Este de G. Mistral (Chilena) tiene 37:
DOÑA VENENOS
Doña venenos habita
a unos pasos de mi casa.
Ella quiere disfrutar
rutas, jardines y playas,
y todo ya se lo dimos,
pero no está apaciguada.
¿A qué vino de tan lejos
si viaja llevando su alma?
a los que nacen o mueren,
a los que arriban o zarpan,
y aunque son muchos sus días
¡no se cansa, no se cansa!
Pudo dejarla, sí, pudo,
en cactus abandonada,
y hacerse, cruzando mares,
otra de hieles lavada.
¿A qué vino a ser la misma
bajo el país de las palmas?
Me la dicen, me la traen
todos los días contada,
pero yo aún no la he visto
y me la tengo sin cara
Cada día me conozco
árbol nuevo, bestia rara
y criaturas que llegan
a la puerta de mi casa.
¿Pero si no la vi nunca
cómo echo a la forastera?
Y si me la dejo entrar,
¿qué hace de mi paz ganada?
¿qué de mi bien que es un árbol?
Todos me preguntan si
ya vino la malhadada
y luego me dicen que...
es peor si se retarda.....
El de límites, de Jorge Luis Borges tiene 40 versos.
De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido
a Quién prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.
Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo nos hemos despedido?
Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.
Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.
Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte, Jano.
Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.
No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando el ocaso, ante la luz dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.
¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.
Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son los que me han querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan.....
hola
Distinguido caballero, el poeta escribió un poema que sobrepasa la cantidad de versos que mencionas. Pero, te sugiero que le suprimas varios cuartetos para que tenga los cuarenta versos que necesitas. Éxitos. Saludos cordiales. Adiós.
EL RÍO
Su presencia alegra al panorama
cuando toca su lira cristalina
cantando hermoso himno que fascina
y lo escribe en su largo pentagrama.
La belleza de natura se refleja
en el espejo fiel que va captando
lo hermoso que el paisaje va mostrando
y que será la remembranza añeja.
A los seres acuáticos abriga
dándoles diariamente el alimento
cada quien va consiguiéndose el sustento
y todo su deseo se mitiga.
Cuando a las rocas besa la corriente,
el agua va tejiendo suave encaje
que es la blancura hermosa del paisaje
y hasta el cielo admira el bello ambiente.
Toda estrella en la noche se despierta,
noctilucas al cielo han ascendido,
en ese inmenso manto se han perdido
y hacen guiños en la ventana abierta.
La belleza del acontecimiento
en el alma del río es dibujada
por artista de fama comprobada
que eterniza la luz del firmamento.
No cambia su camino preferido
desde lejanos tiempos del inicio,
su existencia ha sido en beneficio
del suelo, con su esencia, bendecido.
Un treznal de colores se dibuja
en el alma de la nube acariciada
por un rayo de sol atravesada
con la sutil caricia que la embruja.
La blanca luz del sol se descompone
en la diversa esencia cromatina
que el conjunto de perlas determina
que de siete colores se compone.
El arcoíris, fenómeno celeste,
multiplica del cielo su belleza,
en el río se graba la proeza
de norte a sur, del occidente al este.
Los cinco continentes embellece
con largo serpenteo cristalino
a los que entrega líquido divino
que es el don que a la tierra favorece.
En Brasil: Amazonas imponente,
el Mississippi vaga por el norte,
el río Nilo en África es soporte
de Egipto y muchos pueblos del oriente.
El Yangtsé, Yeniséi, el amarillo,
reflejan las bellezas de este mundo,
las guardan con el celo más profundo
para que eternamente estén con brillo.
Es el río es la belleza zigzagueante
que infinidad de suelos va regando,
así mismo, en su alma va guardando
de este mundo, hermosura fascinante.
Adolfo González Hernández
El Salvador, Centroamérica.
Hola!
¿Qué no sean de amor?
Vaya!, qué complicado!, todo verso es de amor, amigo mio!,
hacia la vida, el mar, Dios, las madres, o los campos, hacia el cielo
infinito, hacia la pobre y ruin naturaleza humana y sus percances..
