Un nombre que genera un sinfín de explicaciones; aún hoy entre los mismos colaboradores de la empresa no se ponen de acuerdo sobre su origen o significado. La historia es sólo una. Desde las primeras juntas de planeación, se sugirieron varios nombres entre ellos era Super Pan, S. A. pero sonaría como "super panza" y una infinidad más y entre ellos, se incluyó Super Pan Bimbo propuesto por Alfonso Velasco que quizá se le ocurrió usando las consonantes de la película de Bambi, entonces en cartelera, o por el famoso juego del Bingo popularizado en esa época en los casinos de Las Vegas. Lo cierto es que sonaba bonito y era pegajoso y fue el que gustó. Bimbo es un nombre de pocas sílabas, eufónico, amable y con cierta connotación infantil. Por eso, sin titubear se escogió esa opción. Hoy se sabe que bambino en italiano es niño, y que coloquialmente a los bambinos les dicen bimbo, pero son simples coincidencias porque, en este caso, el nombre surgió sólo de una métrica sonora. De Super Pan Bimbo, el nombre se fue reduciendo hasta Bimbo. ¿Y el osito? Su historia es singular. Se necesitaba un logotipo, una imagen y se requería un panadero en actitud de servicio y rostro sonriente. De preferencia, algún animalito simpático que representara el noble oficio del panadero. Jaime Jorba, en diciembre de 1944 justamente cuando se buscaba una imagen, su amiga Linda Darnell le envió desde Hollywood una postal con un osito vestido de Santa Claus. El osito de aquella postal sería Bimbo: amable, tierno y alegre.
Su tía, Anita Mata de Sendra, talentosa dibujante, se le pidió que vistiera al osito de panadero, con delantal y gorro. Sus primeros dibujos no gustaron, pero luego el señor Velasco le cambió la nariz, le agrandó los ojos y así nació el osito Bimbo. Y conforme a la tradición de El Molino se definió que el azul y el rojo serían los colores de Panificación Bimbo, la empresa que se constituyó el cuatro de julio de 1944. El osito y las letras estarían en todas las envolturas, en los camiones de reparto y en toda la publicidad inicial. Hoy el Grupo Bimbo elabora, distribuye y comercializa más de cinco mil productos, entre los que destacan una gran variedad de pan de caja, pan dulce, panquelería, bollería, pastelitos, confitería, botanas dulces y saladas, tortillas empacadas de maíz y de harina de trigo, tostadas, cajeta (dulce de leche) y algunos otros productos. La distribución de sus productos, elaborados en sus 83 plantas, cinco asociadas y tres comercializadoras ubicadas en México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, Europa y Asia, cubre más de 1,000,000 de puntos de venta en el mundo. Fuente: Al Grano, Vida y Visión de los Fundadores de Bimbo (2008) de la autora Silvia Cherem
Bimbo en China.
A finales de 2003 la empresa asignó a un ejecutivo para que levantara información en países como La India, Malasia, Tailandia e Indonesia. Esta persona hizo un estudio muy interesante.
Los datos que arrojó dieron pie para que la compañía decidiera conformar un equipo de trabajo que comenzó a desarrollar visitas de exploración a China, Corea y Japón. Necesitábamos determinar cuáles eran los hábitos del consumidor local y así saber la ubicación exacta de la planta.
Primero se abrió una oficina de representación en Shanghai, en ese lugar no había operación, sólo era un centro donde se desarrollaban investigaciones in house.
Los datos que arrojaron los estudios de marcado y de campo fueron de mucha ayuda. De entrada las expectativas ya eran buenas. El consumo de harina en Asia es muy alto, como en México. Nada más que en nuestro país lo traducimos en pan y aquí en Asia se consume en noodles (fideos). Esa fue una gran área de oportunidad, sólo hizo falta encuadrar un poco el gusto de los asiáticos con nuestros productos.
Lo primero fue sensibilizarnos con las preferencias alimenticias de los habitantes de estos países. Algunos datos ya los sabíamos con las exploraciones de campo, eso nos dio la oportunidad de conocer las marcas de nuestros competidores locales y en ese entonces escuchamos en el medio, de una compañía española establecida aquí en Pekín que iba a cerrar sus puertas, y nosotros queríamos abrir en esta ciudad. Entonces juntamos esas variantes, la adquisición de Panrico y la llegada de Bimbo a China.
Los asiáticos son consumidores racionales, nos pudimos percatar de ello en los puntos de venta, se pueden tardar varios minutos antes de decidir su compra. Analizan, comparan, valoran todas y cada una de las características que ofrece cada producto. Además de que los chinos no acostumbran a comer pan como lo hacemos en México.
Es mas cuestión de mercadeo que de racismo, el oso blanco resalta de una manera mucho mas fácil sobre cada uno de los productos de esta marca, ademas que hace resaltar su nombre...
