En uno de los milagros más espectaculares, Jesús alimentó a una multitud de 5,000 personas con solamente cinco panes y dos peces. Y hubo suficiente y hasta de sobra como para llenar 12 cestas.
En otro de los milagrosos ejemplos del poder de Dios, Jesús tiene compasión de una multitud de seguidores que no habÃan comido nada por tres dÃas. El los alimentó con siete hogazas de pan y unos cuantos pescados pequeños. ¡Y hasta sobraron siete cestas con comida!
Deja ya la Biblia, tio, despierta es todo mentira! Dios no existe, cuando mueras iras a un sitio donde te esperan Michael Jackson y el Profesor Oak montados en sus unicornios alados y te daran las buenas tardes por la mañana, lo se yo que he muerto y he vuelto a la vida
Los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan mencionan unos treinta y cinco milagros de Jesús. Sin embargo, sus relatos dan a entender que realizó muchas más hazañas sobrenaturales. (Mateo 9:35; Lucas 9:11.)
Un examen detenido de los cuatro Evangelios suministra más prueba en favor de su credibilidad. Por una parte, estos relatos son claramente distintos de los cuentos de hadas y las leyendas. Piense, por ejemplo, en las historias falsas que circularon acerca de Jesús en los siglos que siguieron a su muerte. El apócrifo “Evangelio del Pseudo Tomás” dice: “Este niño Jesús, que a la sazón tenÃa cinco años, [...] iba otra vez por medio del pueblo y un muchacho, que venÃa corriendo, fue a chocar contra sus espaldas. Irritado Jesús, le dijo: ‘No proseguirás tu camino’. E inmediatamente cayó muerto el rapaz”. No es difÃcil ver la naturaleza de esta narración: es un relato inventado, una ficción. Además, el niño caprichoso de carácter ruin que describe este relato no guarda ningún parecido con el Jesús de la Biblia. (Contrástese con Lucas 2:51, 52.)
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385,23 (ya que no todos son milagros completos)
No sé, pero existen zombies recorriendo las calles en el evangelio... (no me refiero a Jesús, sino a otros zombies...)
No existen los milagros, si no que me lo demuestren con hechos que los milagros existen.
Unos 16 milagros documentados, aunque pudieron ser mas.. acontinuacion una recopilacion con sus respectivas citas.
1) Sana al siervo de un centurión
En otro milagro, Jesús sana al siervo de un centurión en Capernaúm, sin tener contacto con el hombre enfermo.
Mateo 8:5-13
2) Sana a la suegra de Pedro y a otros enfermos
Mateo 8:14-16
3) Sana al leproso
Mateo 8:2-4
4) Sana al paralÃtico
Mateo 9:2-8
5) Sana al ciego, reprende un demonio mudo
Mateo 12:22
6) Calma la tempestad
Jesús calma la tempestad en el mar reprendiendo los vientos- una tempestad de tal intensidad que aterroriza a los expertos navegantes.
Mateo 8:24-27
7) Sana al hombre gadareno endemoniado
Mateo 8:28-34
8) Sana a la mujer que le tocó el manto
Un toque tan simple del manto de Jesús fué suficiente para sanarla.
Mateo 9:20-22
9) Resucita a la hija de Jairo
Jesús demuestra que él tiene el poder para levantar a los muertos y traerlos de nuevo a la vida.
Mateo 9:18-19,23-26
10) Alimentación de los cinco mil
En uno de los milagros más espectaculares, Jesús alimentó a una multitud de 5,000 personas con solamente cinco panes y dos peces. Y hubo suficiente y hasta de sobra como para llenar 12 cestas.
Mateo 14:15-21
11) Camina sobre el mar y calma la tempestad
¡Jesús fue visto caminando sobre la superficie del mar de Galilea! Uno de los discÃpulos, en un momento de fe comenzó a caminar para alcanzar a Jesús. Momentos después comienza a dudar, se hunde, y es puesto a salvo por Jesús!
Mateo 14:22-33
12) Sana a la hija de la mujer Cananea
Mateo 15:22-28
13) Alimenta a cuatro mil
En otro de los milagrosos ejemplos del poder de Dios, Jesús tiene compasión de una multitud de seguidores que no habÃan comido nada por tres dÃas. El los alimentó con siete hogazas de pan y unos cuantos pescados pequeños. ¡Y hasta sobraron siete cestas con comida!
Mateo 15:32-38
14) Sana al muchacho ciego, mudo y endemoniado
Mateo 17:14-20
15) Maldición de la higuera estéril
Jesús realiza este milagro para demostrar el juicio que vendrÃa sobre la nación de Israel; que por su negación (como una mayorÃa) a aceptar su mensaje, pronto caerÃa bajo el brutal poder militar del Imperio Romano. Esto se llevarÃa a cabo el lunes siguiente después de su entrada triunfal a Jerusalén, a tan sólo unos dÃas de enfrentar su muerte y su resurrección.
Mateo 21:18-20
16) Jesús mismo resucita de entre los muertos
En el milagro más grandioso de todos, Jesús resucita de entre los muertos, tal y como él lo habÃa anunciado en numerosas ocasiones.
Mateo 28:2-20
.