Voy a ver qué podría esta humilde artesana hoy diseñarte:
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
DE LA MALDAD HUMANA.
Cuentan de cierto niño que veía
sobre las ramas de un laurel florido
el ave que cuidaba ahi en el nido
dos huevecitos como dos poesías.
La mañana era blanca cual ninguna,
y el muchacho travieso como pocos.
Con cierto impulso tan pueril y loco
de averiguar qué cosa había en la cuna.
Meses atrás las aves anidaron,
haciéndose arrumacos cual pareja
que para procrear todo lo deja
y sólo de lo suyo se ocuparon.
Al paso de los días dio la hembra
al nido cual riqueza dos tesoros
que acompañaron en silencio al coro
de sus padres con trinos como siembra...
Todo el campo se dio por enterado
que dos polluelos pronto nacerían.
Pasaba aquella madre bellos días,
el padre la adoraba, enamorado.
Por las mañanas él salía desde antes
que el sol con su calor iluminara
a la campiña que en frescor cegara
a aquel ave que volvería triunfante.
Fue mucho aquel trabajo y sacrificio
de alimentar él sólo a su pareja,
y es mucha la ilusión que no le deja
sentir cómo se acerca un maleficio...
Aquel niño avispado y contrahecho
más del alma que el cuerpo, quién diría,
ha decidido, en pertinaz porfía
llevarse a sus hijitos y lo ha hecho.
Cuánta desolación ha provocado
un acto de maldad irreflexivo.
Para romper el cascarón se ha ido
y luego corre riendo, aquel malvado.
Cómo en el corazón del ser humano
duermen ambas semillas: luz y sombras.
Si todavía lo malo nos asombra
pidamos paz a Dios con ambas manos.
&&&&&&&&&&&
Espero que te sirva.
Si mañana no has cerrado tu pregunta y necesitas otro,
pues te hago otro y punto. Para eso estamos, ¿no?
Si gustas, dime el tema. El que tú quieras.
Y yo te hago el poema.
Así de simple.
Salu2. Paz y Bien.
Aguamarina...
;)
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Este de G. Mistral (Chilena) tiene 37:
DOÑA VENENOS
Doña venenos habita
a unos pasos de mi casa.
Ella quiere disfrutar
rutas, jardines y playas,
y todo ya se lo dimos,
pero no está apaciguada.
¿A qué vino de tan lejos
si viaja llevando su alma?
a los que nacen o mueren,
a los que arriban o zarpan,
y aunque son muchos sus días
¡no se cansa, no se cansa!
¿A qué vino de tan lejos
si viaja llevando su alma?
Pudo dejarla, sí, pudo,
en cactus abandonada,
y hacerse, cruzando mares,
otra de hieles lavada.
¿A qué vino a ser la misma
bajo el país de las palmas?
Me la dicen, me la traen
todos los días contada,
pero yo aún no la he visto
y me la tengo sin cara
Cada día me conozco
árbol nuevo, bestia rara
y criaturas que llegan
a la puerta de mi casa.
¿Pero si no la vi nunca
cómo echo a la forastera?
Y si me la dejo entrar,
¿qué hace de mi paz ganada?
¿qué de mi bien que es un árbol?
Todos me preguntan si
ya vino la malhadada
y luego me dicen que...
es peor si se retarda.....
El de límites, de Jorge Luis Borges tiene 40 versos.
De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido
a Quién prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.
Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo nos hemos despedido?
Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.
Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.
Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte, Jano.
Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.
No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando el ocaso, ante la luz dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.
¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.
Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son los que me han querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan.....
hola
Distinguido caballero, el poeta escribió un poema que sobrepasa la cantidad de versos que mencionas. Pero, te sugiero que le suprimas varios cuartetos para que tenga los cuarenta versos que necesitas. Éxitos. Saludos cordiales. Adiós.
EL RÍO
Su presencia alegra al panorama
cuando toca su lira cristalina
cantando hermoso himno que fascina
y lo escribe en su largo pentagrama.
La belleza de natura se refleja
en el espejo fiel que va captando
lo hermoso que el paisaje va mostrando
y que será la remembranza añeja.
