclarar este punto.
15. Pronombre personal:
He aquà el pronombre personal que, según se ve, tiene alguna declinación.
El pronombre personal significa como verbo usando dichas partÃculas y además ra, indicando afirmación o duda; múgocherá o mú gocherá, ¿acaso tú lo hiciste?
Exceptuando el último de estos pronombres, los otros se confunden con el personal puro, es decir, usado sin la partÃcula je, o alguna de las otras análogas, por lo cual ocurre que esas partÃculas acaso tengan, entre otros objetos, el de distinguir el personal del posesivo, al menos cuando se teme equivocación, y que de consiguiente no sean un puro adorno como dice Tellechea.
El mecanismo del verbo puede explicarse diciendo que el presente de indicativo se forma de la raÃz y una terminación, y los demás tiempos y modos del presente de indicativo y terminaciones83. Las personas se marcan con sólo los pronombres.
22. Ejemplos del verbo:
Examinemos el siguiente ejemplo y la correspondiente explicación para perfecta inteligencia.
Como los gerundios van siempre acompañados de otros verbos, que determinan el sentido de la oración, de ahà viene que a las de esta clase llama Tellechea oraciones copulativas.
El participio de posible, como le llama el mismo autor, termina en ati o sati, y generalmente se puede traducir por nuestro verbal en ble (bilis latino), pues, por ejemplo, lo mismo es decir «lo que se puede contar» que lo contable; otras veces es preciso hacer la traducción con otra clase de adjetivos; verbi gratia, de mukú, morir; mukisáti, lo que puede morir, lo mortal.
So, da el significado de voluntad o afirmación; verbi gratia, taráso nirie, quisiera contar.
Ba, significa ya; denota el fin de la acción; que está para acabarse o la tendencia de ella a su fin.
Be, duración, interim.
Bi, negación del supuesto, continuación, frecuencia.
Bo, movimiento, tendencia al principio de la acción.
Bu, movimiento de la acción pasiva.
Pa, pe, pi, po, pu, o a, e, i, o, u, suelen ponerse en lugar de las anteriores ba, be, bi, bo, bu, aunque según Tellechea «añaden más complemento del fin o más determinación».
Te, facilidad o posibilidad; verbi gratia, taráte, se puede contar.
Ma, es una de las partÃculas o notas de infinitivo, como vimos en su lugar; pero además puede indicar mandato, petición, necesidad; generalmente se le pospone ka.
Me o mera, tendencia a la acción.
Na o nare, voluntad, propósito, futuro; verbi gratia, taranáre, querer contar.
Otros verbos hay sobre los cuales dice Tellechea: «Hay muchos de que otros se derivan y regularmente acaban en a, güa, ma, na, y sus derivados en a, güi o ki, mi, ni; verbi gratia, bochisa, llenar; bochigüi, estar lleno; jaguá, parar muchas cosas; jagüi, estar muchos en pie; lomá, ablandar; lomÃ, estar blando».
En fin, se encuentran otros verbos que significan posibilidad, los cuales se forman añadiendo ek o tek al primitivo y la partÃcula sa del participio de posible; verbi gratia, koa, comer; koisatek, se puede comer.
27. Verbo sustantivo:
Verbo sustantivo puro no hay en tarahumar, porque aunque a algunos se les da esa traducción tienen varios significados. Ju y ave significan ser, estar, tener, etc., y sólo se usan en presente; nÃrie significa ser, hacer, haber, dar.
Nirie, tiene un pasivo que le corresponde en significado, nirúe.
28. Varias observaciones sobre el verbo:
Es frecuente en la oración hacer elipsis del verbo, bastando, a veces, poner solamente la terminación o partÃcula que le corresponde.
Esas partÃculas suelen componerse o juntarse unas con otras, y, entonces, como dice Tellechea, «las significaciones de los compuestos se sabrán considerando las de los componentes».
Algunas partÃculas significan como preposiciones, según vimos en un ejemplo puesto en el párrafo 8; y veremos en el siguiente.
A las preposiciones se les suele añadir la partÃcula ra.
30. PartÃculas:
He hablado ya de las partÃculas propias de los verbos, y de algunas otras; pero es preciso explicar varias que no he tenido ocasión de citar, o que tienen varias significaciones, además de las que ya les conocemos.
Ma: sabemos que es el relativo tarahumar y que es partÃcula de infinitivo; pero además significa con, necesidad, petición, donde, semejanza, conexión, alianza.
Atigameke: desde luego se conoce por la terminación que es un participio de presente, de modo que su verdadero significado es «el que mora», «el que vive», «el que está», pues viene del verbo atiki, estar, el cual es singular, es decir, de los que sirven cuando se trata de una sola persona o cosa.
SemárarÃ: por la correspondencia de la versión del padre Tellechea se ha traducido esta palabra, que no parece tener nada que observar, si no es lo dicho en el párrafo 14.
Regüegáchi: se explicó ya.
Atigá: gerundio de verbo neutro como lo demuestra la terminación ga; se deriva de atike, estar, que en el siguiente dialecto es gatiki.
MuyerarÃ: mu significa tu; yerarà es una de las partÃculas que se suelen agregar al pronombre.
Jenagüichiki: esta palabra corresponde a jelaliki en el dialecto siguiente, donde se traduce por voluntad; aquà se pone la misma palabra castellana que usa Tellechea.
Mapú: conjunción.
Regüegá: adverbio que significa igualmente, cómo, de esta manera, de la manera que.
EguarÃgua: se ha traducido esta palabra por la del padre Tellechea, que mejor conviene al sentido de la oración, y por su semejanza con neguáruje del ejemplo siguiente; si atendemos a su final gua, vemos que es un verbo impersonal.
Sesenú: se ha traducido esta palabra de la misma manera que la anterior.
Nitugára: sustantivo que significa bastimento, vÃveres, comida; en el dialecto del ejemplo que sigue esta palabra es nutogala, aunque en el Padre nuestro no se ve esta misma voz, sino un verbo de equivalente significado.