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Un nombre que genera un sinfín de explicaciones; aún hoy entre los mismos colaboradores de la empresa no se ponen de acuerdo sobre su origen o significado. La historia es sólo una. Desde las primeras juntas de planeación, se sugirieron varios nombres entre ellos era Super Pan, S. A. pero sonaría como "super panza" y una infinidad más y entre ellos, se incluyó Super Pan Bimbo propuesto por Alfonso Velasco que quizá se le ocurrió usando las consonantes de la película de Bambi, entonces en cartelera, o por el famoso juego del Bingo popularizado en esa época en los casinos de Las Vegas. Lo cierto es que sonaba bonito y era pegajoso y fue el que gustó. Bimbo es un nombre de pocas sílabas, eufónico, amable y con cierta connotación infantil. Por eso, sin titubear se escogió esa opción. Hoy se sabe que bambino en italiano es niño, y que coloquialmente a los bambinos les dicen bimbo, pero son simples coincidencias porque, en este caso, el nombre surgió sólo de una métrica sonora. De Super Pan Bimbo, el nombre se fue reduciendo hasta Bimbo. ¿Y el osito? Su historia es singular. Se necesitaba un logotipo, una imagen y se requería un panadero en actitud de servicio y rostro sonriente. De preferencia, algún animalito simpático que representara el noble oficio del panadero. Jaime Jorba, en diciembre de 1944 justamente cuando se buscaba una imagen, su amiga Linda Darnell le envió desde Hollywood una postal con un osito vestido de Santa Claus. El osito de aquella postal sería Bimbo: amable, tierno y alegre.
Su tía, Anita Mata de Sendra, talentosa dibujante, se le pidió que vistiera al osito de panadero, con delantal y gorro. Sus primeros dibujos no gustaron, pero luego el señor Velasco le cambió la nariz, le agrandó los ojos y así nació el osito Bimbo. Y conforme a la tradición de El Molino se definió que el azul y el rojo serían los colores de Panificación Bimbo, la empresa que se constituyó el cuatro de julio de 1944. El osito y las letras estarían en todas las envolturas, en los camiones de reparto y en toda la publicidad inicial. Hoy el Grupo Bimbo elabora, distribuye y comercializa más de cinco mil productos, entre los que destacan una gran variedad de pan de caja, pan dulce, panquelería, bollería, pastelitos, confitería, botanas dulces y saladas, tortillas empacadas de maíz y de harina de trigo, tostadas, cajeta (dulce de leche) y algunos otros productos. La distribución de sus productos, elaborados en sus 83 plantas, cinco asociadas y tres comercializadoras ubicadas en México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, Europa y Asia, cubre más de 1,000,000 de puntos de venta en el mundo. Fuente: Al Grano, Vida y Visión de los Fundadores de Bimbo (2008) de la autora Silvia Cherem
Bimbo en China.
A finales de 2003 la empresa asignó a un ejecutivo para que levantara información en países como La India, Malasia, Tailandia e Indonesia. Esta persona hizo un estudio muy interesante.
Los datos que arrojó dieron pie para que la compañía decidiera conformar un equipo de trabajo que comenzó a desarrollar visitas de exploración a China, Corea y Japón. Necesitábamos determinar cuáles eran los hábitos del consumidor local y así saber la ubicación exacta de la planta.
Primero se abrió una oficina de representación en Shanghai, en ese lugar no había operación, sólo era un centro donde se desarrollaban investigaciones in house.
Los datos que arrojaron los estudios de marcado y de campo fueron de mucha ayuda. De entrada las expectativas ya eran buenas. El consumo de harina en Asia es muy alto, como en México. Nada más que en nuestro país lo traducimos en pan y aquí en Asia se consume en noodles (fideos). Esa fue una gran área de oportunidad, sólo hizo falta encuadrar un poco el gusto de los asiáticos con nuestros productos.
Lo primero fue sensibilizarnos con las preferencias alimenticias de los habitantes de estos países. Algunos datos ya los sabíamos con las exploraciones de campo, eso nos dio la oportunidad de conocer las marcas de nuestros competidores locales y en ese entonces escuchamos en el medio, de una compañía española establecida aquí en Pekín que iba a cerrar sus puertas, y nosotros queríamos abrir en esta ciudad. Entonces juntamos esas variantes, la adquisición de Panrico y la llegada de Bimbo a China.
Los asiáticos son consumidores racionales, nos pudimos percatar de ello en los puntos de venta, se pueden tardar varios minutos antes de decidir su compra. Analizan, comparan, valoran todas y cada una de las características que ofrece cada producto. Además de que los chinos no acostumbran a comer pan como lo hacemos en México.
פ___פ
( °@° ) Bueno ya el anterior participante te dió una explicación muy completa,
(_) ﺝ(_) yo lo único que puedo agregar es que los osos polares estamos muy
(")__(") orgullosos de la imagen positiva con que nos representa el Osito Bimbo.
Es mas cuestión de mercadeo que de racismo, el oso blanco resalta de una manera mucho mas fácil sobre cada uno de los productos de esta marca, ademas que hace resaltar su nombre...
1) porque es cariñoso
2) porque está hecho con harina
3) mercadología
Jajaja, hablando en serio ni idea, pero suerte xD
poque es un osito cariñosito y mañosito