A los seres acuáticos abriga
dándoles diariamente el alimento
cada quien va consiguiéndose el sustento
y todo su deseo se mitiga.
Cuando a las rocas besa la corriente,
el agua va tejiendo suave encaje
que es la blancura hermosa del paisaje
y hasta el cielo admira el bello ambiente.
Toda estrella en la noche se despierta,
noctilucas al cielo han ascendido,
en ese inmenso manto se han perdido
y hacen guiños en la ventana abierta.
La belleza del acontecimiento
en el alma del río es dibujada
por artista de fama comprobada
que eterniza la luz del firmamento.
No cambia su camino preferido
desde lejanos tiempos del inicio,
su existencia ha sido en beneficio
del suelo, con su esencia, bendecido.
Un treznal de colores se dibuja
en el alma de la nube acariciada
por un rayo de sol atravesada
con la sutil caricia que la embruja.
La blanca luz del sol se descompone
en la diversa esencia cromatina
que el conjunto de perlas determina
que de siete colores se compone.
El arcoíris, fenómeno celeste,
multiplica del cielo su belleza,
en el río se graba la proeza
de norte a sur, del occidente al este.
Los cinco continentes embellece
con largo serpenteo cristalino
a los que entrega líquido divino
que es el don que a la tierra favorece.
En Brasil: Amazonas imponente,
el Mississippi vaga por el norte,
el río Nilo en África es soporte
de Egipto y muchos pueblos del oriente.
El Yangtsé, Yeniséi, el amarillo,
reflejan las bellezas de este mundo,
las guardan con el celo más profundo
para que eternamente estén con brillo.
Es el río es la belleza zigzagueante
que infinidad de suelos va regando,
así mismo, en su alma va guardando
de este mundo, hermosura fascinante.
Adolfo González Hernández
El Salvador, Centroamérica.
Hola!
¿Qué no sean de amor?
Vaya!, qué complicado!, todo verso es de amor, amigo mio!,
hacia la vida, el mar, Dios, las madres, o los campos, hacia el cielo
infinito, hacia la pobre y ruin naturaleza humana y sus percances..
Voy a ver qué podría esta humilde artesana hoy diseñarte:
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
DE LA MALDAD HUMANA.
Cuentan de cierto niño que veía
sobre las ramas de un laurel florido
el ave que cuidaba ahi en el nido
dos huevecitos como dos poesías.
La mañana era blanca cual ninguna,
y el muchacho travieso como pocos.
Con cierto impulso tan pueril y loco
de averiguar qué cosa había en la cuna.
Meses atrás las aves anidaron,
haciéndose arrumacos cual pareja
que para procrear todo lo deja
y sólo de lo suyo se ocuparon.
Al paso de los días dio la hembra
al nido cual riqueza dos tesoros
que acompañaron en silencio al coro
de sus padres con trinos como siembra...
Todo el campo se dio por enterado
que dos polluelos pronto nacerían.
Pasaba aquella madre bellos días,
el padre la adoraba, enamorado.
Por las mañanas él salía desde antes
que el sol con su calor iluminara
a la campiña que en frescor cegara
a aquel ave que volvería triunfante.
Fue mucho aquel trabajo y sacrificio
de alimentar él sólo a su pareja,
y es mucha la ilusión que no le deja
sentir cómo se acerca un maleficio...
Aquel niño avispado y contrahecho
más del alma que el cuerpo, quién diría,
ha decidido, en pertinaz porfía
llevarse a sus hijitos y lo ha hecho.
Cuánta desolación ha provocado
un acto de maldad irreflexivo.
Para romper el cascarón se ha ido
y luego corre riendo, aquel malvado.
Cómo en el corazón del ser humano
duermen ambas semillas: luz y sombras.
Si todavía lo malo nos asombra
pidamos paz a Dios con ambas manos.
&&&&&&&&&&&
Espero que te sirva.
Si mañana no has cerrado tu pregunta y necesitas otro,
pues te hago otro y punto. Para eso estamos, ¿no?
Si gustas, dime el tema. El que tú quieras.
Y yo te hago el poema.
Así de simple.
Salu2. Paz y Bien.
Aguamarina...
;)