Jipe: sustantivo que en el dialecto siguiente es hipebá.
TamÃ: pronombre en caso oblicuo.
Nejá: imperativo en la misma forma que el indicativo, sin otra manera de distinguirse que el contexto.
Mamú: mú es el pronombre en singular de la segunda persona; ma el relativo que.
ReguÃ: adverbio.
GuamÃ: otro adverbio.
GatÃki: verbo que significa estar, morar, vivir. Hemos visto que los neutros en el presente de indicativo acaban en gui, entre otras terminaciones, y aunque aquà se lee ki, es porque la g y la k son de las letras que se cambian en tarahumar (§
2). La terminación dice, pues, que gatÃki es un verbo neutro, y que está en presente de indicativo; la persona se halla marcada con el pronombre mú, que antes hemos visto junto con el relativo ma.
Nutútuje o nutútuye, significa mantener; aquà el verbo está en segunda persona de singular de imperativo, igual al indicativo, sin más signo que le distinga que el contexto de la oración.
Hipebá: adverbio.
TamÃ: pronombre.
Guekange o guekanye: es el verbo perdonar, el cual es dativo o aplicativo no sólo por su significado sino por su terminación; como en el verbo anterior no hay signo que marque el imperativo.
GuikelikÃ: significa propiamente pecado, y está en singular.
Guikejámeke: participio según se ve de su terminación, y aunque debÃa estar en plural, no lo está porque este participio sólo tiene singular. El número se conoce, pues, ex adjunctis, estando aquà determinado por el pronombre anterior.
Telegatigameke: aunque en castellano es un sustantivo, en tarahumar es un participio, según se ve de su terminación, y, en efecto, significa «el que está abajo». A Dios se le dice «el que está arriba».
Mechca: adverbio.
Hulá: verbo en imperativo, sin nada que le distinga del indicativo, a no ser el contexto del discurso.
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daselos a moni , que perra.................................
Te envÃo un poco de lo mucho que encontré, no todo porque es larguÃsimo, ahora la canción, POR FAVOR, tienes que hacerla tu. y después nos la envÃas a todos los compañeros de YR.
BESOS.
1. Alfabeto
El tarahumar:
El idioma tarahumar se habla en la parte occidental del Estado de Chihuahua, conocida con el nombre de Tarahumara, que se divide en alta y baja. Confina, por el oeste, con Sonora; por el este con Nuevo México, sirviéndole de lÃmite el rÃo Grande; y por el suroeste con Sinaloa. También se usa en una parte de los Estados de Sonora y Durango. La nación tarahumara fue descubierta en 1614 por el jesuita Juan de Fonte, natural de Cataluña.
Las habitaciones de los tarahumares eran las cuevas de los montes; sus vestidos, toscas telas de pita tejidas por las mujeres; su religión, la idolatrÃa; en suma, estaban en el estado salvaje. Empero, su carácter suave, permitió que se les redujera fácilmente, y que vivieran quietos bajo el dominio de los españoles. Consumada la independencia de México, los tarahumares —246â fueron considerados como ciudadanos; pero no por esto han adelantado en civilización; conservan sus antiguas costumbres, y no se mezclan con los blancos, aunque viven en paz con ellos. Su número actual se computa de veinticinco a treinta mil.
Según parece, la palabra talahumali o tarahumari significa «corredor de a pie»; de tala o tara, pie, y huma, correr. Este nombre alude a cierta costumbre de los tarahumares, que es la de correr parejas con mucha ligereza, tirando, al correr, con el pie, una bola de madera.
La única obra que he podido consultar sobre el tarahumar es el Compendio gramatical, oraciones, doctrina y pláticas por el padre Miguel Tellechea (México, 1826). No obstante lo adelantado de la época en que ese libro se escribió, tiene los mismos defectos que los escritos de igual clase de los más antiguos misioneros, es decir, falta de método y prurito de amoldarse a la gramática latina. Además de esto es tan breve que se echan menos algunas explicaciones y más ejemplos.
Sólo diez y nueve letras tiene el alfabeto tarahumar.
a, b, ch, e, g, i, j, k, l, m, n, o, p, r, s, t, u, v, y.
Sin embargo, debe advertirse que este alfabeto corresponde al dialecto de la Baja Tarahumara o Chinipas, —247â que es del que especialmente trata Tellechea; en otros dialectos se ve h en lugar de j o r, z por s, y ll que parece ser una sola letra y no dos77.
2. Pronunciación:
La e y la i son tan poco marcadas que frecuentemente se confunden; la r es suave en principio de dicción y fuerte en medio; la l y la r, la p y la b son promiscuas; pero lo común y más correcto es usar r y b; asimismo son promiscuas otras letras en la pronunciación o escritura, como j que suele usarse por y; verbi gratia, je en lugar de ye; g por k, o k por g, etc.
Hablando en general, y según las propias palabras del padre Tellechea, «para pronunciar al uso tarahumar las letras, se ha de retirar hacia dentro y afuera el labio de arriba o abajo: cuando se pronuncian diptongos, se pone la lengua como para pronunciar la que comienza, y al echar el resuello, se pronuncia la otra; verbi gratia, bigiie, limpiar».
3. Acentos:
Se encuentran palabras agudas, graves, esdrújulas y aun con el acento en la cuarta sÃlaba:
Narâ, el hijo.
KusÃki, vara.
Parámugo, tener sed.
KusÃgameke, los que manejan bastón.
Las palabras compuestas suelen conservar los varios acentos de sus componentes; verbi gratia, pogómurá, mandar bautizar.
«Hay varios vocablos -dice Tellechea- que aunque tengan en una misma vocal el acento (aunque son pocos), significan diferentes cosas, por pronunciarse el acento, o suavemente, o por las narices, o llanamente; v. g., raná, llanamente significa parir, y pronunciándolo con admiración o ganga, significa tronar o estallar».
