Heriberto Enríquez, nacido y muerto en Toluca (1884-1963), forma parte de la galería de poetas del Instituto Científico y Literario, pero destaca también como catedrático de la Escuela Normal para Profesores y de la Escuela de Artes y Oficios (Edayo).
En la literatura, es anterior a los tres poetas toluqueños más conocidos del siglo XX (Horacio Zúñiga, Enrique Carniado y Josué Mirlo) y posterior a la generación de Juan B. Garza, Felipe N. Villarello y Abel C. Salazar. Por las características de su obra y por los espacios académicos en que se movió pertenece a la brillante tradición de los poetas institutenses.
Se le recuerda principalmente por haber escrito las estrofas del Himno del Estado de México y del Himno de la Escuela Normal para Profesores.1
1. Esbozo biográfico
Heriberto Enríquez fue un hombre de vida tranquila y sosegada que se desarrolló en Toluca. Nació el 16 de marzo de 1884 y su maestra de primeras letras fue su madre, la señora Mercedes Rodríguez, esposa del abogado Valente Enríquez.
Siendo niño, aprendió imprenta y tipografía en la Escuela de Artes y Oficios, recién establecida por el general José Vicente Villada, uno de los gobernadores más famosos del Estado de México. En 1902, ingresó al Instituto Científico y Literario para cursar la carrera de tenedor de libros, indispensable para las actividades comerciales de aquel tiempo y antecedente de la de contador público.
Llamado por la docencia, el profesor Enríquez, quien también estudió pedagogía en el Instituto, del cual fungió un tiempo como Secretario, ingresó en 1908 como catedrático a la Escuela Normal para Señoritas y posteriormente a la Escuela Normal para Varones, instituciones que se fusionaron para formar una normal mixta.
En 1917, fue nombrado catedrático de español del Instituto Científico y Literario, claustro de eminentes profesores y núcleo de la intelectualidad toluqueña.
Por la clase del maestro Enríquez pasaron jóvenes poetas que destacaron más tarde en las letras toluqueñas, como los ya nombrados Horacio Zúñiga y Enrique Carniado y también como un joven sinaloense, Gilberto Owen, quien formó parte del grupo Contemporáneos, escribió en periódicos y revistas de la ciudad de México y fue promovido —como Villaurrutia y Henestrosa— por la célebre Antonieta Rivas Mercado.2
A partir de su ingreso al Instituto Científico y Literario, el maestro Enríquez decidió dedicarse exclusivamente a la docencia y conquistó el respeto de numerosas generaciones de alumnos del propio Instituto y de la Normal, hasta que el gobierno del estado le otorgó su retiro, en 1943, por haber cumplido 35 años de servicio.
El profesor Enríquez —solían llamarle afectuosamente "profesor Enriquitos"— se dedicó a escribir poesía y a participar en ceremonias y festivales a los que era convocado con frecuencia.
Falleció de un mal cardíaco el 8 de abril de 1963, cuando tenía 79 años. Sus restos fueron inhumados en el Panteón General de Toluca, pero en 1974 fueron trasladados, junto con los de otros intelectuales, a la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Municipal.
2. Obra poética
La producción del profesor Enríquez no es muy vasta. En 1926, publicó la obra poética Trilogía de mayo. Hasta ese momento, sus composiciones habían aparecido solamente en periódicos y revistas.
En 1937, apareció el volumen Colección de versos, con "Palabras liminares" de Enrique Carniado y tipografía de la Escuela de Artes y Oficios. Se trata de un poemario que contiene versos escritos entre 1902 y 1937, según aclara el autor. Con extrema modestia, confiesa que son: "[…] inconsultos desaciertos de adolescencia, desatinadas inquietudes de juventud y casi improvisaciones ocasionales de la edad madura".
En 1943, año de su jubilación como profesor, el maestro Enríquez publicó un trabajo de investigación titulado Reseña histórica del periodismo y la imprenta en el Estado de México.
La última publicación conocida de este poeta toluqueño, Sonetos de primavera y de invierno, es de 1956, aunque existe un poema suelto, de 1959, que lleva por título "He aquí a la madre".
Escribió también un volumen de obras de teatro infantil y varios discursos.
Otros poemas suyos quedaron dispersos en periódicos, revistas y suplementos literarios de su época, entre ellos El Demócrata, El Sol de Toluca y El Heraldo de Toluca.
3. ¿Clásico o romántico?
La obra poética de Heriberto Enríquez es desconocida por la generación actual. Existe un folleto sin fecha ni pie de imprenta, tal vez de la década de los sesenta, que fue editado por el Departamento de Difusión Cultural del Gobierno del Estado de México, en el que el bibliotecario Gonzalo Pérez Gómez, siempre atento a las manifestaciones poéticas regionales, escribe una semblanza del poeta en la cual incluye una bibliografía completa. El opúsculo se titula Homenaje al profesor Heriberto Enríquez y es tal vez lo último que se ha escrito seriamente él.3 En las últimas décadas, el olvido ha ido sellando las pág
Answers & Comments
Verified answer
Heriberto Enríquez, nacido y muerto en Toluca (1884-1963), forma parte de la galería de poetas del Instituto Científico y Literario, pero destaca también como catedrático de la Escuela Normal para Profesores y de la Escuela de Artes y Oficios (Edayo).