COMO 24
nose no me acuerdo
sin...cuenta
=)
Deja ya la Biblia, tio, despierta es todo mentira! Dios no existe, cuando mueras iras a un sitio donde te esperan Michael Jackson y el Profesor Oak montados en sus unicornios alados y te daran las buenas tardes por la mañana, lo se yo que he muerto y he vuelto a la vida
Los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan mencionan unos treinta y cinco milagros de Jesús. Sin embargo, sus relatos dan a entender que realizó muchas más hazañas sobrenaturales. (Mateo 9:35; Lucas 9:11.)
Estos milagros no se hicieron para entretener. Eran intrÃnsecos a la afirmación de Jesús de que era el Hijo de Dios, el MesÃas por tanto tiempo esperado. (Juan 14:11.) Moisés efectuó señales milagrosas al presentarse ante la nación de Israel cuando esta se encontraba en esclavitud. (Ãxodo 4:1-9.) Era lógico esperar, pues, que el MesÃas, de quien se habÃa profetizado que serÃa mayor que Moisés, presentara también alguna señal del respaldo divino. (Deuteronomio 18:15.) Asà pues, la Biblia llama a Jesús “varón públicamente mostrado por Dios a [los judÃos] mediante obras poderosas y portentos presagiosos y señales”. (Hechos 2:22.)
En el pasado, la gente normalmente aceptaba sin dudar la imagen que presenta la Biblia de Jesús como autor de milagros. Pero en las últimas décadas los crÃticos han atacado los relatos de los Evangelios. En su libro Deceptions and Myths of the Bible (Engaños y mitos de la Biblia), Lloyd Graham hace referencia al relato bÃblico que narra la ocasión en que Jesús anduvo sobre el agua, y llega hasta el punto de decir: “Hay que ser muy ignorante para creer que este relato es literal; sin embargo, eso piensan millones de personas. Y luego nos preguntamos qué le pasa a este mundo. ¿Acaso pudiera esperarse un mundo mejor con tal ignorancia?”.
¿Imposibles?
Sin embargo, estas crÃticas no son razonables. El Diccionario de la lengua española dice que un milagro es un “hecho no explicable por las leyes naturales”. Según esa definición, hace un siglo se habrÃan considerado milagrosos una televisión en color, un teléfono celular o una computadora portátil. ¿Tiene sentido ser dogmáticos y calificar algo de imposible simplemente porque no podemos explicarlo según el conocimiento cientÃfico actual?
Hay otro factor que debe tenerse en cuenta. En el griego original, idioma en que se escribió el “Nuevo Testamento”, la palabra empleada para “milagro” fue dý·na·mis, término que esencialmente quiere decir “poder”. También se traduce “obras poderosas” o “habilidad”. (Lucas 6:19; 1 Corintios 12:10; Mateo 25:15.) La Biblia afirma que los milagros de Jesús fueron una manifestación del “poder majestuoso de Dios”. (Lucas 9:43.) ¿SerÃan imposibles tales obras para un Dios todopoderoso, que posee una “abundancia de energÃa dinámica”? (IsaÃas 40:26.)
Prueba de autenticidad
Un examen detenido de los cuatro Evangelios suministra más prueba en favor de su credibilidad. Por una parte, estos relatos son claramente distintos de los cuentos de hadas y las leyendas. Piense, por ejemplo, en las historias falsas que circularon acerca de Jesús en los siglos que siguieron a su muerte. El apócrifo “Evangelio del Pseudo Tomás” dice: “Este niño Jesús, que a la sazón tenÃa cinco años, [...] iba otra vez por medio del pueblo y un muchacho, que venÃa corriendo, fue a chocar contra sus espaldas. Irritado Jesús, le dijo: ‘No proseguirás tu camino’. E inmediatamente cayó muerto el rapaz”. No es difÃcil ver la naturaleza de esta narración: es un relato inventado, una ficción. Además, el niño caprichoso de carácter ruin que describe este relato no guarda ningún parecido con el Jesús de la Biblia. (Contrástese con Lucas 2:51, 52.)
Ahora piense en los relatos auténticos de los Evangelios. Están libres de exageraciones y matices ficticios. Jesús hizo milagros en respuesta a necesidades verdaderas, no para satisfacer simples caprichos. (Marcos 10:46-52.) Nunca utilizó sus poderes para beneficiarse. (Mateo 4:2-4.) Y jamás los usó para lucirse. De hecho, cuando el rey Herodes, movido por la curiosidad, quiso que Jesús ejecutara alguna “señal” milagrosa, este “no le contestó nada”. (Lucas 23:8, 9.)
También se ve un marcado contraste entre los milagros de Jesús y el trabajo de los ilusionistas profesionales, magos y curadores por fe. Las obras poderosas de Jesús siempre glorificaban a Dios. (Juan 9:3; 11:1-4.) Sus milagros no constaban de rituales emotivos, conjuros mágicos, ostentación, supercherÃa ni hipnotismo. Cuando Jesús se encontró con un mendigo ciego llamado Bartimeo que clamó: “Rabboni, que recobre la vista”, Jesús simplemente le dijo: “‘Vete, tu fe te ha devuelto la salud’. E inmediatamente recobró la vista”. (Marcos 10:46-52.)
En su libro “Many Infallible Proofs”: The Evidences of Christianity (“Muchas pruebas indubitables”: Las pruebas del cristianismo), el erudito Arthur Pierson dice lo siguiente sobre los milagros de Cristo: “La cantidad de sus curaciones, su naturaleza inmediata y completa, y el hecho de que no fracasara ni siquiera en levantar a los muertos colocan estos milagros a una distancia infinita de las supuestas hazañas de esta época o de cualquier otra”.