4. Combinación de letras:
En el dialecto a que principalmente se refiere Tellechea no se encuentran dos consonantes juntas, sino que cada una tiene su correspondiente vocal, lo cual hace muy suave el idioma. Asà es que al adoptar, por ejemplo, la palabra española cruz, se volvió curusi. Todas las palabras acaban en vocal, exceptuando una que otra que termina en k; por eso es que se dice curusi, y no curus.
Sin embargo, estas observaciones encuentran excepción en algunos dialectos; en uno de ellos se ve, por ejemplo, breguegal que termina en consonante y tiene b y r juntas. Esto parece propio del dialecto o dialectos de la parte alta.
En el segundo ejemplo del Padre nuestro, que adelante veremos, tomado del Mithridates, se encontrarán varias consonantes juntas; pero en este caso más bien parecen un defecto de la ortografÃa alemana que del idioma.
5. SÃlabas:
El tarahumar es polisilábico, aunque no por eso deja de tener monosÃlabos. Ejemplos:
Ne, yo.
Nono, padre.
Itará, contar.
Resiguara, tener pena.
RamechÃokorá, estar enfermo de los dientes.
Rorobuségamek, ojos de toro.
Telegatigameke, el diablo.
En lo que yo he podido observar, las palabras más largas son de siete sÃlabas.
6. Composición de las palabras:
Es de bastante uso la composición de las palabras, verbi gratia, de sunú, maÃz, y nigiie, tener; sunúgiie, tener maÃz.
El uso de partÃculas componentes podremos observarle en adelante.
7. Figuras de dicción:
Las figuras de dicción se cometen no sólo componiendo, como se ve del ejemplo anterior, sino aun fuera de composición, pues el padre Tellechea dice: «Por lo regular los indios truncan las últimas finales, y también en el principio del término o dicción omiten algunas letras o sÃlabas, que sólo las indican con cierto tono, fuerzas o dejos que no son fáciles el escribirse y sólo la práctica los enseñará». El mismo gramático agrega más adelante: «Aquà se advierte que acostumbran los indios, en los más de estos pueblos, partir todos los vocablos, y tomar algunas partÃculas de ellos, en lugar de todo el vocablo, conforme a las circunstancias en que hablan, y con tanta velocidad que sólo los entiende el que está muy instruido en este idioma».
8. Partes de la oración:
No están bien determinadas en tarahumar las categorÃas gramaticales, pues según el autor citado, «cualquier vocablo de esta lengua puede ser nombre, verbo o adverbio u otra parte de la oración, aunque muchos por su principal uso son nombres o verbos». Ejemplo: rurayé es una palabra compuesta de rura y la partÃcula ye, la cual puede ser signo de verbo o preposición. Si lo primero, rurayé significará tener frÃo; si lo segundo, con frÃo, es decir, que la misma palabra puede ser verbo o nombre. Inagüi significa enfermo o enfermedad; pagóriki, bautismo o bautizado, y lo mismo sucede con todas las demás palabras de esta clase, es decir, que el sustantivo abstracto hace de adjetivo.
9. Género:
No se encuentran signos ningunos para expresar el género.
10. Número:
Hay número singular y plural: fórmase éste de aquél, duplicando una sÃlaba; muki, mujer; mumuki, mujeres, o bien juntando al singular un adverbio u otra palabra que indique pluralidad, entre las cuales se encuentran ciertos verbos que expresan plural, de que adelante hablaré.
Los nombres patronÃmicos forman plural doblando la última sÃlaba.
Entre las partÃculas componentes se encuentra gua, que indica pluralidad.
11. Caso:
El genitivo se expresa con la terminación ra, agregada al nombre de la cosa poseÃda; verbi gratia, Pedro bukúra, casa de Pedro, o por medio de la yuxtaposición; rorobuségamek, ojos de toro. El acusativo algunas veces no tiene señal de ninguna especie que le indique, si no es —251â el contexto del discurso; otras se conoce por la posición poniendo primero el acusativo, después el nominativo y luego el verbo; verbi gratia, Pedro Juan mea, Juan mata a Pedro; y, en fin, hay una partÃcula, ke, la cual antepuesta al paciente le marca, siendo esta forma la más clara que presenta la lengua; también puede evitarse cualquiera equivocación poniendo la oración por pasiva. El dativo se indica por medio de ciertos verbos, como veremos en su lugar. El ablativo con preposiciones o partÃculas, y algunas de sus relaciones por medio de la yuxtaposición o simplemente de la posición; en uno y otro caso se pone primero el consecuente, y luego el antecedente; verbi gratia, güenomi kuchara, cuchara de hierro; mooróbagüi, entrar de cabeza, sin que en ninguno de los dos ejemplos haya necesidad de la preposición de.
12. Adjetivos numerales:
Añadiendo a los numerales la partÃcula na, significan división; biré, uno; birena, en una parte. Si se les añade nika, significan concomitancia; oka, dos; okanika, entrambos78.
13. Comparativo y superlativo:
El comparativo y el superlativo se pueden expresar por medio de verbos o adverbios que signifiquen comparación o exceso; pero hay formas más propias. El comparativo se expresa por medio de la terminación be; gara, bueno; garabé, mejor. El superlativo alargando la pronunciación del comparativo; reré, abajo; rerebé, más abajo; rerebeé, muy abajo.
14. Otros derivados:
Tellechea dice (página 39) que la partÃcula gua, entre otros usos, tiene el de formar abstractos. En otro lugar (página 6) pone el ejemplo de kusÃrere, que significa lugar de muchos palos, derivado de kusiki, palo o vara, por lo cual parece colectivo (aunque el autor equivocadamente le llama abstracto).
Por estas explicaciones parece que el tarahumar tiene nombres abstractos y colectivos derivados, y aun acaso de alguna otra significación, lo cual se confirma observando que hay nombres con terminaciones uniformes, como la que se ve, por ejemplo, en semarari, hermosura, que parece derivarse de sema, hermoso. Sin embargo, el padre Tellechea no hace bastante explicaciones para aclarar este punto.
