Agüero Vera nos habla de esta mujer morena en la plenitud de su vigor, de ojos y cabellos negros y voluminosos pechos que se mueve al andar produciendo el sonido onomatopéyico del que deriva su nombre. Con sus manos pequeñas y blancas acaricia a los niños que las mujeres dejan a la sombra de un árbol del monte cuando salen a juntar algarrobas. Se la conoce en la localidad riojana de Vichigasta. Suele sorprender a los algarroberos en medio de las fiestas que hacen a la sombra de los algarrobos. Su presencia es anunciada por unos gritos que suenan como "capansucana", se produce entonces el desorden en la reunión, y la terrible hembra se echa entre los senos a todos los paisanos que logra sorprender, donde al parecer, caben varios.
"Personaje legendario (aunque poco difundido, quizás por su origen aymara), mencionado principalmente en las provincias argentinas de Jujuy, Salta, Catamarca y las zonas limítrofes de Bolivia y el norte de Chile. La descripción más frecuente de la Zapam-Zucum corresponde a la de una mujer hermosa, de rasgos aindiados, en la plenitud de su juventud y su femineidad, ojos renegridos, y largos y lacios cabellos del mismo color, que le caen por debajo de la cintura. Aparece invariablemente desnuda, y sus características físicas más destacables son sus manos y sus pies, blancos como la nieve, y sus pechos descomunales, que agita al andar, produciendo el ruido onomatopéyico del que proviene su nombre indio. En la mayoría de las versiones se comporta como una aparición benévola, ya que suele acariciar y jugar con las guaguas (niños) que las mujeres dejan a la sombra de los algarrobos cuando salen a recoger higos de tuna, e incluso suele darles de mamar cuando tienen hambre. Sin embargo, si el hombre de la familia ha matado alguna vicuña sin necesidad, o hachado algún árbol, le robará al hijo y ya no tendrá manera de recuperarlo. También se ocupa de mantener encendidos los fuegos que los pastores dejan prendidos en sus campamentos, para encontrarlos cuando regresan con sus majadas. Sin embargo, no siempre se la considera inofensiva, ya que, según la versión de un arriero de la provincia argentina de Catamarca:
la Zapan-Zucum es una mujer de piel oscura, gigantesca y horrriblemente fea, de pechos enormes y colgantes, que sorprende a los pastores y a los recolectores de patay durante los descansos que hacen bajo los árboles. Anuncia su presencia con gritos que imitan el ruido que hacen sus pechos al chocar entre sí cuando camina, y su mayor diversión es atrapar entre sus senos a todos los que no son suficientemente rápidos para escapar, y llevárselos con rumbo desconocido, sin que nadie más los vuelva a ver
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ZAPAM ZUCUM
Agüero Vera nos habla de esta mujer morena en la plenitud de su vigor, de ojos y cabellos negros y voluminosos pechos que se mueve al andar produciendo el sonido onomatopéyico del que deriva su nombre. Con sus manos pequeñas y blancas acaricia a los niños que las mujeres dejan a la sombra de un árbol del monte cuando salen a juntar algarrobas. Se la conoce en la localidad riojana de Vichigasta. Suele sorprender a los algarroberos en medio de las fiestas que hacen a la sombra de los algarrobos. Su presencia es anunciada por unos gritos que suenan como "capansucana", se produce entonces el desorden en la reunión, y la terrible hembra se echa entre los senos a todos los paisanos que logra sorprender, donde al parecer, caben varios.
"Personaje legendario (aunque poco difundido, quizás por su origen aymara), mencionado principalmente en las provincias argentinas de Jujuy, Salta, Catamarca y las zonas limítrofes de Bolivia y el norte de Chile. La descripción más frecuente de la Zapam-Zucum corresponde a la de una mujer hermosa, de rasgos aindiados, en la plenitud de su juventud y su femineidad, ojos renegridos, y largos y lacios cabellos del mismo color, que le caen por debajo de la cintura. Aparece invariablemente desnuda, y sus características físicas más destacables son sus manos y sus pies, blancos como la nieve, y sus pechos descomunales, que agita al andar, produciendo el ruido onomatopéyico del que proviene su nombre indio. En la mayoría de las versiones se comporta como una aparición benévola, ya que suele acariciar y jugar con las guaguas (niños) que las mujeres dejan a la sombra de los algarrobos cuando salen a recoger higos de tuna, e incluso suele darles de mamar cuando tienen hambre. Sin embargo, si el hombre de la familia ha matado alguna vicuña sin necesidad, o hachado algún árbol, le robará al hijo y ya no tendrá manera de recuperarlo. También se ocupa de mantener encendidos los fuegos que los pastores dejan prendidos en sus campamentos, para encontrarlos cuando regresan con sus majadas. Sin embargo, no siempre se la considera inofensiva, ya que, según la versión de un arriero de la provincia argentina de Catamarca:
la Zapan-Zucum es una mujer de piel oscura, gigantesca y horrriblemente fea, de pechos enormes y colgantes, que sorprende a los pastores y a los recolectores de patay durante los descansos que hacen bajo los árboles. Anuncia su presencia con gritos que imitan el ruido que hacen sus pechos al chocar entre sí cuando camina, y su mayor diversión es atrapar entre sus senos a todos los que no son suficientemente rápidos para escapar, y llevárselos con rumbo desconocido, sin que nadie más los vuelva a ver
Muchos besos para ti, Bibita... y para MariPosa... Lourdes, Wendy y también para la Zapam-Zucum.
Un cortdial saludo para todos los Argentinos y demás latinos.
Eugenio - el Belga.
Hola BIBI!!
Muy buena historia.
BIBI querida, necesito tu apoyo. Te dejo esta pregunta. Tus palabras son siempre sabias:
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=Al...
Gracias
Te mando un beso
Wendy
Primero te iba a decir ¡La Mulatona,! me hiciste acordar a la amiga de Clemente, pero no, .
SERES SOBRENATURALES / SUPERNATURAL BEINGS
ZAPAM ZUCUM
Agüero Vera nos habla de esta mujer morena en la plenitud de su vigor, de ojos y cabellos negros y voluminosos pechos que se mueve al andar produciendo el sonido onomatopéyico del que deriva su nombre. Con sus manos pequeñas y blancas acaricia a los niños que las mujeres dejan a la sombra de un árbol del monte cuando salen a juntar algarrobas. Se la conoce en la localidad riojana de Vichigasta. Suele sorprender a los algarroberos en medio de las fiestas que hacen a la sombra de los algarrobos. Su presencia es anunciada por unos gritos que suenan como "capansucana", se produce entonces el desorden en la reunión, y la terrible hembra se echa entre los senos a todos los paisanos que logra sorprender, donde al parecer, caben varios
que se mueve al andar produciendo el sonido onomatopéyico del que deriva su nombre. Con sus manos pequeñas y blancas acaricia a los niños que las mujeres dejan a la sombra de un árbol del monte cuando salen a juntar algarrobas. Se la conoce en la localidad riojana de Vichigasta. Suele sorprender a los algarroberos en medio de las fiestas que hacen a la sombra de los algarrobos. Su presencia es anunciada por unos gritos que suenan como "capansucana", se produce entonces el desorden en la reunión, y la terrible hembra se echa entre los senos a todos los paisanos que logra sorprender, donde al parecer, caben varios.
La Zapam-Zucum: diosa protectora de los algarrobales; madre y providencia de los niños abandonados, a quienes amamanta.
saludos cordiales amada amiga