En la literatura, es anterior a los tres poetas toluqueños más conocidos del siglo XX (Horacio Zúñiga, Enrique Carniado y Josué Mirlo) y posterior a la generación de Juan B. Garza, Felipe N. Villarello y Abel C. Salazar. Por las características de su obra y por los espacios académicos en que se movió pertenece a la brillante tradición de los poetas institutenses.
Se le recuerda principalmente por haber escrito las estrofas del Himno del Estado de México y del Himno de la Escuela Normal para Profesores.1
1. Esbozo biográfico
Heriberto Enríquez fue un hombre de vida tranquila y sosegada que se desarrolló en Toluca. Nació el 16 de marzo de 1884 y su maestra de primeras letras fue su madre, la señora Mercedes Rodríguez, esposa del abogado Valente Enríquez.
Siendo niño, aprendió imprenta y tipografía en la Escuela de Artes y Oficios, recién establecida por el general José Vicente Villada, uno de los gobernadores más famosos del Estado de México. En 1902, ingresó al Instituto Científico y Literario para cursar la carrera de tenedor de libros, indispensable para las actividades comerciales de aquel tiempo y antecedente de la de contador público.
Llamado por la docencia, el profesor Enríquez, quien también estudió pedagogía en el Instituto, del cual fungió un tiempo como Secretario, ingresó en 1908 como catedrático a la Escuela Normal para Señoritas y posteriormente a la Escuela Normal para Varones, instituciones que se fusionaron para formar una normal mixta.
En 1917, fue nombrado catedrático de español del Instituto Científico y Literario, claustro de eminentes profesores y núcleo de la intelectualidad toluqueña.
Por la clase del maestro Enríquez pasaron jóvenes poetas que destacaron más tarde en las letras toluqueñas, como los ya nombrados Horacio Zúñiga y Enrique Carniado y también como un joven sinaloense, Gilberto Owen, quien formó parte del grupo Contemporáneos, escribió en periódicos y revistas de la ciudad de México y fue promovido —como Villaurrutia y Henestrosa— por la célebre Antonieta Rivas Mercado.2
A partir de su ingreso al Instituto Científico y Literario, el maestro Enríquez decidió dedicarse exclusivamente a la docencia y conquistó el respeto de numerosas generaciones de alumnos del propio Instituto y de la Normal, hasta que el gobierno del estado le otorgó su retiro, en 1943, por haber cumplido 35 años de servicio.
El profesor Enríquez —solían llamarle afectuosamente "profesor Enriquitos"— se dedicó a escribir poesía y a participar en ceremonias y festivales a los que era convocado con frecuencia.
Falleció de un mal cardíaco el 8 de abril de 1963, cuando tenía 79 años. Sus restos fueron inhumados en el Panteón General de Toluca, pero en 1974 fueron trasladados, junto con los de otros intelectuales, a la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Municipal.
2. Obra poética
La producción del profesor Enríquez no es muy vasta. En 1926, publicó la obra poética Trilogía de mayo. Hasta ese momento, sus composiciones habían aparecido solamente en periódicos y revistas.
En 1937, apareció el volumen Colección de versos, con "Palabras liminares" de Enrique Carniado y tipografía de la Escuela de Artes y Oficios. Se trata de un poemario que contiene versos escritos entre 1902 y 1937, según aclara el autor. Con extrema modestia, confiesa que son: "[…] inconsultos desaciertos de adolescencia, desatinadas inquietudes de juventud y casi improvisaciones ocasionales de la edad madura".
En 1943, año de su jubilación como profesor, el maestro Enríquez publicó un trabajo de investigación titulado Reseña histórica del periodismo y la imprenta en el Estado de México.
La última publicación conocida de este poeta toluqueño, Sonetos de primavera y de invierno, es de 1956, aunque existe un poema suelto, de 1959, que lleva por título "He aquí a la madre".
Escribió también un volumen de obras de teatro infantil y varios discursos.
Otros poemas suyos quedaron dispersos en periódicos, revistas y suplementos literarios de su época, entre ellos El Demócrata, El Sol de Toluca y El Heraldo de Toluca.
3. ¿Clásico o romántico?
La obra poética de Heriberto Enríquez es desconocida por la generación actual. Existe un folleto sin fecha ni pie de imprenta, tal vez de la década de los sesenta, que fue editado por el Departamento de Difusión Cultural del Gobierno del Estado de México, en el que el bibliotecario Gonzalo Pérez Gómez, siempre atento a las manifestaciones poéticas regionales, escribe una semblanza del poeta en la cual incluye una bibliografía completa. El opúsculo se titula Homenaje al profesor Heriberto Enríquez y es tal vez lo último que se ha escrito seriamente él.3 En las últimas décadas, el olvido ha ido sellando las pág
aqui esta
http://www.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena%2058/Per...