15. Pronombre personal:
He aquà el pronombre personal que, según se ve, tiene alguna declinación.
Nejé, yo.
NechÃ, me, a mÃ, para mÃ, por mÃ.
Mujé, tú.
Mi, a ti, para ti, por ti.
Mé, te, a ti.
Senú, aquél.
Tamujé o ramujé, nosotros.
Tamijé, nos, a nosotros, para nosotros, por nosotros.
Emejé, o emé, vosotros.
EmÃ, os, a vosotros, para vosotros, por vosotros.
Guepuná, o güepuná, aquéllos.
La partÃcula o terminación je, que se ve después del pronombre, se añade por exornación, según Tellechea, de modo que el pronombre puro no es nejé, yo, sino ne; mujé, tú, sino mu, etc. Además de je, hay otras partÃculas o terminaciones que se añaden al pronombre, de la misma naturaleza, y son jeri oché o goché, ije, eche y acaso otras.
El pronombre personal significa como verbo usando dichas partÃculas y además ra, indicando afirmación o duda; múgocherá o mú gocherá, ¿acaso tú lo hiciste?
La segunda persona de plural se expresa de varios modos, pues no sólo se usa emejé o emé, sino también temé, me, te, ta.
Las partÃculas a, e, u, sirven de pronombre de tercera persona, y lo mismo ra e i que pueden traducirse por el, la, lo.
Se suele hacer elipsis del pronombre «principalmente cuando la oración se forma en tono irónico», dice Tellechea.
Generalmente el pronombre se antepone; pero a veces se pospone o interpone; verbi gratia, yorákené, yo hice; kabú mú simÃ, ¿a dónde vas?
En caso oblicuo suele repetirse el pronombre; nenechÃ, por mÃ.
16. Posesivo:
Los posesivos son éstos:
Né, y algunas veces no, mÃo.
Mú, tuyo.
Senú, suyo, de otro.
Tamú, nuestro.
Temú o temi, nuestro.
Exceptuando el último de estos pronombres, los otros se confunden con el personal puro, es decir, usado sin la partÃcula je, o alguna de las otras análogas, por lo cual ocurre que esas partÃculas acaso tengan, entre otros objetos, el de distinguir el personal del posesivo, al menos cuando se teme equivocación, y que de consiguiente no sean un puro adorno como dice Tellechea.
Sin embargo, hay otros modos de expresar posesión con los cuales se evita la anfibologÃa. Uno de ellos es el uso de una i pospuesta; el otro el que vimos al tratar del genitivo, por medio de la terminación ra; y, en fin, hay una partÃcula, gua, que tiene el mismo objeto, la cual también se usa junta con ra; por ejemplo, con la palabra sunu, maÃz, diré ne sunuguara, mi maÃz; en este caso ne, tómese como personal o como posesivo, indica perfectamente la primera persona, y guara la posesión79.
Parece que gua y ra, o las dos juntas, son una abreviación de la palabra niguara que significa cosa propia.
17. Demostrativo:
Ijepund o ije significa éste para todos los números y géneros.
18. RecÃproco:
El recÃproco de singular es bonói, el de plural abói. Ãste también puede significar lo que la palabra latina ultro en acepción de por sÃ, por la propia voluntad.
19. Relativo:
El pronombre relativo es mâ, agregado a los personales o nombres a que se refiere. Má también suele significar como adverbio de lugar o tiempo.
Güe o Güepu se traduce por ¿quién?, y yerumú, por ¿cuál?
20. Modos y tiempos del verbo:
Los modos del verbo son indicativo, imperativo y subjuntivo. Los tiempos, en indicativo, son presente, pretérito perfecto, pluscuamperfecto80, futuro imperfecto y futuro perfecto. El imperativo sólo tiene un tiempo. En subjuntivo hay pretérito pluscuamperfecto y perfecto81. Infinitivo no se encuentra sino suplido82. Participios hay de presente y de futuro, y además otro verbal que Tellechea llama (página 27) «participio de posible», y que malamente incluye (página 16) entre los gerundios, asà como al participio de futuro. Los gerundios son cuatro, aunque Tellechea sólo pone dos en el ejemplo de conjugación (página 16).
21. Su mecanismo:
El mecanismo del verbo puede explicarse diciendo que el presente de indicativo se forma de la raÃz y una terminación, y los demás tiempos y modos del presente de indicativo y terminaciones83. Las personas se marcan con sólo los pronombres.
22. Ejemplos del verbo:
Examinemos el siguiente ejemplo y la correspondiente explicación para perfecta inteligencia.
Indicativo presente: Nejé tará, yo cuento, etc.
Mujé tará.
Senú tará.
Ramujé tará.
Emejé tará.
Guepuná tará.
Pretérito perfecto:
Nejé taráka, yo conté, etc.
Pretérito pluscuamperfecto:
Nejé tarayéke, yo habÃa contado, etc.
Futuro imperfecto:
Nejé tarára, yo contaré, etc.
Futuro perfecto:
Nejé taragópera, yo habré contado, etc.
Imperativo:
Tará, cuenta tú.
Tarási, contad vosotros.
Tarayéke, contemos.
Tarara, cuenten él o ellos.
SUBJUNTIVO:
Pretérito pluscuamperfecto:
Nejé tarareyéke, yo hubiera contado, etc.
Pretérito perfecto:
Nejé tararéke, yo haya contado, etc.
PARTICIPIOS:
Presente:
Tarayaméke, el que cuenta.
Futuro:
Taraméri, el que ha de contar.
Tarabóri, los que han de contar.
De posible (Según el nombre que le da Tellechea):
Tarasáti, lo que se puede contar.
Gerundios:
Taragó, contando (de presente).
Tarayó, contando (de pretérito).
Taraságo, (de futuro).
Taramera, habiendo o teniendo de contar (para singular).
Tarabo, teniendo de contar (para plural)84.
