Tratamiento de la hidrocefalia posthemorrágica progresiva (tambien llamada ezquizoencefalia)
¿Cuándo se trata la hidrocefalia progresiva?
El tratamiento de la hidrocefalia tiene riesgos. Debe tomarse en cuenta la posibilidad de riesgo y beneficio del tratamiento en cada paciente. El tratamiento se indica para la hidrocefalia sintomática y para la hidrocefalia clínicamente silenciosa, si ésta se acompaña de: (1) un gran aumento del tamaño ventricular, entre dos ultrasonidos independientemente de la duración del intervalo entre los ultrasonidos; (2) un aumento moderado pero progresivo del tamaño ventricular durante un período de 2 semanas; y (3) un aumento pequeño pero progresivo del tamaño ventricular detectado por ultrasonidos durante un período de 4 semanas.
¿Cómo se trata la hidrocefalia progresiva?
Las opciones del tratamiento de la hidrocefalia progresiva son: (1) medicamentos que disminuyen la producción de líquido cefalorraquídeo; (2) punciones lumbares seriadas; (3) drenaje ventricular directo; y (4) derivación ventrículoperitoneal. Estas opciones de tratamiento de la hidrocefalia progresiva a menudo se combinan para lograr el máximo beneficio (Figura 254.1).
Fármacos que disminuyen la producción de LCR
La acetazolamida (100 mg/kg/día) reduce la producción del LCR en 50%, y la combinación de ésta con furosemida en 100%. A los neonatos tratados con acetazolamida se les debe tomar una serie de ultrasonidos renales por la posible presencia de nefrocalcinosis. Antes de iniciar el tratamiento hay que discutir con los padres los posibles efectos tóxicos de la acetazolamida sobre la mielinización. Un estudio clinico no demostró la utilidad de estas drogas.
Punción lumbar seriada
Las punciones lumbares seriadas crean un desagüe entre el espacio subaracnoideo lumbar y el subcutáneo, en donde el LCR infiltrado se reabsorbe. El riesgo que se corre con este método es la infección.
Drenaje ventricular directo
El drenaje ventricular directo se logra mediante aspiraciones ventriculares o la introducción de un catéter en el ventrículo. Por el gran riesgo de infección y lesiones de los tejidos, rara vez se recurre a las punciones ventriculares múltiples. Cuando sea necesario el drenaje ventricular directo, se prefiere establecer la derivación ventricular a un recipiente externo.
Derivación ventriculo-peritoneal
La derivación ventriculo-peritoneal es el tratamiento definitivo de la hidrocefalia posthemorrágica progresiva. Los mayores peligros son la infección y el funcionamiento defectuoso. La derivación ventriculo-peritoneal está contraindicada en neonato con peso menor de 1500 gramos o si el líquido cefalorraquídeo tiene un aumento en las proteína (>300 mg), eritrocitos (>1000 células/mm), o evidencia de infección
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Tratamiento de la hidrocefalia posthemorrágica progresiva (tambien llamada ezquizoencefalia)
¿Cuándo se trata la hidrocefalia progresiva?
El tratamiento de la hidrocefalia tiene riesgos. Debe tomarse en cuenta la posibilidad de riesgo y beneficio del tratamiento en cada paciente. El tratamiento se indica para la hidrocefalia sintomática y para la hidrocefalia clínicamente silenciosa, si ésta se acompaña de: (1) un gran aumento del tamaño ventricular, entre dos ultrasonidos independientemente de la duración del intervalo entre los ultrasonidos; (2) un aumento moderado pero progresivo del tamaño ventricular durante un período de 2 semanas; y (3) un aumento pequeño pero progresivo del tamaño ventricular detectado por ultrasonidos durante un período de 4 semanas.
¿Cómo se trata la hidrocefalia progresiva?
Las opciones del tratamiento de la hidrocefalia progresiva son: (1) medicamentos que disminuyen la producción de líquido cefalorraquídeo; (2) punciones lumbares seriadas; (3) drenaje ventricular directo; y (4) derivación ventrículoperitoneal. Estas opciones de tratamiento de la hidrocefalia progresiva a menudo se combinan para lograr el máximo beneficio (Figura 254.1).
Fármacos que disminuyen la producción de LCR
La acetazolamida (100 mg/kg/día) reduce la producción del LCR en 50%, y la combinación de ésta con furosemida en 100%. A los neonatos tratados con acetazolamida se les debe tomar una serie de ultrasonidos renales por la posible presencia de nefrocalcinosis. Antes de iniciar el tratamiento hay que discutir con los padres los posibles efectos tóxicos de la acetazolamida sobre la mielinización. Un estudio clinico no demostró la utilidad de estas drogas.
Punción lumbar seriada
Las punciones lumbares seriadas crean un desagüe entre el espacio subaracnoideo lumbar y el subcutáneo, en donde el LCR infiltrado se reabsorbe. El riesgo que se corre con este método es la infección.
Drenaje ventricular directo
El drenaje ventricular directo se logra mediante aspiraciones ventriculares o la introducción de un catéter en el ventrículo. Por el gran riesgo de infección y lesiones de los tejidos, rara vez se recurre a las punciones ventriculares múltiples. Cuando sea necesario el drenaje ventricular directo, se prefiere establecer la derivación ventricular a un recipiente externo.
Derivación ventriculo-peritoneal
La derivación ventriculo-peritoneal es el tratamiento definitivo de la hidrocefalia posthemorrágica progresiva. Los mayores peligros son la infección y el funcionamiento defectuoso. La derivación ventriculo-peritoneal está contraindicada en neonato con peso menor de 1500 gramos o si el líquido cefalorraquídeo tiene un aumento en las proteína (>300 mg), eritrocitos (>1000 células/mm), o evidencia de infección
Eso no existe
En esta página encontraras mucha información al respecto.
http://www.ciren.cu/testimonio4.htm