23. Explicación del verbo:
El presente de indicativo se forma de la raÃz y la terminación ra. El pretérito perfecto, del presente y la terminación ka; la regla más general para la formación de los pretéritos es que los verbos cuyo presente acaba en a, hacen el pretérito en ka; los en e en ke; los en i en ki o ke; porque la i y la e se confunden frecuentemente según se dijo en otra parte (§ 2); los en o hacen en ko; y los en u en ku; respecto a los terminados en a no se presenta más que una excepción, y es koa85, comer, el cual hace koka y no hoaka; los en e, o en i no tienen excepción ninguna; de los en u se exceptúan los acabados en bu que hacen el pretérito en re.
El pluscuamperfecto se forma del presente y la terminación yeke, aunque, según parece, ke puede omitirse, de modo que el verdadero signo de pluscuamperfecto es ye y también ge o go. El futuro imperfecto, en el ejemplo anterior, se expresa agregando ra al presente; la regla general para la formación del futuro es que los verbos terminados en a, en el presente, hacen el futuro agregando ra, y lo mismo los que en el presente terminan en e, i; los en o y u agregan ta. Empero, esta regla general se halla sujeta a otras secundarias y excepciones, siendo la parte difÃcil del verbo tarahumar. El futuro perfecto, en el ejemplo anterior, está marcado con la terminación gópera, sobre cuya formación nada dice Tellechea. Sin embargo, este autor explica que hay otro futuro perfecto, terminado en rek, como naguarek, habrá venido; koarek, habrá comido.
La segunda persona del plural de imperativo tiene su terminación peculiar si; pero las otras se confunden con el indicativo. En efecto, la segunda de singular es igual a la del presente; la primera de plural a la de pluscuamperfecto; y la tercera del mismo número a la del futuro imperfecto. Empero, no faltan medios de evitar equivocaciones. El primero, y el más sencillo, es la variación de la voz, el tono o bien el contexto del discurso; el segundo, al menos en ciertos verbos y respecto a la segunda persona de singular, el cambio del acento; verbi gratia, mú natépu, tú atajas; natepú, ataja tú; el tercer medio es el de acompañar el verbo con la interjección ba, que significa ea u otra palabra que indique mando; verbi gratia, simibá, anda.
También puede usarse de los gerundios; verbi gratia, tarágó, cuenta; bagüiméra, ve por agua; bagüi significa agua, y mera es terminación de gerundio. En fin, usando de las partÃculas me de gerundio, y sa del participio de posible; bagüimesa, puedes traer agua. El imperativo vetativo se forma por medio de un adverbio; verbi gratia, kate tarási, no contéis. Empero, de todo lo dicho sobre el imperativo, realmente lo que resulta es que no tiene más forma propia que la de la segunda persona de plural, y que lo demás es suplido.
Presente de subjuntivo u optativo no hay con propiedad, asà es que se expresa por medio de un adverbio y del futuro imperfecto, pudiéndose, por elegancia, agregar al pronombre la partÃcula ka en lugar de je; verbi gratia, soneka tarára, ojalá que yo cuente; so significa ojalá. El pretérito pluscuamperfecto es el de indicativo con la sÃlaba intercalar re. El perfecto es el anterior menos ye. El futuro se suple con el de indicativo. Empero, aun los dos tiempos que he puesto como propios del subjuntivo no me lo parecen del todo; lo más probable es que el idioma carece de subjuntivo, el cual se suple con los gerundios. Confirma esta sospecha el padre Tellechea cuando dice: «Subjuntivo no se les nota con toda claridad a los verbos los tiempos de él, porque suelen decirse por gerundio».
Infinitivo no hay, y se suple componiendo dos verbos, el regido y el regente, de modo que el primero puede traducirse por infinitivo; verbi gratia, taránurá, manda contar. Para esto se usan todos los tiempos. Además dice Tellechea, que hay algunas notas de infinitivo, que son ma, —260â apu, ke, go, ko; verbi gratia, quiero que vengas, nejé yera ma mú naguára, «yo quiero que tú vendrás». Sin embargo, algunas de estas partÃculas parecen terminaciones propias de gerundio.
El participio de presente acaba en ke, kameke, kamek, kame, meke, mek, yamek, amek, y como éstas son las terminaciones de los adjetivos, según Tellechea, resulta que al menos la mayor parte de ellos se suplen con el participio, y que asà hay pocos adjetivos puros. No por eso creo que totalmente deje de haberlos, pues adjetivos son los numerales y algunos otros que se ven en la gramática, que son los que he podido examinar.
El participio de futuro tiene terminaciones para singular y plural, meri, bori.
Los gerundios se forman también por medio de terminaciones; el de presente acaba en go o ko, y en los neutros y frecuentativos en ga o ka; el de pretérito termina en ya o yo; el de futuro en sago, o bien saga en neutros y frecuentativos, o sugo para impersonales. Los nombres de estos gerundios indican el tiempo a que corresponden, y, en efecto, los de presente se usan en oraciones de presente, los de pretérito cuando se expresa pasado, y los de futuro en oraciones de este tiempo86. El gerundio de singular que indica obligación termina en mera, y el de plural en bo, po.
Como los gerundios van siempre acompañados de otros verbos, que determinan el sentido de la oración, de ahà viene que a las de esta clase llama Tellechea oraciones copulativas.
El participio de posible, como le llama el mismo autor, termina en ati o sati, y generalmente se puede traducir por nuestro verbal en ble (bilis latino), pues, por ejemplo, lo mismo es decir «lo que se puede contar» que lo contable; otras veces es preciso hacer la traducción con otra clase de adjetivos; verbi gratia, de mukú, morir; mukisáti, lo que puede morir, lo mortal.
24. Conjugación del nombre y del pronombre:
Al tratar del imperativo hemos visto que uno de los modos de suplirle es agregar al nombre la terminación mera de gerundio, o la de este me y la del participio sa, lo cual no es otra cosa sino volver verbo al nombre, conjugarle, y asà sirva de advertencia general que tal es el modo de convertir un nombre en verbo. También se forman verbos de nombres, o nombres de verbos, de la manera explicada al tratar de las partes de la oración (§ 8).
Respecto al pronombre también hemos visto cómo toma significación de verbo (§ 15); pero además debemos repetir con el padre Tellechea: «Los pronombres también parece que se hacen verbos con los gerundios; v. g., ¿acha ne yorák neka?, ¿para qué habÃa yo de hacerlo siendo quien soy? tu nechigo neka, por ser quien soy no hurté».
25. Varias especies de verbos:
No sólo hay verbos activos en Tarahumar, como el del ejemplo puesto anteriormente, sino también pasivos, neutros, deponentes, singulares, plurales, dativos o aplicativos, y frecuentativos.
Los activos generalmente acaban en á; tará, contar; yorá, hacer.
Los pasivos tienen diversas terminaciones; ru, lu, o tu, rue o tue; verbi gratia, pagótue, ser lavado.
Los neutros acaban por lo común en gua o güi, ni, nu o u; mukú, morir; yukú, llover.
Los deponentes son los que tienen significación activa y forma pasiva.
Los singulares expresan singular; verbi gratia, güeri, estar en pie uno solo; meá, matar a uno.
Los plurales expresan plural; verbi gratia, moisi, entrar muchos; koyá, matar a muchos.
Los dativos o aplicativos, como los he llamado en mexicano y otras lenguas, son los que generalmente rigen dativo; verbi gratia, ruyé, decir a otro.
Los frecuentativos acaban en ei, ro o to.
26. Otros verbos:
PartÃculas o terminaciones añadidas a los verbos dan a éstos cierta significación, a saber 87:
So, da el significado de voluntad o afirmación; verbi gratia, taráso nirie, quisiera contar.
Ba, significa ya; denota el fin de la acción; que está para acabarse o la tendencia de ella a su fin.
Be, duración, interim.
Bi, negación del supuesto, continuación, frecuencia.
Bo, movimiento, tendencia al principio de la acción.
Bu, movimiento de la acción pasiva.
Pa, pe, pi, po, pu, o a, e, i, o, u, suelen ponerse en lugar de las anteriores ba, be, bi, bo, bu, aunque según Tellechea «añaden más complemento del fin o más determinación».
Te, facilidad o posibilidad; verbi gratia, taráte, se puede contar.
Ma, es una de las partÃculas o notas de infinitivo, como vimos en su lugar; pero además puede indicar mandato, petición, necesidad; generalmente se le pospone ka.
Me o mera, tendencia a la acción.
Na o nare, voluntad, propósito, futuro; verbi gratia, taranáre, querer contar.
Ne, actualidad; yukuné, está lloviendo.
Los impersonales se forman por medio de las terminaciones rigua o gua; rúe o túe; estas últimas también son de pasivo.
Otros verbos hay sobre los cuales dice Tellechea: «Hay muchos de que otros se derivan y regularmente acaban en a, güa, ma, na, y sus derivados en a, güi o ki, mi, ni; verbi gratia, bochisa, llenar; bochigüi, estar lleno; jaguá, parar muchas cosas; jagüi, estar muchos en pie; lomá, ablandar; lomÃ, estar blando».
En fin, se encuentran otros verbos que significan posibilidad, los cuales se forman añadiendo ek o tek al primitivo y la partÃcula sa del participio de posible; verbi gratia, koa, comer; koisatek, se puede comer.
27. Verbo sustantivo:
Verbo sustantivo puro no hay en tarahumar, porque aunque a algunos se les da esa traducción tienen varios significados. Ju y ave significan ser, estar, tener, etc., y sólo se usan en presente; nÃrie significa ser, hacer, haber, dar.
Nirie, tiene un pasivo que le corresponde en significado, nirúe.
28. Varias observaciones sobre el verbo:
Es frecuente en la oración hacer elipsis del verbo, bastando, a veces, poner solamente la terminación o partÃcula que le corresponde.
Esas partÃculas suelen componerse o juntarse unas con otras, y, entonces, como dice Tellechea, «las significaciones de los compuestos se sabrán considerando las de los componentes».
Para la construcción del verbo, asà como para la de las demás partes de la oración, se usa el hipérbaton con la mayor libertad.
29. Preposición:
Encuéntranse en tarahumar varias palabras que equivalen a nuestras preposiciones con, de, para, por, y algunas otras.
La preposición se pospone a su régimen, por lo cual serÃa más propio llamarla postposición, como en mexicano.
También la conjunción se pospone.
Algunas partÃculas significan como preposiciones, según vimos en un ejemplo puesto en el párrafo 8; y veremos en el siguiente.
A las preposiciones se les suele añadir la partÃcula ra.
30. PartÃculas:
He hablado ya de las partÃculas propias de los verbos, y de algunas otras; pero es preciso explicar varias que no he tenido ocasión de citar, o que tienen varias significaciones, además de las que ya les conocemos.
A: no sólo significa pronombre de tercera persona, según vimos en otra parte (§ 15), sino que también es —265â preposición, nota de trasmisión, interjección y nota interrogativa.
O: costumbre, frecuencia, in, ad, motus, circum.
U: sirve de pronombre de tercera persona (§ 15); pero además indica consecución, trasmisión, unión, etc.
Ka o ga: perfección, donde, en cuanto; es también terminación de verbo (§ 23).
Cha: nota de interrogación y, a veces, si condicional.
Ta o sa: terminación de verbo según vimos (§ 23); pero además indica grado superlativo, potencia, capacidad, fin, movimiento.
Ra: además de que puede traducirse por el, la, lo, e indicar posesión, también indica parte, división, instrumento, abundancia, ejecución, juicio.
Ma: sabemos que es el relativo tarahumar y que es partÃcula de infinitivo; pero además significa con, necesidad, petición, donde, semejanza, conexión, alianza.
31. Dialectos:
El idioma tarahumar se divide en varios dialectos, cuyas diferencias consisten en la varia pronunciación y en el uso o forma diversa de algunas palabras. Una prueba de esto se ve en la colección de Padre nuestros de la Sociedad de GeografÃa y EstadÃstica de México, donde se encuentra esa oración en cuatro dialectos diferentes. En el Mithridates hay tres ejemplos de la misma oración distintos a los cuatro anteriores, aunque las diferencias que presentan entre sà son insignificantes, y parecen más bien de ortografÃa.
De los dialectos tarahumares sólo conozco tres nombres, el varogio o chinipa, que se habla en el partido de Santa Inés de Chinipa; el guazápare usado en el partido de Santa Teresa de Guazápares y el pachera.
32. Primer ejemplo de la oración dominical:
Por falta de diccionario no me es posible hacer una análisis perfecta del Padre nuestro, y aunque Tellechea trae un ejemplo de esta oración (igual al número cuatro de la colección antes citada) y una traducción bastante literal, no lo es tanto que pueda seguirse palabra por palabra supliendo al diccionario. Empero, procuraré hacer la análisis lo menos mal, siguiendo en lo posible la versión de Tellechea, y utilizando la traducción de algunas palabras sueltas que se ven en la gramática, y de las que son iguales o semejantes en el ejemplo del Mithridates. De este ejemplo haré también la análisis para que se pueda observar la diferencia de dos dialectos, aprovechándome del trabajo de Vater, en cuanto a la traducción de las palabras, cosa que a él le fue posible por medio del diccionario de Steffel, que tuvo a la vista, y yo no conozco; en cuanto a las explicaciones gramaticales procuraré mejorarle, porque aunque Vater tuvo diccionario, que a mà me falta, careció de gramática.
Tamú nonó repá regüegáchi atigameke
Nuestro padre (?) (en el) cielo morador
muteguárarà santo nÃreboa mu semárarÃ
tu nombre santo ha de hacerse tu hermosura
regüegáchi atigá tami jurá muyerarÃ
arriba estando a nosotros envÃa tu
jenagüichiki mapú regüegá eguarÃgua repá
querer asà de la manera que se está haciendo (?)
regüegáchi. Sesenú ragüé tamú nitugára
(en el) cielo. De cada dÃa nuestro bastimento
jipe ragüé tamà nejá tami
hoy dÃa a nosotros da a nos
cheligüé tamúcheÃna yorà yomá, matameregüegá
perdona nuestros malos hechos todos, asà como
cheligüé tamú ayoriguámeke uché mapú
perdonamos nosotros (al) ofensor y también
ekà cháti jú meká mu
cuanto malo es lejos tu
jurá, mapú tamú tayorábua kéko.
echa, para que nosotros hayamos de hacer (no) lo.
33. Análisis:
Tamú: posesivo de la primera persona de plural.
Nonó: sustantivo.
Regüegáchi: regüe significa arriba o alto; gachi probablemente es otra palabra que, junta con la anterior, equivale a cielo; pero no sé lo que verdaderamente significa.
Atigameke: desde luego se conoce por la terminación que es un participio de presente, de modo que su verdadero significado es «el que mora», «el que vive», «el que está», pues viene del verbo atiki, estar, el cual es singular, es decir, de los que sirven cuando se trata de una sola persona o cosa.
MuteguárarÃ: mú, pronombre en singular de la segunda persona; tegua89, o regua, significa nombre; ra, signo de posesión, explicado en el párrafo 11; ri, terminación que no se encuentra explicada en la Gramática. (Véase el párrafo 14).
NÃreboa: en esta palabra se descubre fácilmente el verbo nÃrie que, como vimos (§ 27), tiene, entre otros significados, el de hacer, y cuyo verbo en algunos tiempos es nire por ser irregular; boa es una terminación o partÃcula, que según Tellechea sirve para formar los tiempos que él llama de de, es decir, las oraciones que en latÃn se expresan con el futuro terminado en rus y el verbo sum, y en español con el auxiliar haber y la preposición de.
Mu: pronombre.
SemárarÃ: por la correspondencia de la versión del padre Tellechea se ha traducido esta palabra, que no parece tener nada que observar, si no es lo dicho en el párrafo 14.
Regüegáchi: se explicó ya.
Atigá: gerundio de verbo neutro como lo demuestra la terminación ga; se deriva de atike, estar, que en el siguiente dialecto es gatiki.
TamÃ: pronombre en caso oblicuo.
Jurá: significa echar, mandar, enviar, estando en imperativo, igual al presente de indicativo, expresado el modo sólo por el sentido de la oración; la terminación a —269â demuestra que es un verbo activo; en el dialecto del ejemplo siguiente es hula. (Véanse sobre el cambio de letras los párrafos 1 y 2).
MuyerarÃ: mu significa tu; yerarà es una de las partÃculas que se suelen agregar al pronombre.
Jenagüichiki: esta palabra corresponde a jelaliki en el dialecto siguiente, donde se traduce por voluntad; aquà se pone la misma palabra castellana que usa Tellechea.
Mapú: conjunción.
Regüegá: adverbio que significa igualmente, cómo, de esta manera, de la manera que.
EguarÃgua: se ha traducido esta palabra por la del padre Tellechea, que mejor conviene al sentido de la oración, y por su semejanza con neguáruje del ejemplo siguiente; si atendemos a su final gua, vemos que es un verbo impersonal.
Sesenú: se ha traducido esta palabra de la misma manera que la anterior.
Ragüé: por la posición de esta palabra se infiere su significado.
Tamú: pronombre.
Nitugára: sustantivo que significa bastimento, vÃveres, comida; en el dialecto del ejemplo que sigue esta palabra es nutogala, aunque en el Padre nuestro no se ve esta misma voz, sino un verbo de equivalente significado.
Jipe: sustantivo que en el dialecto siguiente es hipebá.
TamÃ: pronombre en caso oblicuo.
Nejá: imperativo en la misma forma que el indicativo, sin otra manera de distinguirse que el contexto.
Cheligüé: verbo en el mismo modo que el anterior, y sobre el cual hay que hacer igual observación.
TamúcheÃna: tamú es el pronombre; cheina significa cosa mala, pecado.
YorÃ: parece un derivado del verbo yorá, hacer.
Yomá: adjetivo; el número plural en esta palabra y las dos anteriores está determinado por el pronombre tamú.
Matameregüegá: conjunción compuesta de dos, matame y regüegá.
Cheligüé: verbo en indicativo, presente; la persona esta marcada con el pronombre siguiente tamú; por su significado y terminación es verbo dativo.
Ayoriguámeke: participio de presente.
Uché: conjunción.
Mapú: conjunción.
EkÃ: su significado consta del padre Tellechea (página 11).
Cháti: no tiene nada que observar.
Jú: este verbo es uno de los que sirven para expresar el sustantivo ser, según vimos.
Meká: adverbio que en el ejemplo siguiente veremos escrito mechka.
Mu y jurá: palabras ya explicadas.
Mapú y tamú: también se han explicado ya.
Tayorábua: yorá significa hacer; bua parece lo mismo que boa, signo explicado antes en la palabra nÃreboa; ta, partÃcula de varios significados.
Kéko: negación.
34. Segundo ejemplo:
Tamú nonó mamú reguà guamÃ
Nuestro padre tú que alto lejos
gatÃki tamà noinéruje mú reguá
vives por nos venerado sea tú nombre
seliméa rekigena tamà neguáruje mú
reinando ven a nos hágase tú
jelalikà henná guetchiki mapú hatschibe
voluntad aquà tierra sobre como también
régüega guamÃ. Tamà nutútuje hipebá;
igualmente lejos. A nos mantén hoy;
tamà guekange tamà guikelikà matamé
a nos perdona nuestras deuda como
hatschibe régüega tamú guekange putsé
asimismo igualmente nosotros perdonamos también
tami guikejámeke, ke, ta tami
a nuestros deudor, no, no nos
satujé. Telegatigameke mechka hulá
tientes. (Al) diablo lejos manda.
35. Análisis:
Tamú: posesivo de la primera persona de plural.
Nonó: sustantivo.
Mamú: mú es el pronombre en singular de la segunda persona; ma el relativo que.
ReguÃ: adverbio.
GuamÃ: otro adverbio.
GatÃki: verbo que significa estar, morar, vivir. Hemos visto que los neutros en el presente de indicativo acaban en gui, entre otras terminaciones, y aunque aquà se lee ki, es porque la g y la k son de las letras que se cambian en tarahumar (§
2). La terminación dice, pues, que gatÃki es un verbo neutro, y que está en presente de indicativo; la persona se halla marcada con el pronombre mú, que antes hemos visto junto con el relativo ma.
TamÃ: pronombre en caso oblicuo.
Noinéruje: noiné significa venerar; ru o rue es terminación de pasivo, je, o mejor ye, como se lee en los otros ejemplos del Mithridates, es partÃcula de pluscuamperfecto, o de imperfecto, si se quiere admitir este tiempo (véase la nota 80); pero ninguno de ellos, tómese del indicativo o del subjuntivo, da una buena traducción en castellano. AquÃ, según lo que expliqué en su lugar, debÃa haber futuro, que es el que suple al presente de subjuntivo.
Mú: pronombre ya explicado.
Reguá: sustantivo.
Seliméa: seli significa, mandar, reinar; sobre el final mea o meya (pues asà está escrito en los otros dos ejemplos del Mithridates), dice Vater que nada encuentra; pero Hervás traduce esta palabra por reinando, es decir, —273â por gerundio, cuya traducción he adoptado porque, en efecto, la terminación ya es de gerundio, y el gerundio es la forma dominante en el tarahumar. Respecto a me hemos visto (§ 26) que indica tendencia, es decir, «modo con que una cosa se dirige a otra», y esto conviene en el caso actual, pues se trata de que Dios se dirija a los hombres.
Rekigena. Vater no encontró explicación de esta palabra, ni yo tampoco puedo decir nada sobre ella.
TamÃ: pronombre en caso oblicuo.
Neguáruje: esta voz se encuentra en el mismo caso que rekigena. La forma pasiva se descubre en ru, signo de esa clase de verbos.
Mú: pronombre.
JelalikÃ: sustantivo.
Henná: adverbio.
Guetschiki: gue, significa tierra; tschiki, es la preposición propuesta a su régimen, según el uso de la lengua.
Mapú: conjunción.
Hastchibe: conjunción.
Régüega: adverbio.
GuamÃ: adverbio.
TamÃ: pronombre.
Nutútuje o nutútuye, significa mantener; aquà el verbo está en segunda persona de singular de imperativo, igual al indicativo, sin más signo que le distinga que el contexto de la oración.
Hipebá: adverbio.
TamÃ: pronombre.
Guekange o guekanye: es el verbo perdonar, el cual es dativo o aplicativo no sólo por su significado sino por su terminación; como en el verbo anterior no hay signo que marque el imperativo.
GuikelikÃ: significa propiamente pecado, y está en singular.
Matamé y hastchibe: conjunciones.
Régüega: adverbio.
Tamú: pronombre.
Guekange: verbo explicado antes; está en indicativo de presente y la persona señalada con el pronombre.
Putsé: conjunción.
TamÃ: explicado ya.
Guikejámeke: participio según se ve de su terminación, y aunque debÃa estar en plural, no lo está porque este participio sólo tiene singular. El número se conoce, pues, ex adjunctis, estando aquà determinado por el pronombre anterior.
Ke y ta: negaciones.
Satujé o satuyé: significa tocar o tentar; por la terminación es indicativo, y sólo el sentido del discurso le hace imperativo.
Telegatigameke: aunque en castellano es un sustantivo, en tarahumar es un participio, según se ve de su terminación, y, en efecto, significa «el que está abajo». A Dios se le dice «el que está arriba».
Mechca: adverbio.
Hulá: verbo en imperativo, sin nada que le distinga del indicativo, a no ser el contexto del discurso.